Probé el Razer Wolverine V3 TE en Xbox Series y es uno de los controles más cómodos que he usado: solo hay un detalle que no me convence

Probé el Razer Wolverine V3 TE en Xbox Series y es uno de los controles más cómodos que he usado: solo hay un detalle que no me convence

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Razer Wolverine V3 Tournament Edition 2 3

Dentro del estado actual de la industria de los videojuegos, la escena competitiva está sobrepasando las barreras tradicionales para acechar a los jugadores desde cualquier rincón posible. No todo el mundo está buscando ser el próximo campeón de los esports, pero basta con ver el ranking en nuestra lista de amigos para aspirar a tener un mejor desempeño en la próxima partida. Jugar en un mejor nivel puede despertar lo mejor (y lo peor) de cada jugador, y aunque la habilidad no depende de un accesorio, vaya que hay controles que hacen más fácil la tarea.

Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de jugar y probar durante varias horas el Razer Wolverine V3 Tournament Edition, un control que, como su nombre lo indica, quiere ser un accesorio pivotal a la hora de mejorar tu desempeño en el ámbito competitivo. Y justamente como lo señalé al comienzo, no soy un jugador interesado en conseguir un boleto para el próximo mundial de Fortnite o Call of Duty, pero sí quiero ganar, presumir en redes sociales y sentirme cómodo con el control en las manos. ¿Podrá con esas poderosas tareas? Acompañame a averiguarlo.

Probé el Razer Wolverine V3 Tournament Edition y esto es lo que tengo que decir

Como ya mencionaba, pude jugar con el Razer Wolverine V3 Tournament Edition en su versión de Xbox Series X/S, que también es compatible con PC. Al tratarse de la versión de Xbox, el control tiene una configuración que es, prácticamente, idéntica a la del mando original de Xbox: dos palancas asimétricas, una cruceta direccional, cuatro botones de acción, dos bumpers y sus botones de menú, pausa y share. Si nunca has usado un control diferente al que venía en tu consola, entonces te sentirás muy cómodo.

Importante señalar: el control es alámbrico, por lo que tendrás que usarlo siempre conectado con su cable de USB-C de 3 metros, lo que te da suficiente espacio para jugar lejos del televisor o para moverte con soltura alrededor de tu setup. Además, el mando incluye elementos extras para hacer más interesante el competitivo:

  • 4 palancas traseras configurables
  • 2 botones extra en la parte superior, también configurables
  • 2 switch para bloquear la profundidad de los gatillos

Antes de pasar a detallar estos elementos extras, debes saber que el Razer Wolverine V3 Tournament Edition es un mando bastante ligero y que no cambia drásticamente en relación a un control tradicional. Por otro lado, si has tenido la oportunidad de utilizar el control Elite de Xbox, te encontrarás con un mando más liviano y menos tosco, con un agarre firme y una sensación en los botones que se parece genuinamente al clic de un buen mouse gamer. Si no fuera por el cable USB, sería el control más cómodo que he usado desde el clásico mando del Xbox 360 o el control pro de Nintendo Switch.

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Vamos con las cosas nuevas, y la gran pregunta: ¿seis botones extra no es demasiado? La verdad es que no. En primer lugar, los dos “bumpers” en la parte superior no estorban, aunque seguramente tendrás una sensación rara a la hora de jugar para evitar tocarlos. Por otro lado, las palancas traseras son inevitables, así que hay dos opciones: 1) configurarlas para que no presionen un botón que no deseas y 2) desactivarlas de forma definitiva según el juego. A diferencia del mando Elite de Xbox, las palancas traseras del Razer Wolverine V3 TE no se pueden mover, pero te acostumbras rápido a ignorarlas o usarlas.

A nivel de sensación, lo más relevante del control es el toque de los botones: se siente como presionar clic en un mouse gamer bastante fino. No es que los controles de Xbox, Play o Nintendo estén mal, pero el Razer Wolverine V3 Tournament Edition tiene un rebote tan suave, que me dejó gratamente sorprendido. Ojo, porque este detalle puede no ser tan positivo en un inicio, pues hay una sensación extraña cuando comienzas a jugar con este control. Acostumbrarse podría llevarte varias horas, así que recomiendo no iniciar directamente en una partida rankeada, sino probar en un momento en donde puedas permitirte no ser el primer lugar.

Y hablando sobre acostumbrarse, si conectas directamente el mando lo primero que te vas a encontrar es una vibración al máximo que parece broma. Obviamente hay muchas cosas que ajustar antes de tener una experiencia, pero en general la vibración del control es su punto menos destacable: casi siempre es demasiado; incluso en los niveles más bajos no se siente equilibrado y tiende a ser molesto. Justamente, cuando llegó el control lo puse directamente en una partida casual de Fortnite, y con la vibración al máximo sobre un vehículo… sentí que mi corazón se salía de mi cuerpo (y no es broma). Supongo que para los más aventureros, una buena partida de Call of Duty será una experiencia bastante emocionante.

Guarda y saca las garras de este Wolverine

Después de ese gran error, pase a configurar todas las opciones del mando en la app de Razer en Xbox Series X. De manera muy similar a la app nativa para configurar el control de Xbox, Razer permite mapear los botones a nuestro gusto, activar los botones extra y guardar perfiles para diferentes juegos. Hacer los ajustes no es necesariamente complicado, pero debes tener muy claro que necesitas en cada juego antes de comenzar a cambiar botones. Por ejemplo, en shooters es muy común pasar los gatillos a las palancas traseras, pero, al menos en mi caso, prefiero usar esas palancas para tener accesos directos a otros movimientos u objetos.

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Comenzar a experimentar con el Razer Wolverine V3 Tournament Edition depende, completamente, de lo que necesitas. Vamos con otro ejemplo, jugar Forza acelerando con las palancas traseras me parece más satisfactorio que mantener oprimidos los gatillos. Pero también puedes ajustar el auto en manual, acelerar con el gatillo y cambiar de velocidad con las palancas traseras. Por otro lado, en Fortnite no puede disparar con las palancas, pues terminaba muy confundido. Pero en Call of Duty, que no juego con tanta regularidad, me ha servido mejor disparar desde la cadera con las palancas, pues todo es más frenético.

Vaya, la simple decisión de comprarse un control como el Razer Wolverine V3 Tournament Edition es un "depende" gigantesco para los interesados. Vale la pena mencionarlo: el control no te hará un mejor jugador de la noche a la mañana. Lo que sí hará el control será brindarte diferentes opciones para enfrentar los juegos, y asegurarse de que no tengas un obstáculo técnico como lag, drift o un botón que no funciona. Teniendo en cuenta este punto, te conviene analizar qué cambiarías de tu control o que sientes que necesitas para mejorar. Durante la prueba, por más que lo intente, los botones superior no fueron útiles, pues aunque alcanzarlos con mis dedos no era un problema, no logré encontrar un momento para usarlos o una acción que requiriera ese cambio.

Y si bien muchas de las cualidades del control están ligadas directamente a nuestras diferentes configuraciones, hay elementos con los que tenemos que lidiar directamente y son una agradable sorpresa. En este punto lo más interesante está en el movimiento, pues tanto los sticks como la cruceta, son muy ligeras, con buen agarre y un tamaño perfecto. Regresando a los shooters, moverse con los sticks no será un problema, sobre todo para aprovechar el omnimovimiento de Black Ops 6 o la libertad ir de un lado a otro en un mundo abierto como Cyberpunk 2077 y Red Dead Redemption 2. Mientras que la cruceta es firme y con un deslizamiento correcto para jugar un juego de peleas clásico como Marvel vs Capcom. Y sí, la cruceta también tiene ese clic al estilo de un mouse.

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De todo lo anterior, mi único problema genuino es seguir utilizando un cable USB para conectar el control. Se agradece que no se sienta el lag en ningún momento, pero es incomodo tener un cable atravesado en la sala, sobre todo con un perrito que puede llevarse tanto el control como la consola si no hay las debidas precauciones. Y aunque para muchos podría no ser un elemento crucial, al menos en consolas, sigo prefiriendo ahorrarme el cable y jugar de forma inalámbrica. Por cierto el control no incluye luces RGB, pero eso es completamente innecesario… en casi cualquier accesorio de gaming.

Por otro lado, puede que para muchos exista un problema con la cruceta y los sticks, pues no se pueden personalizar más allá de usar la aplicación. O sea, no podemos cambiar el tamaño de los sticks, almohadilla o la cruceta; que sí se puede modificar en un mando Elite. ¿Es necesario cambiar estos elementos? La verdad es que no, sobre todo si consideramos que hay un control con más personalización, por lo que este podría ser un “mando de entrada”. Y hablando de eso, este control no incluye otras cosas de su versión Pro, como la funda para guardar el control, la ya mencionada posibilidad de cambiar los sticks y tecnología inalámbrica. Todo lo anterior con una diferencia de 100 dólares.

¿Vale la pena el Razer Wolverine V3 Tournament Edition?

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Si tienes ganas de dar el salto a un control que te permita personalizar los botones según el juego que estás jugando o que te dé mayor libertad para experimentar, el Razer Wolverine V3 Tournament Edition es un mando que vale la pena. Su precio no es exagerado y te permitirá cambiar de forma paulatina la forma de jugar a tus juegos favoritos… con menos pretextos para justificar que te fuiste a dormir sin ganar una sola partida. Si solo necesitas un control extra para la reta de FIFA, y no te interesa personalizar los botones según el juego, entonces un mando normal será más que suficiente.

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