Durante años, Larian Studios fue un nombre conocido solo entre los aficionados más fieles al rol clásico. Fundado en 1996 en Bélgica, el estudio construyó su identidad alrededor de mundos de fantasía oscura, sistemas complejos y, sobre todo, combates por turnos que priorizaban la estrategia y la toma de decisiones. Todo cambió en 2023, cuando Baldur’s Gate 3 se convirtió en un fenómeno cultural y crítico que catapultó a Larian al centro de la industria. Hoy, con ese prestigio ganado, el estudio ha decidido mirar hacia adelante, pero también enraizarce fuerte en sus origenes.
La propuesta del nuevo Divinity
En el marco de The Game Awards, Larian confirmó finalmente Divinity, su próximo gran proyecto. El anuncio no solo puso fin a más de dos años de especulación, sino que dejó claro el enfoque creativo del estudio: Divinity será un juego de rol por turnos. No se trata de un detalle menor, sino de una declaración de principios. Larian vuelve al tipo de experiencia que definió su trayectoria, pero con los aprendizajes, recursos y ambición que solo un éxito como Baldur’s Gate 3 puede proporcionar.
Swen Vincke, fundador y director creativo del estudio, en entrevista con Bloomberg fue claro al respecto: Divinity no busca replicar lo logrado con Baldur’s Gate 3, sino expandir aquello que Larian ha venido construyendo durante décadas:
"Creo que esto nos va a dar rienda suelta. Es un juego de rol por turnos que incluye todo lo que nos han visto en el pasado, pero llevado al siguiente nivel", declaró Vincke.
Uno de los aspectos más relevantes de esta confirmación es la intención de lanzar Divinity en acceso anticipado, una estrategia ya conocida dentro del estudio. Larian ha utilizado este modelo en el pasado como una herramienta para pulir mecánicas, escuchar a la comunidad y ajustar el diseño antes del lanzamiento final. Sin embargo, Vincke fue prudente al señalar que es poco probable que el juego llegue en 2026, lo que sugiere un desarrollo largo, lejos de las prisas que suelen marcar los calendarios de los juegos AAA en la industria.
El contexto financiero también juega un papel clave en esta nueva etapa. El éxito de Baldur’s Gate 3 ha colocado a Larian en una posición inusualmente sólida para un estudio independiente. Según Vincke, los ingresos generados permitirán redoblar esfuerzos en la experimentación narrativa de Divinity.
El equipo quiere llevar esa idea aún más lejos en Divinity. Su ambición es que dos jugadores puedan hablar del mismo juego y describir experiencias casi irreconciliables entre sí. Historias distintas, consecuencias y recorridos narrativos que no se crucen más que en los grandes pilares del mundo. El director asegura que el estudio está trabajando en ideas que no se han visto antes dentro del género del rol, al menos no a esta escala.
Divinity será una prueba de hasta dónde puede llegar un estudio cuando el éxito comercial se alinea con una visión clara y sin concesiones. Si Baldur’s Gate 3 fue la consagración, Divinity quiere ser la obra que defina el futuro del rol por turnos en los próximos años, o al menos, ahí quiere apuntar.
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