MLB The Show 22: ¿Vale la pena?

La transición de MLB The Show a la novena generación de consolas fue… un batazo flojo, digamos. La implementación del editor de estadios, algunas mejoras de calidad de vida y un nuevo sistema de pitcheo fueron lo más memorable. Con ello en mente, cabe estar emocionado por MLB The Show 22, pues se trata de la segunda entrega en PlayStation 5, Xbox Series y ahora también, Nintendo Switch. Se esperaría ver algo más que mejoras incrementales… en teoría. ¿Es entonces esta entrega digna de la nueva generación (ahora sí) o por tanto abarcar, San Diego Studio nuevamente queda en la franja de advertencia? Vamos a ver. Play ball.

Los veteranos de la longeva franquicia saben cómo está el asunto cuando se habla de MLB The Show, pero como estamos conscientes de que, de ahora en adelante, habrá cada vez más novatos, hagamos el repaso tradicional: MLB The Show es, sencillamente, el mejor y único simulador de béisbol oficial que hay en el mercado. Antes era exclusivo de PlayStation, hoy es un juego multiplataforma. Así tal cual.

Como juego aislado -es decir, si no hubiera existido otro MLB The Show jamás- MLB The Show 22 es un juegazo. San Diego Studio no ha arreglado aquello que no estaba roto. El problema viene cuando lo medimos contra otras entregas de la serie… para no ir más lejos, la del año pasado.

El (monótono) camino a la Gran Carpa

Vamos por partes. MLB The Show consta de varias modalidades de juego que, como en otros simuladores deportivos, buscan recrear las diversas facetas de este deporte. En Road to the Show, adoptas el rol de un solo jugador en su camino profesional, desde las categorías de ligas menores, hasta las Grandes Ligas. El año pasado, la novedad fue poder ocupar dos posiciones dentro del diamante, permitiéndote jugar como short stop en algunos partidos y como pitcher abridor en otros, por ejemplo. Este año, eso se queda igual, pero ahora es posible crear hasta 5 peloteros diferentes y llevarlos a tu equipo de fantasía en Diamond Dynasty, aunque con dos observaciones: la primera es que sólo puedes tener un jugador activo a la vez, de modo que tu alineación de equipo de fantasía, sólo mostrará al pelotero que hayas seleccionado como elegible, el otro no existirá. Y la segunda es que las estadísticas en Diamond Dynasty no corresponden con las de RTTS, lo cual no tiene explicación.

En términos generales, tener varios perfiles es la evolución natural de la modalidad y resulta positiva porque lleva la flexibilidad al máximo. Vaya, puedes vivir la experiencia de ocupar cualquier posición, prácticamente en cualquier momento y en varias modalidades. El problema es que esta superposición involucra dos de las modalidades más fastidiosas o monótonas en MLB The Show: Diamond Dynasty -por tratarse del odioso formato de tarjetas- y RTTS porque es un modo un poquito estancado.

Para ser justos, Road to the Show tiene una desventaja enorme (o ventaja, si se le ve desde otro ángulo) que es que la carrera de un jugador de béisbol involucra mil ocho mil partidos, y eso anula casi por completo la posibilidad de darle una estructura narrativa interesante, y una progresión ágil. La alternativa sería crear algo adicional, más scripteado, pero también más breve que permita jugar con un solo pelotero, pero sin invertir años. Mientras eso no exista, acá seguirá siendo un bucle entre partidos y visitas al vestidor, viendo tus estadísticas subir un milímetro cada vez, hasta llegar a AAA y después a la MLB, como tal. A manera de entremés vuelve el mismo podcast live-action con expertos y veteranos reales que hablan de tu personaje de la manera más genérica posible; y regresan también las mismas cinemáticas, tipo documental, donde un compañero o tu coach aparecen para dialogar, dejándote elegir entre algunas opciones. Por supuesto, hay que hacer la aclaración de que nosotros pasamos por este proceso con prisa, lo que lo convierte en una faena, pero para quien se lo tome con calma, será una experiencia entretenida, siempre y cuando no haya pasado por lo mismo hace 12 meses.

Si perteneces a esta segunda categoría, lo único novedoso que notarás es que a los perks y los loadouts del año pasado, ahora se suma la libertad de asignar ciertas fortalezas generales a tu pelotero a la hora de crearlo, haciéndolo veloz, bueno para fildear, bueno para hacer contacto con la pelota o lanzar con control desde el comienzo. Y la función de asignar tus tipos de lanzamiento (bola curva, rompiente, slider, etc.) a los diferentes botones del control, lo cual se agradece, pero pasa más por una mejora de calidad de vida que por una revolución de la modalidad.

Para los fanáticos de los equipos de fantasía (y el micropago), Diamond Dynasty también ofrece varias novedades porque, nos guste o no, lo cierto es que San Diego Studio siempre le pone amor a esta controvertida modalidad. Entre lo más destacado este año están las cartas Supercharged, que progresan por 48 horas, si el pelotero tiene una actuación destacada en la vida real, como en el Opening Day, que hubo varios casos. Son mejoras masivas que, aunque temporales, pueden tener un impacto importante, tanto dentro del diamante, como en la economía de la modalidad.

Se suman las mini temporadas offline, donde tu equipo enfrenta a alineaciones de la comunidad. Debemos reconocer que esta forma de jugar nos tuvo pegados por horas, porque son partidos de 3 innings. Y también está lo que a nosotros más nos entusiasma: Diamond Dynasty soporta juego cooperativo -ya hablaremos de esto, un poquito más adelante-. Por lo demás, acá hay un mundo de cosas por hacer, nuevos tipos de sobres, más de 1400 jugadores,cientos de leyendas, miles de artículos de personalización, bates, uniformes, etcétera, etcétera, etcétera.

Puede parecer un modo por cartas más, pero debemos confesar que, de todos los equivalentes que jugamos al año, éste es el que menos nos desespera. Es posible tener un equipo competente o categóricamente bueno muy rápido. Tus beisbolistas no se sienten exageradamente torpes para obligarte a comprar; acumulas sobres con velocidad; y el balance en línea permite que uno se divierta, no como otros (los estamos viendo a ustedes, FUT y MUT).

Un año tranquilo para el modo Franquicia

Luego pasamos al modo franquicia, que no requiere mayor explicación. En esta forma de juego adoptas el rol de coach/gerente general de un equipo de grandes ligas durante el número de temporadas que se te antoje, disputando tantos partidos como gustes (ya sea del primer equipo o filiales), gestionando el draft, modificando las alineaciones, vigilando presupuestos, haciendo intercambios, en fin. El paraíso de quienes fueron fanáticos de la película Money Ball.

La novedad del año pasado fue la introducción un nuevo menú de alineación que permitía ver cómo evolucionaría tu equipo con el paso de los años y una nueva interfaz de gastos más clara. Este año la innovación es súper marginal; puros ajustes de lógica y de métricas. Si eres un nerd de las estadísticas, felicidades, esto es para ti, pero si eres un jugador villamelón, esto pasará total, absoluta y completamente desapercibido.

El Retorno del Rey

March to October permanece como nuestra modalidad favorita y, por fortuna, este año recibió una mejora súper valiosa: la opción de disputar temporadas consecutivas. March to October es el modo franquicia, pero simplificado y acelerado.

Aquí disputas momentos clave de algunos partidos y tu desempeño en ellos afecta el rendimiento del equipo durante los partidos simulados, que son la mayoría. Es una manera ágil, pero sustanciosa de vivir la experiencia de pasar por una temporada de Grandes Ligas completa, sin tener que disputar cada entrada de los ciento sesenta y tantos duelos que abarca el calendario.

Los intercambios, los fichajes, el ascenso y descenso de peloteros de ligas menores, todo ello está contemplado en el proceso, pero simplificado. Este es un modo más divertido y fácil de completar. Toma pocos días terminar una temporada completa, así que dejarte continuar el camino con tu mismo equipo es magnífico.

Además hay un nuevo sistema de juego entre temporadas que, de nueva cuenta, sintetiza la faena de fortalecer a tu equipo fichando jugadores con una especie de pizarra donde identificas fácilmente lo que tu club necesita, buscas a agentes libres que encajen con esas necesidades y los seduces para que se vayan a tu equipo. Hay hasta una cinemática que abona drama y te revela lentamente si el jugador que querías aceptó tu propuesta de contrato o terminó por irse a otro equipo. Es simple, es rápido y es muy satisfactorio, consistente con la esencia de una modalidad que sigue siendo muy divertida.

Sobre el diamante

Nada de lo anterior importa, si la jugabilidad apesta. Afortunadamente, MLB The Show es un juego completísimo y sobresaliente dentro del diamante, aunque como el resto del paquete, este año recibió pocos cambios. En MLB The Show 21 tuvimos una nueva mecánica de fildeo para batazos lejanos o contra la valla, así como el nuevo sistema de pitcheo con gestos.

En MLB The Show 22 la única "innovación" jugable destacada es que el Indicador de Cobertura del Plato (PCI), es decir, la mira circular con la que le "apuntas" a la pitcheada para batear, ahora tiene una especie de accesorio, una retícula compuesta por tres hileras de tres puntos cada una que te permite anclar la mira en cuadrantes específicos, no solamente en el centro. ¿Para qué sirve esto? Bueno, si estás ante un pitcher que te está tirando puras bolas altas, puedes fijar la mira en la parte superior del PCI para que, a la hora del siguiente lanzamiento, no tengas que mover el stick desde el centro, sino que la mira  ya esté cerca del punto a donde va la pelota, permitiéndote batear más fácilmente… en teoría.

Es un instrumento útil, pero depende un poco de la suerte. Puede que luego de tres bolas altas, el lanzador decida mandarte un sinker abajo y, si fijaste el PCI arriba, el asunto será contraproducente. Debemos conceder que esta herramienta sí nos dejó conectar algunos imparables, pero no diríamos que es decisiva. Es una mejora incremental. Como incrementales son también las nuevas animaciones que, honestamente, ni notamos.

Donde hubo cambios más notorios fue en la presentación. Matt Vasgersian, Mark DeRosa y Dan Plesac pasan la estafeta a Jon "Boog" Sciambi y Chris Singleton, mientras que la reportera Heidi Watney también dice adiós. En su lugar, ahora hay más fanfarria antes de los partidos. A veces cantan el himno, otras veces puedes ver a alguien hacer la primera pitcheada, en fin. El paquete gráfico también es distinto y, en general, la introducción a los partidos tiene un matiz un poco más "épico", por ponerlo de alguna manera, pero este tipo de cosas terminan por volverse cansadas, luego de 10 o 15 partidos.

El tema de la narración no cambia mucho. Notamos un poco más de anécdotas, que era algo que habíamos pedido el año pasado, pero en general, prevalece el estilo descriptivo y minimalista de hablar sobre lo que pasa en el diamante y si no sabes inglés, bueno, pues da absolutamente lo mismo. No, MLB The Show 22 no viene en español, a pesar de que el béisbol es un juego súper popular en México, Venezuela, Panamá, Dominicana, Puerto Rico y un larguísimo etcétera.

MLB The Show 22 es un juego hermoso de ver y como es tan estático, y no se juega bajo aguaceros o con nieve, los recursos gráficos se vuelcan sobre una apariencia realista que, sin embargo, no ha evolucionado desde el año pasado. El juego se ve exactamente igual e, incluso, permanecen las sutiles anomalías de framerate durante las escasas secuencias cinemáticas que hay (un cuadrangular, un walk-off, un ponche). Esto es algo que no terminamos de entender y que resulta todavía más notorio en Xbox Series S, donde también jugamos un rato. A eso se suman entornos que parecen escenografía de obra de teatro escolar -otro detalle que no ha cambiado-. Dicho esto, son aspectos menores que no afectan en nada una jugabilidad que, de otro modo, es bastante tersa.

Lo que sí afecta un poco la jugabilidad -igual que el año pasado- es el lag online. Esto es algo que habíamos reportado y que está plenamente documentado en foros, así que no somos los únicos. Te conectas a jugar y hay… breves… pausas… en ciertos… momentos. Nuestra velocidad es de 80 megas y este es un deporte bastante estático, así que si no es el netcode, no sabemos qué diablos es. No nos pasa con FIFA, no nos pasa con Madden, no nos pasa con eFootball. Afortunadamente, esto ocurre digamos, una vez cada 2 o 3 minutos, por ejemplo, y dura, literalmente, una fracción de segundo, así que MLB The Show 22, en línea, sigue siendo jugable y disfrutable, pero es una imperfección notoria y persistente.

De hecho, este año MLB The Show 22 es más jugable y disfrutable en línea porque se introdujo juego cooperativo, y la verdad divierte muchísimo. Se puede jugar de 2 Vs. 2 o de 3 Vs. 3, tomando turnos al bate y repartiéndose las tareas defensivas cuando corresponde. Jugar así es padrísimo y no tuvimos un solo problema para encontrar partidas porque hay crossplay, así que, de hecho, en nuestro primer partido, nos tocó con alguien de Xbox y la pasamos genial. Obvio, si hablas inglés mejor, porque es la nacionalidad de la mayoría de los jugadores, pero como sea, es un agregado valioso. Además hay progresión cruzada. Esto nos dejó avanzar en el mismo juego, tanto en PlayStation 5, como en Xbox Series S, estando incluso en dos casas diferentes. Es súper práctico, aunque probablemente donde más valor tenga sea en Switch porque podrías empezar jugando en, digamos, Xbox Series X y llevarte tu partida a la calle después.

Como mejoras menores tenemos nuevas herramientas de entrenamiento que permiten practicar double plays, pisa y corre, así como fildeo de diferentes tipos de batazo. Y, por último, está el creador de estadios, que fue otra de las grandes innovaciones del año previo y está de regreso, pero más pulido. En 2021 padecía algunas anomalías visuales y era imposible crear estadios nocturnos. Esas anomalías ya no están y ahora puedes crear estadios nocturnos. Así de simple.

¡Cómo duele crecer!

MLB The Show 22 es una muestra muy clara de lo que ocurre cuando un juego de cualquier tipo, de pronto tiene que abarcar más plataformas. Esto es buenísimo para efectos de comunidad. El pool de jugadores ahora es más grande y se nota en los modos online, y el cross-progression es algo sensacional, si puedes sacarle provecho. Pero es evidente que optimizar tantas versiones del título y manufacturar todas estas expansiones técnicas, pasó factura a la innovación, donde MLB The Show 22 es una edición sumamente discreta, incluso más que el año pasado.

Si eres un jugador de PlayStation 5 con comezón por un juego de béisbol, mejor cómprate MLB The Show 21. De verdad. Es casi el mismo juego, pero a un costo mucho menor. Si estás en Xbox y tienes Game Pass, adelante, MLB The Show 22 es el pináculo de la serie, así haya evolucionado muy poco, pero a ti no te va a costar un centavo extra. Y si tienes Switch, todo indica que el juego viene completo y es disfrutable, siempre y cuando estés dispuesto a hacer algunos sacrificios técnicos. Esa, sin embargo, es una reseña que haremos posteriormente. Pero, para terminar pronto, MLB The Show no evolucionó lo suficiente este año.