A diferencia de Halo y Gears of War, la serie de Forza Motorsport ha logrado mantener un mejor ritmo dentro de la industria de los videojuegos, con títulos que apuestan por el prestigio y dan saltos agigantados en cuestiones técnicas. Incluso el spin off de Forza Horizon se ha ganado su lugar en el género de carreras, como una de las experiencias arcade más divertidas que puedes encontrar en Xbox.
Con el nuevo Forza Motorsport nos encontramos, entonces, con un juego que se ha tomado su tiempo para dar el salto a Xbox Series, PC y Cloud Gaming, un movimiento que, incluso, le ha costado la continuidad a la serie para mostrarse como una suerte de reboot y, quizá, como una apuesta más de Xbox por los juegos de servicio. Sin importar la plataforma y los planes de la compañía, volver a escuchar el rugido de los motores de Forza Motorsport nos emociona…. con todo y los pequeños baches que encontramos por el camino.
Pero no esperamos seis años para dar una conclusión apresurada, si quieres saber si el nuevo Forza Motorsport vale la pena, ponte tu cinturón de seguridad, ajusta tu casco y písale hasta el fondo… porque este viaje apenas comienza.
¿Una carta de amor al automovilismo?
Forza Motorsport es uno de los mejores juegos de simulación que hay en el mercado. Durante años, Turn 10 ha plasmado su pasión por el automovilismo bajo una perspectiva más occidental, manteniendo el respeto por los motores y los personajes detrás de cada auto, pero con un enfoque menos dramático, y con colaboraciones que buscaron acercar a los jugadores con el legado de estas poderosas máquinas… sin que parezca una lección de historia.
Forza Motorsport requiere paciencia, práctica, decisiones técnicas antes de cada carrera
Con Forza Motorsport nos podemos permitir un elegante e irreal coleccionismo, que fuera de la consola es un lujo exclusivo de alguien como Robert Downey Jr. Autos de primer nivel se despliegan ante nosotros para llevarnos de gira por el mundo, con la esperanza de encontrar a un piloto digno de pisar a fondo y mantener el control en la pista, lo que, definitivamente, no es nada sencillo. A diferencia de su gran competidor, Forza Motorsport siempre ha sido más accesible, que no es lo mismo que fácil, por lo que podrás adecuar rápidamente las ayudas y otras opciones disponibles para hacer de las carreras algo más sencillo.
Turn 10 no quiere hacer un juego imposible, pero sí hay una curva de aprendizaje pronunciada, la cual, seguramente, será el punto de inflexión para los que van a entrar a este “reboot” aprovechando una suscripción de Game Pass. Y sí, vale la pena mencionarlo, Forza Motorsport no se parece en nada a Forza Horizon…OK. Sí, hay autos, y sí, es un Forza, pero las ideas son muy diferentes. Motorsport requiere paciencia, práctica, decisiones técnicas antes de cada carrera y muchas horas detrás del volante virtual para aspirar al podio.
Si tienes lo necesario para entrarle a Forza Motorsport, felicidades, tienes un juego que te dará meses completos de entretenimiento, mientras buscas la forma de dominar cada uno de los circuitos disponibles o llevas a cabo la misión de desbloquear todos los autos del juego. Para aquellos que no tienen miedo de ensuciarse las manos, Turn 10 pone sobre la mesa diferentes opciones técnicas para tomar el control, siendo la dificultad y las ayudas, los dos parámetros que hemos elegido para describir nuestra experiencia.
A diferencia de lo que podrías pensar, hablar de la dificultad de Forza Motorsport no tiene mucho que ver con el reto alrededor del juego… al menos no con todo lo que esto implica. Si le subimos a la dificultad nos encontraremos con drivatars más experimentados y con menos ganas de darnos espacios para rebasar, además de reglas más estrictas que se traducen en segundos extra si chocamos de forma deliberada o tomamos un pequeño atajo. En otras palabras, un juego con rivales más complicados, pero en Forza Motorsport nuestro principal enemigo somos nosotros mismos.
Tomar una curva con velocidad excesiva, hacer mal un cambio o desaprovechar una alargada, son situaciones que afectan nuestro desempeño en la pista, pero que no involucran a otros jugadores o drivatars. Somos nosotros los que hicimos algo mal y eso puede terminar en una carrera perdida de forma miserable. Es por ello que Forza nos recibe con casi todas las ayudas activadas, con el fin de que, al menos en un inicio, las primeras partidas sean emocionantes y con un reto justo.
Después de varias carreras y pruebas el reto será prácticamente nulo, por lo que es tiempo de apagar las ayudas, y ponerle un poco de sabor a las carreras… y ahí comienza el verdadero juego. Desactivar el frenado automático, activar las velocidades manuales, usar el embrague, dar seguimiento al desgaste de las llantas o tomar decisiones en los pits, son algunos de los primeros cambios que vas a querer experimentar. Pero las consecuencias serán inmediatas, con movimientos bruscos del vehículo o una aceleración que se ve afectada por no meter las velocidades a tiempo.
Y sí, todos esos errores son nuestros, sin importar que la máquina tenga nivel experto o principiante, si no sabemos manejar con las ayudas desactivadas, el juego podría ser toda una tortura. Y sí, depende de cada jugador el nivel de dificultad que quiera experimentar, pero, siempre llega un punto en el que manejar deja de ser emocionante si no hacemos algunos ajustes. Eso sí, puedes estar tranquilo respecto a los cambios, pues, al menos en la campaña, el juego nos permite conocer la pista con algunas vueltas de prueba para checar los cambios y, claro, reconocer el terreno.
Esta antesala a los diferentes circuitos es opcional, pero difícil de saltar, aún así, recomendamos cumplir con las vueltas y la meta de tiempo, para tener una buena idea de lo que será el reto final. Y puedes estar tranquilo, pues si algo sale mal o no terminas de entender el último ajuste que hiciste, siempre puedes regresar a la configuración anterior y volver a intentar. La idea es simple: domina el juego bajo tus propios parámetros… o al menos, con eso nos quedamos después de varias horas detrás del volante.
Sea como sea, cada carrera sumará puntos de experiencia al piloto y al automóvil que hayas seleccionado, siendo estos últimos los más importantes, ya que nos permitirán entrar a una tercera capa de personalización y dificultad, ahora sí, las entrañas del simulador. Rendimiento y Tuneo, permiten ajustar detalles minuciosamente de nuestro vehículo, así como mejorar el auto con piezas clave para el rendimiento: transmisión, diferencial, amortiguadores, la anchura de las llantas y hasta los rines. Todo esto bajo las condiciones que te ofrece el nivel del auto que estás mejorando y sin pasarte de los puntos disponibles.
Para mejorar, todavía más la experiencia, la sección de Tuneo busca atacar situaciones más específicas, relacionadas con las diferentes pistas disponibles. O sea, todas las piezas que colocamos en la parte de Rendimiento, ahora deben ajustarse para la próxima carrera; algo así como una alineación y balanceo bastante minuciosa, en la que hasta el más mínimo cambio se puede revisar de forma inmediata en una vuelta de prueba. Para este punto no solo debes dominar la dificultad y las ayudas, sino que también debes saber de autos, y entender un poco más allá del mínimo para tener una experiencia más realista. ¿Le puedes mover para ver qué sale? SÍ… pero los mejores resultados suceden cuando te lo tomas en serio.
Y, antes de que se nos olvide, Forza Motorsport regresa con una de las ideas que cambió para siempre a la serie: el botón de rewind. Esta pequeña mecánica, que no entendemos cómo no ha sido replicada en otros juegos, sigue siendo nuestra salvación. Ya sabes, tienes un cuarto lugar que te costó mucho trabajo y cerca del final haces un cambio equivocado y todo tu esfuerzo se va a la basura. Bueno, en Forza solo oprimes Y para regresar en el tiempo y evitar ese error fatal. Simple y sencillo, pero, sobre todo, benevolente. Eso sí, algunos ajustes de dificultad impiden el rewind en la última etapa de la carrera, así que ojo con eso.
A grandes rasgos esa es la experiencia general de Forza Motorsport, un título que va de menos a más en cuestiones de profundidad y que, a pesar de su reputación, puede ofrecer una experiencia relajada y divertida para los novatos, pero siempre con miras a explotar todas sus posibilidades. Ahora bien, ¿qué tal se siente Forza en un Xbox Series? Fantástico. Teniendo en cuenta que fuimos apostando cada vez más por un gameplay realista, sin llegar a los extremos, nos encontramos con un juego que responde muy bien a cada vuelta, cambio de velocidad y presión sobre los gatillos para buscar un lugar en el podio.
De hecho, Forza Motorsport nos invitó a buscar un poco más de inmersión durante nuestra reseña, por lo que pasamos del control normal de Xbox Series al mando Elite con una configuración sencilla pero más intuitiva; colocando los cambios de velocidad en las palancas traseras, imitando un poco lo que podemos encontrar en un volante, con un resultado final bastante satisfactorio. Esta acción corresponde, originalmente, al botón B y X del control normal, pero si tienes la oportunidad y el control Elite, Forza se presta perfecto para la ocasión. Y sí, falta esa vibración háptica de PS5, sobre todo después de jugar Gran Turismo 7, pero tanto el control Elite como el mando normal, vibran lo suficiente como para que logres identificar cuando necesitas cambiar de velocidad o que te estas saliendo del camino.
Ya en la pista, con el control de tu preferencia, el nivel de dificultad y las ayudas que más te acomoden, el juego va como la seda, con visuales increíbles, un sonido bestial y suficiente inmersión para pasar varias horas detrás del volante… al menos hasta que las pistas se repiten y se repiten y se vuelven a repetir. No fue de inmediato, pero luego de pasar unas horas en los tours, sentimos que Forza nos estaba paseando por los mismos lugares una y otra vez. Dentro del modo carrera casi siempre corrimos en los circuitos de Catalunya, Grand Oak y Silverstone. De hecho, la, igualmente, repetitiva voz que nos acompaña en algunos momentos, nos daba los mismos consejos una y otra vez sobre la pista en cuestión.
Dependiendo de las condiciones climáticas habrá situaciones que afecten tu juego, como un rayo de sol o pavimento mojado
Los tours de Forza Motorsport son el pretexto perfecto para conocer las diferentes líneas de autos disponibles: deportivos, sedanes, ingeniería alemana, muscle cars o autos vintage. Y sí, la idea es descubrir estás poderosas máquinas, pero si cada tour de cinco carreras, repite tres pistas… hay un problema. Tenemos un total de 20 circuitos disponibles, en comparación con los más de 30 que tenía tanto Forza 7 como Gran Turismo 7. A esto hay que sumarle que no puedes elegir el tour de Alemania o Japón desde un inicio, pues antes tienes que acabar las otras competencias, lo que te llevará varias horas de juego, entre las vueltas de prueba y la carrera como tal.
Hay otras opciones de juego como las clásicas contrarreloj, el juego libre para explorar cualquier pista con nuestros autos del garage y hasta pequeños tours que se abrirán cada semana… pero siguen siendo las mismas 20 pistas. Hasta el momento, desconocemos cuales sean los planes de Turn 10 en relación al Builders Cup, pero, por ahora, se puede sentir un poco repetitivo, sobre todo si dejás atrás la parte de la personalización del auto, pues la base de todo esto es experimentar con los 500 autos disponibles.
Para que el tema de la variedad no sea un problema (tan grande), Forza incluye clima dinámico y ciclos de día y noche en cada una de las pistas disponibles. Esto nos coloca ante un juego que cambia de un instante a otro en cuestiones de iluminación, atmósfera y dificultad, porque no es lo mismo tener una hermosa vista del monte Fuji con un cielo azul y despejado a un montón de lluvia cayendo sin cesar y una intensa niebla que apenas y nos permite ver qué hay más adelante.
Dentro de los tours el clima dinámico está activado y es cuestión de suerte que aparezca en algunos de los circuitos; a veces tenemos una intensa lluvia en las vueltas de prueba pero no en la carrera, por poner un ejemplo. Ahora, si quieres probar los cambios, bajo tus condiciones y horas específicas, siempre puedes elegir una carrera libre para jugar con las condiciones del medio ambiente que más te interesen. Dependiendo de las condiciones climáticas habrá situaciones que afecten tu juego, como un rayo de sol que te quite algunos segundos de claridad en la carrera o el pavimento mojado que hará más complicadas las curvas, ocasionando aparatosos derrapes.
Dentro del apartado jugable el único punto negativo, aunque no de forma directa al gameplay, tiene que ver con los menús. Por ejemplo, para saltarnos las vueltas de prueba hay que comenzar dicha etapa, poner pausa, elegir salir de la carrera y ahí encontrar la opción para saltar la prueba, cuando esto debería ser una opción mucho más sencilla. Y si por alguna razón quieres reiniciar la carrera, tendrás que pasar por la presentación de todo el circuito, en vez de solo llegar a la cuenta regresiva. Detalles, detalles, pero en un juego de decenas de horas, son imposibles de ignorar.
Forza... el camino a seguir en Xbox Game Studios
Si bien la experiencia principal de Forza Motorsport es la parte del simulador, Turn 10 ha dedicado gran esfuerzo en dar un salto gráfico a la nueva generación de Xbox, sobre todo al Xbox Series X. De entrada, tenemos paisajes espectaculares en el fondo de circuitos como Hakone, Homestead-Miami, Le Mans o Maple Valley, siendo los más variaditos en lo que respecta a la ambientación. Incluso en aquellos circuitos que no dejamos de visitar, como Grand Oak, el trabajo es excelso, con una gran atención a los detalles y una iluminación increíble.
Forza Motorsport se puede jugar en hasta tres configuraciones distintas en Xbox Series X: Rendimiento, que es el modo recomendado por el mismo juego, con gráficos en 4K y 60 cuadros por segundo; Rendimiento RT para sacarle provecho al Ray Tracing a 60 cuadros y una resolución variable; y Gráficos con la calidad máxima en 4K y Ray Tracing, pero solo a 30 cuadros por segundo. Para Xbox Series S el modo recomendado es con una resolución de 1080p con hasta 60 cuadros en el modo Rendimiento, pero también tenemos el modo Gráficos con resolución variable y 30 cuadros. Jugamos en ambas consolas y lo único que podríamos señalar es que la distancia de dibujo en Series S es un poco más limitada, pero en el desempeño general en ambas consolas es exquisito.
Forza Motorsport es un juego brillante y emocionante, pero su presentación está muy lejos de los mejores momentos de la serie
Ahora, los gráficos pueden parecer la cereza de pastel de toda la experiencia, pero lo que se lleva las palmas, como es costumbre en la serie, es el diseño sonoro. Desde los motores de todos los autos, hasta los dolorosos choques en medio de una carrera, Forza Motorsport es una hermosa sinfonía para todos los fanáticos del deporte automotor, y si acompañas el juego con unos buenos audífonos… ufff, tendrás todo un viaje por las entrañas de tu coche.
Lamentablemente donde Forza perdió un poco con el cambio generacional es en el estilo. Tras la incorporación de Top Gear a Forza Motorsport 4, Turn 10 consiguió una personalidad clave en el desarrollo de la franquicia, con un toque de humor y amor por los autos que es COMPLETAMENTE DIFERENTE a lo que Yamauchi nos tenía acostumbrados en Gran Turismo. Incluso después que los ingleses dejaron de participar en Forza, el estudio había mantenido un poco de la esencia de Jeremy Clarkson… pero ya se les acabó. Salvo las (muy) breves introducciones en los diferentes tours, Forza Motorsport no tiene mucho que nos invite a despertar nuestra pasión por los autos.
Menús simples, una versión muy limitada de Forza Vista (con interiores que carecen de grandes detalles) nada de memorabilia sobre los autos o su historia y una narración repetitiva. Forza Motorsport es un juego brillante y emocionante, pero su presentación está muy lejos de los mejores momentos de la serie… y ni se diga de lo que hizo Forza Horizon 5 hace unos años. Y quizá pueda parecer poca cosa, pero si algo había hecho muy bien Turn 10 era encontrar una personalidad, en la misma línea que su gran rival, pero con un estilo propio.
Por ejemplo, una de las grandes cosas que ocurre al poner Forza en un Xbox, sin importar si es Horizon o Motorsport, es la primera carrera. Ese primer circuito nos invita a querer más velocidad, más autos deportivos de lujo, más rewind cuando nos equivocamos, y en Forza Motorsport la primera carrera es una vuelta sin mucha gracia y poca espectacularidad. Forza Motorsport se siente un poco vacío, sin alma.
La champaña es para el podio, ¿vale la pena Forza Motorsport?
Forza Motorsport regresa, extrañamente, bajo la sombra de un espectacular Forza Horizon 5. Haciendo un repaso rápido de lo que es esta nueva entrega, parece que nos encontramos ante lo que, en su momento, representaron juegos como Gran Turismo 5 Prologue o Gran Turismo Sport: títulos que sirvieron como el preámbulo de un verdadero cambio en la franquicia.
No nos malentiendan, todo lo que hay dentro de los más de 100 gigas que pesa Forza Motorsport vale totalmente la pena, sobre todo si eres suscriptor de Xbox Game Pass. Pero estamos seguros que habrá mucho contenido en el futuro que hará del juego una experiencia más completa que la que tenemos hoy en nuestra Xbox Series X. Autos, circuitos, modos de juego y un montón de personalización nos esperan en Forza Motorsport durante los próximos meses o años, y lo único que de verdad nos preocupa es que la serie no pueda contagiar a nuevos jugadores como lo hizo durante sus mejores años en el Xbox 360.
Ver 1 comentarios