Antes de la Nintendo Switch, PlayStation ya te dejaba jugar en cualquier lugar con esta consola: una propuesta que Sony nunca volvió a replicar

Aunque hoy en día es bastante común llevar en nuestros bolsillos una consola portátil tan potente como una de sobremesa, a inicios de los años 2000 la idea parecía completamente loca.

Los dispositivos portátiles de la época estaban limitados a opciones de baja potencia, como el Game Boy o el posterior Nintendo DS. En este sentido, parece que PlayStation se adelantó varios años a la Nintendo Switch creando una consola que, si bien no era completamente portátil, era sumamente fácil de llevar a todas partes y jugar casi en cualquier lugar: hablamos, por supuesto, de la icónica PS1 con pantalla.

Una de las mejores consolas de PlayStation

El PlayStation 1 salió en 1994, y aunque en sus primeros años fue una consola grande y bastante robusta, con el tiempo, específicamente en el año 2000, Sony lanzó una versión mini de la misma. Por supuesto, el proceso de miniaturización fue un desafío técnico, pero Sony logró ofrecer una experiencia de juego completa sin perder el rendimiento característico de la consola.

Lo cierto es que esta consola era muy fácil de transportar gracias a su tamaño reducido y su diseño más liviano. Y a diferencia del PS1 original, algunas versiones mini incluían una pantalla integrada, lo que las convertía en una opción aún más práctica para quienes quería llevar sus juegos a todos lados. La pantalla era de 5 pulgadas y a color, ofreciendo una calidad visual más que aceptable para su época.

Estas características hicieron que la PS1 con pantalla fuera perfecta para llevarla a todos lados. Solo necesitaba una fuente de energía para funcionar, lo que la hacía mucho tan accesible como otras consolas dedicadas que llegaron más tarde, como la Wii U o incluso la Nintendo Switch.

Siguiendo esta lógica, podemos concluir que Sony, al ofrecer esta versión de la consola, adelantó a muchos competidores en términos de movilidad y facilidad de uso. Es una lástima que Sony no haya seguido explorando este concepto con nuevas versiones de sus posteriores consolas.

La PS1 con pantalla fue una propuesta que anticipó muchas de las características que más tarde se convertirían en esenciales en las consolas portátiles modernas. Y aunque no tuvo la continuidad esperada, su legado perdura como un ejemplo de cómo una pequeña innovación puede cambiar nuestra forma en que disfrutamos de los videojuegos.