Por más que lo intente, MrBeast no puede alejarse de la polémica. Esta vez no fue por regalar autos ni por lanzar otro concurso millonario: ahora, el famoso youtuber estadounidense ha generado controversia por un video grabado en sitios arqueológicos del sureste mexicano, en donde asegura haber dormido dentro de una pirámide y explorado zonas que, desde hace años, están prohibidas al público. La reacción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no tardó en llegar.
La visita de Mr Beast a las ruinas mayas
La pieza audiovisual, grabada con todo el estilo dramático y espectacular que caracteriza a MrBeast, muestra a su equipo en lugares como Balamcanché y Calakmul, y, según sus palabras, lo llevó a pasar más de 100 horas explorando un antiguo templo maya. El problema es que muchas de las escenas, según el INAH, son simplemente falsas o exageradas. Y lo que podría parecer una simple libertad creativa, para muchos representa un grave problema de desinformación y una falta de respeto hacia el patrimonio cultural.
Uno de los puntos más sensibles fue la afirmación de que MrBeast durmió dentro de una pirámide. Quien haya visitado Chichén Itzá sabrá que el acceso a sus estructuras ha sido limitado desde hace tiempo. Por ejemplo, el famoso Castillo (la pirámide de Kukulkán) ya no permite el ingreso a sus cámaras interiores desde hace más de una década, debido al deterioro que provocaban la humedad, el sudor, el aliento e incluso el vandalismo de los visitantes. Por eso, que el creador de contenido diga haber pasado la noche allí, no solo es cuestionable, sino que prende todas las alarmas.
A esto se suman otras afirmaciones: que se usó un dron dentro del Castillo, que alguien descendió de un helicóptero sobre la zona arqueológica y que mostraron una máscara prehispánica encontrada en las ruinas. El INAH fue tajante al respecto: todas esas afirmaciones son falsas. La máscara es una réplica moderna, jamás se utilizó un helicóptero y mucho menos se pernoctó dentro de las estructuras. De hecho, el instituto aclaró que personal del mismo estuvo presente supervisando la grabación en todo momento, y que se contaba con permisos otorgados por la Secretaría de Turismo federal y gobiernos estatales.
"Los productores jamás descendieron desde un helicóptero, ni pernoctaron dentro de la zona arqueológica ni tuvieron en su poder alguna máscara prehispánica, pues la que presentan es claramente una reproducción contemporánea. Todas ellas son aseveraciones falsas que obedecen a la teatralidad propia del youtuber en cuestión", se puede leer en el comunicado del INAH.
La presencia del influencer en Chihen Itza ha provocado todo un debate: por un lado, es innegable que MrBeast puede hacer que millones de personas –muchas de ellas jóvenes– se interesen por el pasado prehispánico de México. Es probable que gracias a este video, más de uno decida buscar qué es Calakmul o dónde está Balamcanché. Incluso puede que se despierte una chispa de curiosidad genuina en nuevas audiencias que normalmente no consumirían contenido sobre arqueología. Y eso, en teoría, es positivo.

Pero por otro lado, también es cierto que cuando se juega con el patrimonio cultural, hay una línea muy fina entre inspirar y tergiversar. La teatralidad de MrBeast puede tener efectos no deseados: trivializar sitios que han sido protegidos con enorme esfuerzo o generar la falsa idea de que cualquiera puede entrar, grabar y montar una narrativa sin importar las consecuencias.
El INAH fue claro: no se trata de satanizar el entretenimiento, sino de fomentar una divulgación responsable. Como dijeron en su comunicado, este tipo de contenidos “pueden contribuir a valorar el legado arqueológico del país”, siempre y cuando estén basados en hechos verificables.
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