Hay momentos en la vida donde una simple decisión puede cambiarlo todo. Para Mario Castañeda, esa bifurcación se presentó cuando le ofrecieron convertirse en la voz de Goku en Dragon Ball, uno de los personajes más icónicos del anime y la cultura pop mundial. Pero lo que pocos sabían es que, en un principio, Castañeda rechazó la oferta. Sí, el hombre detrás del “¡Kamehameha!” que ha emocionado a generaciones estuvo a punto de no convertirse en la leyenda que hoy conocemos.
Mario Castañeda rechazó el papel de Goku
Todo esto salió a la luz recientemente durante una charla con Aura Series, donde Mario reaccionaba a diversas imágenes que lo llevaron a recorrer su carrera. Cuando apareció Goku en pantalla, no pudo ocultar la gratitud por todo lo que este personaje le ha brindado durante las últimas tres décadas. Sin embargo, también confesó el detalle que pocos conocían: la negativa inicial.
Mario tenía una relación complicada con Gloria Rocha, la directora de doblaje de Dragon Ball en ese entonces. Una disputa previa que, según cuenta él mismo, ella ni siquiera recordaba, lo mantenía firme en su decisión de no aceptar el papel.
“Le dije: gracias, Gloria, pero no gracias. No puedo grabar tu serie, tengo mucho trabajo’”, recordó Castañeda, dejando claro que, en el fondo, no solo era cuestión de agenda.

Pero la historia no termina ahí, y es justo en este punto donde la magia y el poder de Dragon Ball se manifiestan fuera de la pantalla. Mario llevó la noticia a casa, donde lo esperaba su hijo de tan solo ocho años. Al contarle que había rechazado ser la voz de Goku, la reacción del pequeño fue tan contundente que cambió el curso de la historia del doblaje latinoamericano.
"Tenía un hijo de ocho años que se volvió loco cuando le dije que me habían ofrecido a Goku y aquí estoy 29 años después", finalizó Mario entre risas.
Ese momento, ese destello de ilusión infantil, fue lo que lo hizo recapacitar. Así, gracias a la reacción de su hijo, Mario Castañeda decidió aceptar ser la voz de Goku. Lo que parecía una simple elección laboral se convirtió en el inicio de una de las trayectorias más longevas y queridas en el mundo del doblaje en español, y hoy, casi 30 años después, no podemos imaginar al legendario saiyajin sin la voz de Castañeda resonando en nuestra memoria colectiva.

¿Cómo habría cambiado la historia si su hijo no hubiera reaccionado así, o si Mario hubiera mantenido firme su negativa?, ¿habría otro Gokú con la misma fuerza, con el mismo carisma en su voz? Tal vez no. Y esa es la belleza de esta historia: cómo una decisión, influenciada por la familia, terminó dando forma a uno de los fenómenos más importantes del doblaje en nuestro idioma.
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