Grid Legends: ¿Vale la Pena?

Grid Legends: ¿Vale la Pena?

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Cuán osados han sido los chicos de Codemasters para lanzar GRID Legends a tan solo días de distancia de Gran Turismo 7. Si bien es verdad que se trata de juegos diferentes en cuanto a enfoque, sería ingenuo decir que no existen, cuando menos, algunos elementos superpuestos, más allá del tema automotriz. Dicho eso, el estudio inglés siguió adelante con el estreno de un juego que, en efecto, tiene algunos matices propios, ¿pero basta eso para competir en un período tan desafiante?

En el mundo de los juegos de carreras existen dos subcategorías: los juegos de simulación -cuyo nombre lo dice todo- y los arcade, más enfocados en la diversión (y bueno, los karts, que son cosa aparte). GRID Legends es un juego arcade, aunque con algunos elementos realistas. Se trata de un título de carreras tradicional -es decir, no es un mundo abierto- que permite conducir cientos de carros reales diferentes en decenas y decenas de circuitos, tanto genuinos como ficticios. Hasta aquí, no hay algo sobresaliente y, de hecho, ese es quizás uno de los problemas, pero vamos por partes.

Habanagrid

Lo primero que asombra de GRID Legends es precisamente la variedad y presentación de sus pistas. Este es un juego que no se conforma con el típico repertorio de circuitos reales pues, aunque hay algunos, buena parte de la experiencia pasa por correr en algunas de las ciudades más icónicas del mundo que van desde el corazón de Londres, pasando por la Plaza Roja en Moscú, Dubái, Habana, Barcelona y más. Cada una de estas pistas presume de incorporar monumentos reconocibles y, además de su apariencia, añade varios elementos dinámicos que las convierten en verdaderas postales, con fuegos artificiales, láseres, olas chocando contra el malecón, arena, nieve, etcétera. Este es un acierto rotundo del juego que abona extraordinaria variedad y satisface muchísimo en lo visual. Correr bajo la nieve o la lluvia durante la noche es absolutamente espectacular y sin afectaciones al rendimiento.

Lo primero que asombra de GRID Legends es precisamente la variedad y presentación de sus pistas

Pero antes de adentrarnos más en temas técnicos, es importante hablar de la estructura. Una de las novedades fundamentales de GRID Legends es su modo Historia, donde a lo largo de unas 5 horas, se te cuenta la aventura del "Número 22", un corredor novato quien llega a la escudería Séneca en su momento de mayor necesidad para salvarles la temporada y algo más. Drive to Glory es un relato deportivo prototípico, con protagonistas tenaces ante la adversidad y rivales confiados y arrogantes. Codemasters trata de emular el estilo del reality show Drive to Survive, pero queda corto, pues el libreto se percibe acartonado y, encima, apuestan por una producción live-action matizada con fondos CGI. En teoría, el resultado debía ser una miniserie con el estándar de calidad de The Mandalorian -show que también usó la misma tecnología de entornos proyectados- pero en la práctica, lo que el jugador ve son unas 30 cinemáticas con ese saborcito telenovelesco medio incómodo que, de hecho, también dio al traste con el modo historia live-action de Need for Speed hace algunos años. En ese sentido, Codemasters lo hizo mejor con F1 2021, mismo que también debutó un modo historia, pero 100% en CGI. Eso les permitió ser más consistentes en la presentación para evitar el feeling de obra de teatro.

Villanogrid

Dicho eso, este Drive to Glory también tiene sus virtudes, te da una pasada muy completa y ágil por todo lo que GRID Legends tiene para ofrecer en términos de variedad, yendo desde las carreras tradicionales en circuito, pasando por las nuevas competencias de autos eléctricos y las nuevas carreras multi-clase, donde puedes ver correr modelos deportivos contra tráilers o pick ups. Esa filosofía, digamos, campechana de mezclar competencias es algo muy atractivo del modo historia, pero también es una arma de doble filo porque contrasta demasiado con el modo Carrera.

El modo carrera consiste en una gestión de escudería muy superficial

El modo Carrera es todo lo contrario. Verás, GRID Legends es el nombre del juego, pero también el del campeonato del que forman parte todas las carreras dentro del título. El modo historia es, literalmente, una versión resumida de ese campeonato, aderezada con cinemáticas que si bien mediocres, sirven como un buen cambio de ritmo y hasta una pequeña recompensa, un indicador de tu progreso. El modo Carrera es, digamos, la versión pesada y cuadrada de eso. Cero cinemáticas y muchísimas, pero muchísimas más competencias, cuyo único incentivo es que te permite dirigir tu propia escudería, aunque "dirigir" es una palabra generosa, porque si te imaginas algo remotamente parecido a lo que hay en F1, te vas a decepcionar. Acá lo que haces es invertir dinero en comprar perks para tu compañero y tu mecánico, mismos que se traducen en reparaciones un poco más baratas, incrementos moderados a las ganancias, refacciones a menor costo, ganancias más jugosas para tu coequipero, así como la opción de darle algunas indicaciones en competencia, pero nada de esto es súper excitante o indispensable porque, en primer lugar, las carreras son fáciles en términos generales y el sistema Némesis, del que hablaremos más adelante, tiene un rol apenas notorio en la dinámica de las carreras. En pocas palabras, es una gestión de escudería muy, muy superficial.

Modocarrera

Otro problema con esta modalidad es la molienda. El modo Carrera se divide en 4 niveles: Novato, Semi-profesional, Profesional y Gauntlet. Dentro de cada uno de estos niveles, hay varias categorías de carros y dentro de cada categoría de carro hay una docena de eventos que pueden involucrar múltiples carreras de hasta 5 vueltas -vaya, esto es una matrioshka automotriz-. Muchos elementos de la matrioshka están bloqueados, así que tienes que correr, correr y correr un poco más para ir progresando en la temporadotototota de GRID Legends. Por lo regular, basta con ganar competencias para avanzar y liberar nuevos eventos, pero hay algunas con condiciones específicas que te obligan a repetir carreras. El resultado es una grind fastidioso. Y es que el problema no es como tal el volumen, mismo que hasta podría catalogarse como virtud para efectos de rejugabilidad, sino que no haya algo que aderece o sacuda un poco la fórmula. Tienes tu garaje, pero coleccionar los carros más icónicos tampoco es un incentivo, puesto que Ferraris, Porsches, muscle cars, Hondas NSX, Fords GT, todos se te van dando revueltos casi desde el comienzo. No existe una opción que permita simplemente contemplarlos y la personalización se limita a patrones prediseñados de calcomanías y cambios de color.

Con el mando en las manos, las cosas satisfacen, pero no asombran

Con el mando en las manos, las cosas satisfacen, pero no asombran. No esperes un manejo muy realista en GRID Legends, pues es un arcade, cuyo énfasis está en el derrape, pero cada tipo de vehículo se siente un poco diferente y los controles son responsivos. Sin embargo, tenemos un par de reproches puntuales. El primero es que Codemasters se vio muy conformista en el aprovechamiento del DualSense. Los gatillos se endurecen con la frenada, pero la vibración general es súper moderada y eso disminuye la inmersión, y la sensación de poder que debería transmitir ponerse tras el volante. El audio padece de lo mismo, como que le falta grrrrr al rugido de los motores, si sabes a lo que nos referimos y para colmo, en el modo Historia, las carreras van con música, así que en ocasiones no alcanzas a escuchar las revoluciones para hacer el cambio de velocidad, lo cual es un poco molesto. Y bueno, una tercera queja sería para el manejo bajo lluvia o nieve, que no se distingue lo suficiente del resto de las condiciones climáticas.

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Podríamos decir que el enfoque de las carreras en GRID Legends es la colisión y para muestra bastan el conteo de corredores y el sistema Némesis. A diferencia de entregas pasadas de la serie, Legends maneja carreras de 22 pilotos, lo que se presta para caos que se disfruta y frustra en la misma proporción. Decir que es un juego que promueve la conducción respetuosa y limpia sería mentir descaradamente. Las curvas son un relajo en el arranque y en algunos circuitos angostos, las cosas se pueden congestionar tanto como la entrada de un vagón de metro en hora pico. Incluso hubo una carrera en la que tuvimos que reiniciar porque todos los carros quedaron atorados.

Gridnemesis

Codemasters está tan consciente de esto que por ello implementa el sistema Némesis, aunque la verdad es que es un recurso al que le faltó protagonismo. Esta mecánica genera rivalidades con aquellos pilotos a los que hayas golpeado. Uno esperaría que esto implicara un manejo agresivo, cerrones y maniobras sucias de parte de la IA, pero sobre la pista se traduce solamente en un tímido intento por estorbarte. Es una buena idea, pero le pudieron haber subido un par de rayitas porque incluso en nivel Difícil es un elemento que apenas percibes sin importar que te hayas enemistado con la mitad de los corredores sobre la pista y, por lo mismo, todo aquello de dar instrucciones a tu piloto se vuelve absolutamente innecesario, aunque esos comandos (frenar a los rivales, presionarlos, etc.) constituyen un concepto atractivo que sería bueno ver en F1.

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A propósito de choques y tal, algo que sí nos gustó muchísimo, fueron las descomposturas y accidentes de la IA. En un género donde, a lo largo de los últimos años, el enfoque ha sido emular estilos de manejo humanos, Codemasters, más bien, introduce errores y situaciones aleatorias que inyectan un elemento impredecible que se aprecia muchísimo y resulta  hasta espectacular de ver. Vas en segundo lugar, la carrera está por terminar y de pronto ¡bam! al piloto de adelante se le revienta un neumático. O vas atrás en el pelotón de autos, cuando a la distancia ves un súper accidente con volcaduras y todo. La física de colisión es moderada, pero superior a la de Gran Turismo o Forza, así que a menudo verás volar capós y otras partes de los demás carros. Es algo muy, muy refrescante y divertido de ver.

Estamos seguros de que en la visión de Codemasters, el aderezo principal o el factor decisivo, iba a ser el juego en línea, el cual permite disputar cualquier prueba en compañía de jugadores humanos. Desafortunadamente, no parece haber suficientes como para llenar las carreras de todos. Lo intentamos y la mayoría de las veces tuvimos que correr con la IA y, ya con suerte, con uno o dos jugadores humanos. No vale la pena porque el efecto secundario es que las carreras demoran en arrancar, a la espera de participantes que no van a llegar, y te puedes olvidar de poner pausa o usar el botón de rebobinar si cometes un error. En el modo multiplayer formalmente, hay dos opciones: la carrera rápida y el buscador. Pero es igual, la carrera rápida te va a meter a competencias donde haya uno o dos humanos adicionales y 20 bots, así que lo mejor es meterse al browser y buscar aquellas sesiones donde haya muchos jugadores… y ya.

Por lo concerniente a localización, GRID Legends viene en español ibérico, tanto para textos, como para voces y, bueno, la queja es la de siempre: esto distrae muchísimo, especialmente cuando juegas un modo historia, ya de por sí un poco acartonado en sus actuaciones y situaciones.

No experimentamos ningún problema de rendimiento

La dirección de arte no suele tener un rol sobresaliente en juegos de carreras, pero en este caso, sí que lo es. Ya hablamos al comienzo de los conceptos tan interesantes que GRID Legends maneja, en términos de locaciones, pero a nivel gráfico, las cosas también están muy bien. Los interiores de los carros no se comparan con los de Forza o Gran Turismo, pero están en un estándar aceptable, así como también lo están las carrocerías y los materiales, y como dijimos, no experimentamos ningún problema de rendimiento, jugando en PS5. De hecho, no vimos ningún bug, aunque el juego sí nos crasheó una vez. Vaya, es un juego sólido en lo técnico.

GRID Legends es un buen juego de carreras y tiene ideas interesantes, pero tal parece que Codemasters apostó todo a Driven to Glory, un modo historia que terminó por ser intrascendente, y su solución para el resto de los contenidos fue meter relleno sin pasión, sin dar ese extra. Por volumen de contenidos, no tenemos queja, pero eso ya no basta cuando tienes que pagar 1,400 pesos o más por un juego. Vas a terminar el modo historia, más o menos satisfecho, y el modo carrera te va a aburrir en unas pocas horas, sin nada realmente especial que salve la fórmula. Este es uno de esos juegos que constituyen un buen regalo para alguien a quien le gustan los carros, precisamente porque no va a tener que pagar por él, pero si lo piensas comprar tú, mejor espérate a que baje de precio o a que lo pongan como recompensa de alguno de los servicios. En términos de carrera, GRID Legends no alcanza el podio, aunque tampoco termina en último lugar.

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