Los juegos ya son costosos, tanto en Estados Unidos, como en el resto del mundo, pero para el presidente de Capcom, Haruhiro Tsujimoto, no lo son lo suficiente. El medio financiero japonés, Nikkei, documentó las polémicas declaraciones del ejecutivo nipón, quien, en el marco de la pasada Tokyo Game Show, lamentó el hecho de que el desarrollo de videojuegos incrementara sus costos 100 veces, a lo largo de las últimas décadas, no así el precio al consumidor.
"Los costos de desarrollo son aproximadamente 100 veces más altos que durante la era del Famicom, pero los precios del software no han subido tanto (...) También hay una necesidad de aumentar los salarios. Teniendo en cuenta el hecho de que los salarios están aumentando en la industria en su conjunto, creo que aumentar los precios unitarios es una opción saludable para el negocio".
Tsujimoto descartó que las condiciones macroeconómicas globales jugaran un rol en ese tipo de decisiones. Argumentó que, incluso durante las peores crisis, la gente ha seguido consumiendo entretenimiento, y los videojuegos no son la excepción. "El hecho de que haya una recesión no significa que dejarás de ir al cine o al concierto de tu artista favorito. Los juegos de alta calidad seguirán vendiéndose".
La luna de miel de Capcom
Aunque el argumento salarial da un matiz altruista a las declaraciones de Tsujimoto, cabe recordar que, de los albores de la industria, a la fecha, los videojuegos han incrementado sus microtransacciones de manera exponencial, lo cual pone en entredicho las motivaciones del ejecutivo.
Tampoco está de más recordar que, hasta antes de Resident Evil 7, la reputación de Capcom estaba pasando por un muy mal momento. Eso, claramente, ya se olvidó. Cabe preguntarse si, de estar en la misma situación, ejecutivos como Tsujimoto tendrían el valor de hacer impopulares declaraciones como esta.