El E3 de 2008 fue un momento clave para la industria de los videojuegos. En plena batalla de la séptima generación de consolas, Microsoft llegó con una declaración audaz: su Xbox 360 superaría en ventas a la PlayStation 3 de Sony en todo el mundo. Si bien ahora esto puede parecer algo osado, en su momento pensar así por parte de la marca verde no parecía una locura.
Don Mattrick, durante la conferencia de Microsoft en el E3 2008, aseguró con firmeza que su consola terminaría la generación como la más vendida:
"Estoy dispuesto a declarar aquí, que en esta generación Xbox 360 venderá más consolas en todo el mundo que PS3", declaró el entonces vicepresidente senior de la división Xbox de Microsoft
Unos días más tarde, en una entrevista con Eurogamer, el propio Mattrick reafirmaría su postura:
"Somos la primera consola de esta generación que ha superado los 10 millones de unidades, hemos superado muchos umbrales en términos de títulos de calidad. Si miras las reseñas agregadas de todo el mundo, entras en Metacritic y cuentas la cantidad de títulos con una calificación de 90 en nuestra plataforma, compáralos con Wii, compáralos con PlayStation 3: no hay comparación".
Sin embargo, al final los números no le dieron la razón. A pesar de que la Xbox 360 tuvo una ventaja inicial y fue un éxito rotundo en mercados como Estados Unidos, al final del ciclo de vida de ambas consolas, la PlayStation 3 logró superar sus ventas globales. Microsoft se quedó corto en su ambiciosa predicción, y la historia nos muestra por qué.
El comienzo de la guerra: Xbox 360 contra PS3
Si había un momento ideal para que Microsoft dominara el mercado, era el inicio de la séptima generación. Xbox 360 salió al mercado en 2005, un año antes que la PS3, y a un precio mucho más accesible. Sony, por otro lado, se complicó con una consola de 600 dólares que, aunque poderosa, fue un desafío tanto para desarrolladores como para jugadores.
En los primeros años, la ventaja fue clara para Xbox 360. Juegos como Gears of War, Halo 3 y una infraestructura online superior con Xbox Live la convirtieron en la opción preferida de muchos. Además, la PS3 sufrió con un catálogo de lanzamiento débil y un hardware difícil de programar, lo que llevó a que muchos juegos multiplataforma tuvieran un mejor rendimiento en la consola de Microsoft.

La remontada de PlayStation 3
A medida que pasaban los años, Sony aprendió de sus errores y comenzó a dar la vuelta a la situación. La reducción de precio de la PS3, junto con modelos más accesibles y eficientes, ayudó a recuperar terreno. Pero lo que realmente marcó la diferencia fueron los juegos exclusivos: Uncharted 2, The Last of Us, God of War III y Gran Turismo 5 demostraron la potencia de la consola y atrajeron a más jugadores.
Otro factor clave fue la lealtad del mercado japonés y la fuerte presencia en Europa. Mientras que en Estados Unidos la Xbox 360 mantuvo una base sólida, en otras regiones la PS3 fue ganando terreno. A esto se sumó la popularidad del Blu-ray, que Sony incorporó en su consola y que terminó convirtiéndose en el estándar de la industria.
Al final de la generación, las cifras fueron contundentes:
- Xbox 360: Alrededor de 84 millones de unidades vendidas.
- PlayStation 3: Aproximadamente 87,4 millones de unidades vendidas.
- Wii: La gran ganadora de la generación, con 101,63 millones de unidades vendidas.

La diferencia no fue abismal, pero suficiente para que PlayStation se llevara la victoria en la séptima generación. Microsoft había dominado por años, pero el impulso final de PlayStation fue más fuerte.
El desenlace de esta historia tuvo un impacto en la industria. Microsoft entró en la siguiente generación con una estrategia diferente, apostando por la conectividad y el entretenimiento con Xbox One, aunque con errores de comunicación que le costaron caro. Sony, por su parte, entendió la importancia de un lanzamiento sólido y tomó la delantera con la PlayStation 4.
En retrospectiva, la declaración de Xbox en 2008 refleja el optimismo de una empresa que creyó tener asegurado el liderazgo, pero que no supo prever el contraataque de su competidor. Xbox 360 fue una gran consola y dejó una huella importante en la industria, pero nunca logró vencer globalmente a la PlayStation 3, y al final, se quedo con una predicción fallida y un presagio de 2008 no cumplido.
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