Después de conocer a John Walker, el personaje de Wyatt Russell, en The Falcon and the Winter Soldier, lo cierto es que a muchos nos quedó la imagen de un antipático farsante que solo buscaba hacerse con el lugar que alguna vez ocupó Steve Rogers. Pero ahora que el personaje se ha redimido con Thunderbolts, la visión que muchos teníamos de él ha cambiado, y no solo en el presente: también en el pasado. De esta manera, Thunderbolts transformó por completo mi percepción de U. S. Agent en The Falcon and the Winter Soldier.
Una empatía de retrocontinuidad para U. S. Agent
Cuando el Capitán América decidió dejar atrás el escudo, el gobierno de los Estados Unidos actuó rápido para llenar el vacío. Y eligieron a John Walker, un soldado condecorado, como el nuevo símbolo nacional. La decisión no fue bien recibida por Sam ni por Bucky, y eso generó una tensión inmediata que alimentó el rechazo colectivo hacia Walker. Lo cierto es que el MCU no lo pintó como un héroe, sino como un impostor sin carisma, arrogante y con tendencias peligrosas. Y aunque su caída era inevitable, pocos se detuvieron a pensar en quién era realmente.
Thunderbolts nos ofrece una visión mucho más íntima y devastadora de Walker. Ya no es solo el militar rígido que quiere ocupar un lugar ajeno, sino un hombre que perdió todo y ni siquiera sabe cómo lidiar con ello. Por ejemplo, la escena en la que ignora a su hijo mientras lee un artículo que lo condena como Capitán América no es un simple guiño de The Void: es una declaración de ruina personal. De pronto, lo que parecía arrogancia en el pasado empieza a sentirse más como una máscara para tapar la vergüenza.

Gracias a esa representación más matizada en Thunderbolts, incluso sus momentos en The Falcon and the Winter Soldier adquieren otra lectura. Su entusiasmo al conocer a Sam y Bucky, su frustración al no ser aceptado, y su desesperación tras cada error, ya no parecen simples caprichos de ego herido. Son parte de una lucha interna que nunca vimos del todo porque él mismo intentaba ocultarla. Y eso vuelve a Walker un personaje mucho más humano de lo que pensamos en un inicio.
U. S Agent: el nuevo Vengador del MCU
A veces, el tiempo y una nueva historia nos permiten reinterpretar lo que creíamos definitivo, y en este sentido, Thunderbolts no solo expande el universo Marvel, también repara lo que parecía irremediable: la imagen de un hombre que solo quería ser útil, pero que fue arrastrado por el peso de expectativas imposibles. Una cosa está clara: con Thunderbolts renombrada como New Avengers, queda más evidente que Walker nunca fue un villano. Era un soldado roto, ignorado cuando más necesitaba ser escuchado. Y hoy, por fin, empieza a alzar la voz desde las ruinas de lo que fue.
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