La Xbox original implicó la intervención de un gigante de la tecnología digital, como lo es Microsoft, a la industria de los videojuegos. Aunque en la actualidad Xbox vive una crisis financiera y de identidad, su primera consola fue un éxito moderado y mostraba un futuro prometedor como el tercer grande, luego de PlayStation y Nintendo.
En cuestiones de estética, la Xbox original es voluminosa. Era una caja enorme porque tenía componentes de PC en su interior y se debía ajustar para que hubiera el suficiente espacio. Aunque se podría pensar que esta estructura salió de la mente de un diseñador o un ingeniero, la realidad es que el padre de Xbox se dedicaba a algo ajeno a los videojuegos.
La profesión original del creador de Xbox
A muy pocos le suena el nombre de Seamus Blackley, pero fue él quien le propuso a Microsoft que la Xbox debía tener una estructura similar a la de una computadora, con fin de distinguirse de la PS2. El caso es que Blackley en realidad pertenecía a un círculo de científicos en Estados Unidos y su llegada a la industria de los videojuegos fue sólo pasión.
El padre de Xbox estudió física en la Universidad Tufts cerca de Boston, Massachusetts. En su segundo año de carrera universitaria ya había publicado un artículo científico bajo su nombre original en la Revista de Resonancia Magnética de dicha institución pública. Tras graduarse, Blackley acudió al Laboratorio Nacional Ferm en Chicago para investigar más sobre la física de altas energías.
¿Cómo Seamus Blackley terminó en Xbox?
En su transcurso como científico, Blackley descubrió que el desarrollo de videojuegos era algo que lo motivaba. Al salir del Laboratorio Nacional Ferm, incursionó en este mundo y contribuyó en la implementación de sistemas de física y partículas de diferentes títulos en algunos estudios en Estados Unidos. Con el tiempo, el mismo Bill Gates fue quien descubrió su talento y lo invitó a formar parte del proyecto que daría forma a la primera Xbox.
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