Tras verse envuelta en numerosas denuncias de abuso sexual, crunch y toxicidad laboral durante 2020 y 2021, todo parecía indicar que Ubisoft había comenzado a transitar (al menos de manera lenta) un nuevo camino de mejoras en su ambiente laboral. Desafortunadamente, un nuevo reporte parece indicar que dichas prácticas continúan en pie.
En un nuevo y extenso reporte publicado por Tom Henderson en Insider Gaming, el reconocido periodista detalla la manera en la que el desarrollo de xDefiant, el nuevo título de Ubisoft que busca competir con Call of Duty, se habría visto afectado a causa del crunch, el amiguismo y la toxicidad laboral, lo que llevó a retrasos constantes y problemas varios.
En primer lugar, y como se puede prever, Henderson asegura que la mayor parte de las deficiencias y problemas de trabajo con xDefiant provienen directamente de un grupo de altos rangos de la compañía catalogados como “The Boys Club”, quienes entre otras cosas, habrían alimentado un ambiente de trabajo tóxico que provocaría abandonos en el equipo de trabajo e incluso retrasos.
En términos concretos, Henderson cuenta que “El problema con ‘ The Boys Club ’ no es que sus gerentes o directores le digan a los desarrolladores qué hacer — después de todo, ese es su trabajo — sino la falta de ética de trabajo, comportamiento desagradable, y los egos de estos individuos que han creado un lugar realmente poco saludable para trabajar”
Tanto es así, que incluso algunas fuentes internas señalan desde acomodos de personas por “amistades personales” hasta innumerables casos de trabajadores con crisis mentales, angustia, e incluso muchos otros que dejaron de preocuparse por su propia salud física y mental.
¿El juego como rehén?
Parte del reporte también se encarga de señalar que, además de los maltratos hacia empleados, “The Boys Club” habría -prácticamente- tomado como rehen al juego para hacer lo que desean, copiando sin ningún tipo de sentido ciertas características de Call of Duty para crear el título que personalmente les gustaría.
“El cambio constante de características aprobadas, o la adición de nuevas características que realmente no afectan el juego nos ha retrasado significativamente, probablemente un año más o menos en este punto”, señala un empleado anónimo, que habla sobre las prácticas tóxicas y como cada medida del equipo creativo terminaba convirtiéndose en un infierno.
Evidentemente, tras todos los testimonios de crunch, abusos y problemas dentro de la empresa, el estado actual del juego es lo de menos. Sin embargo, nada impide pensar que estos problemas se continúen llevando a cabo en otras áreas de la empresa y un nuevo “The Boys Club” exista en otra filial de Ubisoft.
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