PS5 ya está en ‘la segunda mitad de su ciclo’, pero parece que sigue sin despertar: Playstation vive su generación más polémica y complicada

Hace unos días vi el documental Grounded II que presenta la historia del desarrollo de The Last of Us Part II y me dio un poco de nostalgia ver el enorme momento que vivía PlayStation hace casi una década. Todos gritamos de emoción en más de una ocasión cuando en PlayStation Experience 2016 se abrió con el anuncio de Uncharted: The Lost Legacy y se cerraba con The Last of Us Part II. Tuvimos no uno, sino dos juegos –con todo y que la escala del primero fuera menor– de Naughty Dog en la misma conferencia. Fue muy emocionante presenciar esos eventazos presididos por Shawn Layden, en los que Gio Corsi salía siempre con su PS Vita en mano y Shuhei Yoshida hablaba de lo que preparaba el ahora extinto Japan Studio de PlayStation.

Ciertamente la generación de PS4 fue de ensueño en cuanto tener una plataforma sólida llena de las mejores exclusivas del mercado. Tras un gran cierre de la generación de PS3, su sucesora aprovechó los errores de la competencia y el talento de sus estudios para generar la fidelidad de las audiencias que hoy tienen a PS5 triunfando 2 a 1 contra Xbox Series. PlayStation es la casa de Kratos, Nathan Drake, Ellie, Aloy y Spider-man: eso pesa mucho cuando un consumidor tiene que elegir una consola.

El arranque de la actual generación en 2020 fue incierto para todos. Se nos atravesó una pandemia que pareciera haber congelado el mundo entero por casi dos años. En este sentido se entiende que se acabaran los grandes eventos y que el ritmo de producción de exclusivas haya disminuido pero, ¿en dónde quedó ese PlayStation que nos conquistó con los juegos de sus estudios?

Si no fuera por Insomniac Games que lleva ya publicados tres juegos para PS5 –dos de ellos completamente exclusivos–, pareciera que la generación no ha terminado por despegar, justo en el momento en el que parece que Sony se está rindiendo y ya se habla de que la consola está entrando en ‘su última etapa’.

La delgada línea entre PS4 y PS5

Es claro que las generaciones de consolas funcionan de manera muy distinta en la actualidad. El salto técnico y de hardware es importante, pero también la línea es más delgada que la que veíamos en saltos generacionales del pasado. Ha sido una decisión inteligente tanto de PlayStation como de Xbox que si los juegos pueden seguir corriendo en consolas de generación pasada no se excluya a las comunidades de millones de jugadores que, por cualquier razón, no se han decidido a actualizar su hardware.

Tanto PS5 como Xbox Series llegaron con la promesa de que sus nuevas tecnologías de almacenamiento también impactarían el desarrollo de juegos más allá de la promesa de reducir las pantallas de carga. PlayStation también introdujo novedades interesantes a su control como el soporte háptico y los gatillos adaptativos que nos mostraron su potencial en el corto, pero increíble, Astro’s Playroom.

¿Fue un lastre para la nueva generación no despegarse de inmediato de la anterior para sacar su máximo potencial? Sería muy radical dar un sí por respuesta, cuando hablamos de esta línea más delgada en el salto generacional, pero también es cierto que la promesa de aprovechar al máximo el potencial de las nuevas consolas apenas está llegando.

Sony trató de ejemplificar lo que podía lograrse con el hardware de PS5 con los saltos entre mundos de Ratchet & Clank: Rift Apart y los disparos con gatillos adaptativos de Returnal, pero fuera de estos juegos –y el remake de Demon’s Souls– tuvimos juegos intergeneracionales entre los first party de PlayStation. No es que Gran Turismo 7, Horizon Forbidden West y el magistral God of War Ragnarok no se vean fenomenales en PS5, pero también corren y se ven muy bien en PS4. Hasta el año pasado tuvimos un Spider-Man 2 que se atrevió a dejar atrás la consola de generación pasada.

Un cambio de enfoque: más servicios multijugador y menos campañas para un jugador

Hubo muchos cuestionamientos en la más reciente etapa de PlayStation liderada por Jim Ryan. Sin ponernos a juzgar si las decisiones que se han tomado son buenas o malas, algo queda claro: para Sony ya no resulta tan atractivo dedicar muchos recursos a las mega producciones para un solo jugador y ven en los juegos multijugador y los servicios el futuro –tal y como lo ha hecho también Microsoft.

Se reporta que para 2026 la estrategia de la compañía sería invertir un 60% de su presupuesto en los juegos como servicio. PlayStation ya ha puesto en marcha este cambio de enfoque con acciones como la compra de Bungie y de Haven Studios, el equipo liderado por Jade Raymond, quienes trabajan en Marathon y Fairgames, respectivamente.

¿Qué tan bien le vendrá este cambio a la compañía? Ya vimos señales de alarma cuando se reportaron choques de ideologías entre Naughty Dog y Bungie que terminaron en la cancelación del anunciado juego multijugador de The Last of Us. Hay quienes señalan que esta estrategia no tiene muy contentos a estudios que estaban completamente enfocados en las grandes producciones para un jugador.

¿Será que el caso de Naughty Dog haga pensar dos veces a la compañía sobre su cambio de enfoque? No podemos descartarlo, pero tampoco puede predecirse. El más reciente State of Play nos dejó pensando en que para PlayStation no está tan fuera del radar seguir enfocándose en las producciones para un jugador que impulsaron su identidad contemporánea, pero es complicado saber exactamente el rumbo que tomará la compañía en los próximos años.

Entonces, ¿qué están haciendo los estudios de PlayStation?

Desafortunadamente, hay una gran incógnita cuando pensamos en el siguiente paso para las desarrolladoras first party de PlayStation.

Naughty Dog está trabajando en The Last of Us Part 3 y no parece que esta generación vayan a tener una IP completamente nueva. Del lado de Santa Monica Studios ya cumplieron en esta generación con un juego de God of War –que hasta tuvo una reciente expansión gratuita–, y es lógico que se seguirá dando continuidad a dicha serie, pero también se habla de la posibilidad de tener una propuesta completamente nueva que podría llegar al final de esta generación o inicios de la siguiente.

Aparentemente Sucker Punch dará continuidad a Ghost of Tsushima, pero no se sabe exactamente lo que están preparando. A Bend Studio no se le dio luz verde para dar continuidad a Days Gone, por lo que seguramente veremos algo nuevo o, por qué no, el regreso a alguna de sus franquicias como Syphon Filter.

Del lado de los estudios británicos el panorama ha sido desalentador para Media Molecule ante el freno que se le puso a Dreams, los despidos y la salida de desarrolladores clave; se sabe que están haciendo un juego multijugador. London Studio fue responsable de algunas de las propuestas principales para el primer PS VR, por lo que no dudamos que algo similar estén haciendo para un PS VR 2 que ha recibido poco apoyo first party.

No nos sorprendería si Guerrilla Games seguirá trabajando en la franquicia Horizon al tener una de las IPs recientes más redituables para la compañía, pero también se vale soñar con una nueva propuesta del estudio; se habla de que están apoyando el desarrollo de un MMO de Horizon, pero aparentemente no es un desarrollo totalmente a su cargo. A Insomniac Games no se le puede reclamar al ser los que más juegos han publicado esta generación y ya tienen un buen avance con su proyecto anunciado de Wolverine.

En Japón los estudios de la compañía se redujeron a Team Asobi que podría seguir haciendo algo con Astro Bot y Polyphony Digital que seguirá dando soporte a Gran Turismo.

San Diego Studio seguirá haciendo uno de los juegos deportivos más importantes de cada año con MLB The Show. Todo apunta a que Bluepoint seguirá con su especialidad que son los remakes. Ya mencionamos anteriormente a Bungie que seguirá haciendo Destiny y prepara Marathon, mientras que Haven Studio está enfocado en Fairgames.

Como puedes ver, estos párrafos están llenos de incertidumbre. Son contados los proyectos confirmados, y los desarrollos de la mayoría de las productoras de PlayStation siguen siendo una completa incógnita a casi 4 años desde que inició la generación.

¿Tendrá esta generación su nueva gran franquicia estrella como en su momento lo fueron The Last of Us, Uncharted, Horizon o God of War? Es algo que suena improbable pero tampoco imposible. Este año se descarta que tengamos alguna de las grandes exclusivas first party de la compañía, pero no podemos descartar que tengamos anuncios que, por lo menos, nos den un poco de luz sobre los juegos que podrían estar siendo las piezas intergeneracionales entre PS5 y una potencial PS6.

Alianzas con terceros, la apuesta multiplataforma y el doble A como opciones viables

Entre todo este clima de incertidumbre, a PlayStation no le queda más que concentrarse en una estrategia que podemos ver presente en este mismo año: tener alianzas importantes con terceros para mantener una oferta constante de juegos atractivos en el mercado.

Stellar Blade pasó a ser un juego second party en el momento en el que PlayStation se quedó con su publicación. La alianza con Square Enix sigue siendo fuerte cuando tenemos exclusivas temporales importantes como Final Fantasy XVI de 2023, Final Fantasy VII Rebirth de 2024 y hasta propuestas un poco más desafortunadas como Foamstars.

Casos como el reciente estreno de Helldivers II ejemplifican que a veces la apuesta por juegos más modestos que las grandes producciones triple A puede desembocar en sorpresas gratas. Al mismo tiempo este mismo caso ejemplifica que a PlayStation le puede ir muy bien con la apuesta multiplataforma de publicar sus juegos de manera simultánea en PC.

PlayStation sigue siendo muy importante dentro de la estrategia de Sony, pero tras los resultados un tanto desalentadores que se presentaron hoy, parece que es el momento de seguir corrigiendo la estrategia para llevar el negocio a buen puerto.

Y claro, PS5 seguirá siendo una buena consola para jugar los increíbles videojuegos de todos los publishers de la industria, pero no queda más que tener la esperanza que en lo que queda de su ciclo de vida veamos por fin lo que se lleva cocinando por muchos años en sus estudios para tener un cierre que siga ganándose a los jugadores que, al menos en esta generación, han seguido apostando por su hardware frente al de la competencia directa.