Ya pasó más de un año y medio desde que se estrenó Splatoon 3, juego que llegó como un ‘más de lo mismo’ –en el mejor sentido de la frase– para una serie que ha hecho muy bien las cosas en las consolas de Nintendo. Si sumamos las ventas que acumulan tanto Splatoon 2 como Splatoon 3 en Nintendo Switch, la serie se posiciona como una de las más vendidas en la plataforma, por lo que es muy posible que si tienes en casa cualquiera de los modelos de la consola híbrida de Nintendo, no seas ajeno al shooter de los calamares de la 'gran N'.
Parece mentira que Splatoon 3 se aproxima a los dos años de actualizaciones gratuitas constantes que se prometieron en su lanzamiento. Para ‘despedirlo’, por así decirlo, tenemos La Orden del Caos, un nuevo modo de juego que forma parte del Pase de Expansión que se puso a la venta casi desde el lanzamiento del juego.
Siendo sinceros, el primer DLC del pase de expansión no valía la pena. Está bien tener la nostalgia de querer ser recibidos por el lobby del primer juego de la serie, pero es difícil que este elemento meramente cosmético justifique el pago de un pase que cuesta la mitad del juego completo.
Afortunadamente, el platillo principal de estas expansiones llegó hace un par de semanas y es algo sumamente distinto. La Orden del Caos tiene la promesa de ofrecer algo fresco para un jugador, en un título claramente enfocado a sus contenidos multijugador. ¿Lo logró? Acompáñanos a descubrirlo en nuestra reseña.
En un mundo en el que triunfó el caos…
Si has seguido la historia de la serie sabrás que el último Splatfest de Splatoon 2 se enfrentaron el equipo del Caos a cargo de Perla contra el equipo del Orden a cargo de Marina. El Caos terminó triunfando y, aunque no lo creas, eso terminó determinando el planteamiento del que nace La Cara del Orden, la expansión de Splatoon 3.
Como el Orden fue la facción perdedora, el villano principal de esta expansión es una entidad que busca el máximo orden a toda costa en un mundo que ha perdido el color. Marina –quien perdió en el Splatfest– está secuestrada por esta entidad y Perla –quien resultó ganadora– nos asiste en la forma de un dron que nos acompaña.
Eventualmente las dos idols de Cefalopop se convierten en nuestras aliadas para que el mundo de Splatoon tenga la dosis perfecta de Caos ante una entidad que quiere cambiar para siempre el universo del juego.
Una torre de retos con el gameplay adictivo de los roguelike
En esta aventura original tomarás el papel de Agente 8, una octoling que tiene la misión de hacer frente a la entidad del Orden, quien ha robado el color al mundo de Splatoon. Tras rescatar a Marina en una especie de tutorial que explica el ciclo de juego, te enfrentarás a una torre de retos con 30 pisos que hay que superar para llevarse la victoria.
Como es natural en los roguelike, cada vez que pierdes hay que comenzar el desafío desde cero. No dudamos que haya quienes sean capaces de superar en pocos intentos esta torre y todos sus retos, pero el juego está diseñado con un altísimo nivel de dificultad en el que la progresión de tu protagonista va rebajando, gradualmente, el desafío.
Hay distintas pruebas que te pueden aparecer en los pisos de esta torre de retos:
- Eliminar enemigos escurridizos: tienes que matar a tres adversarios que cuentan con alta movilidad.
- Controlar zonas: hay que dominar, por un tiempo determinado, una o dos zonas tal y como sucede en el modo de juego del mismo nombre que puedes disfrutar en el multijugador.
- Reventar nidos: esta prueba tiene una dinámica similar a Salmon Run, pues deberás sobrevivir a oleadas infinitas de adversarios que protegen nidos de los que salen enemigos sin parar. Deberás ser capaz de acabar con esas fuentes de donde salen tus adversarios antes de que te revienten.
- Mover la baliza: en un punto del escenario aparecerá una baliza cuyo movimiento depende de girar una hélice con la tinta. Tu misión consiste en desplazarla hasta la meta mientras sobrevives a las oleadas infinitas de enemigos.
- Desplazamiento de esferas: esta misión similar a la del desplazamiento de la baliza te pide mover un par de esferas a un punto concreto del escenario, aunque a diferencia de la baliza no hay una ruta preestablecida, sino que se mueven de manera completamente libre en la arena de batalla.
Además de esta variedad de retos, cada diez pisos hay que enfrentar a un jefe cuyas dinámicas nos recuerdan a los que encontramos en la campaña principal de Splatoon 3.
Como jugador puedes elegir entre tres opciones de retos cada que subes un piso. Hay misiones fáciles, normales, difíciles e intensas, a veces con un reto extra especial o peligros adicionales al nivel de dificultad. A mayor reto, mejores recompensas. Si solo te enfocas a las misiones fáciles, tarde o temprano se te ofrecerán los retos más complicados como la única salida, por lo que te conviene tener una selección variada conforme escalas la torre.
Si llega la inevitable derrota, todo lo que conseguiste se convierte en perlas que puedes usar para comprar "hackeos", que no son otra cosa que mejoras permanentes que harán que en tu próximo intento puedas tener un poco más de esperanzas de sobrevivir.
La combinación de armas y potenciadores son la clave de la variedad
No mentimos si calificamos La Orden del Caos como el modo para un jugador más intenso que se ha hecho en toda la serie Splatoon. Aunque pudieron haberse agregado más ingredientes en pro de la variedad en cada partida–más tipos de retos y de enemigos–, por lo menos el amplio abanico de armas que ya se incluyen en el juego genera que las partidas sean increíblemente distintas entre sí.
Aunque pudo haber más variedad de retos, el amplio abanico de armas genera una mecánica muy distinta en cada partida.
Si no eres ajeno a Splatoon sabrás que es abismalmente distinto disparar con un Lanzatintas a hacerlo con un Pincel, o un Rodillo. Asimismo, cada una de las granadas son muy distintas entre sí y lo mismo aplica para los poderes especiales. Pues bien, cada que empiezas una partida en La Orden del Caos estarás atado a un arma específica durante todo tu intento por sobrevivir a los 30 pisos de la torre y, dependiendo de tu selección, la experiencia de juego cambiará bastante. Hay enemigos que son muy fáciles de derrotar con ciertas armas o poderes, pero esas mismas armas pueden ser débiles para otros elementos de los retos.
Como funciona el juego es que irás desbloqueando ‘paletas’ asociadas a personajes emblemáticos de la franquicia. Esas paletas poseen un arma principal, un arma secundaria y un poder. Si bien los poderes y el arma secundaria pueden cambiarse pagando monedas de juego en máquinas expendedoras que aparecen de vez en cuando en cada ‘run’, el arma principal permanecerá intacta a lo largo de todo tu intento. El juego te obliga a jugar con todas las armas, pues cada una de las paletas tiene tres recompensas únicas que se otorgan al superar los pisos 10, 20 y 30, lo que implica que si quieres desbloquearlo todo hay que terminar una vez el roguelike con cada arma. Entre las recompensas hay nuevas paletas, elementos cosméticos para el juego principal y páginas de un diario que te ofrece un poco de historia de lo que pasó con Cefalopop tras los eventos de Splatoon 2.
Finalmente y, no menos importante, está el sistema de chips, que es el principal ingrediente de la variedad en este roguelike. Los chips no son otra cosa que potenciadores que se van colocando en tu paleta. Hay potenciadores que afectan la fuerza y distancia de tus disparos, otros afectan la velocidad de movimiento, mientras que otros tienen impacto sobre la velocidad de recarga de la tinta. También hay otros chips que te ayudan a mejorar el dron que te acompaña en el juego y que te da un poco de soporte en las batallas arrojando granadas y otros ataques automáticos. Conforme escalas la torre de tí depende cómo irás construyendo a Agente 8 con los chips que obtienes tras superar cada piso o que compras en máquinas expendedoras. Los chips vienen clasificados en colores que están asociados a las áreas de mejora y puedes crear todo tipo de combinaciones que transforman por completo la jugabilidad.
Quizá lo más adictivo de volver a tratar de vencer la torre fue ver qué tanto cambia la jugabilidad al combinar lo distintas que son las armas de cada paleta con los chips que van construyendo al protagonista sobre la marcha. Esto generó una dinámica muy divertida que nos hizo regresar una y otra vez más hasta conquistar la mayoría de las recompensas.
Un excelente planteamiento que puede expandirse en un contenido más ambicioso
La Orden del Caos es un añadido más que bienvenido para Splatoon 3 y nos sorprendió con su mezcla de elementos para crear uno de los modos de juego más caóticos, intensos y divertidos que hemos tenido en la serie. Es cierto que un poco más de variedad en los enemigos y tipos de reto le hubieran caído excelente a este modo de juego, pero lo distinto que es jugar con cada una de las armas y las locuras que se pueden lograr en la construcción del protagonista con los chips, generaron una dinámica lo suficientemente adictiva como para no podernos despegar de este roguelike.
Con este añadido, Splatoon 3 no solo tiene la campaña más completa y divertida de toda la serie, sino que también su expansión nos presenta uno de los modos de juego más divertidos y robustos que ha tenido la franquicia para disfrutar en solitario.
La Orden del Caos se siente como una idea fresca sobre la que se puede seguir construyendo en el futuro. Si Nintendo se atreve a seguir experimentando con esta modalidad, tiene las piernas suficientes para convertirse en un modo de juego tan relevante como los de sus propuestas multijugador en un potencial Splatoon 4. Esperamos que no sea la última vez que el shooter de Nintendo experimente con un roguelike como este, pues nos ha dejado con ganas de ver lo que se puede lograr si se añaden unos cuantos ingredientes más a la fórmula.
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