Esta fue la versión alternativa menos querida de la Wii: fue uno de los peores lanzamientos de Nintendo

Durante su primera etapa, la Wii sorprendió a todos al vender unidades por cantidades exageradas. Hasta la misma Nintendo no esperaba que el éxito le llegaría tan rápido y en su lanzamiento era casi imposible encontrarla en las tiendas, incluso con la Xbox 360 y la PS3 en las estanterías. 

La compañía de Kioto supo cómo gestionar el ritmo de la demanda y se mantuvo estratégico con su oferta, sumado a la buena dosificación en el estreno de juegos, lo que que construyó un catálogo de envidia. No obstante, hubo una versión alternativa de la Wii que no recibió la aceptación que se esperaba y fue una de las ideas menos inspiradas de Nintendo.

La versión menos querida de la Wii

A finales del 2012, cuando el ciclo de vida de esta consola de séptima generación ya había acabado oficialmente, los de Nintendo decidieron lanzar la Wii mini, una edición más compacta y económica de la original. Pero, para rebajar su precio, la empresa debió sacrificar diferentes características clave y eso no fue del agrado de muchas personas.

Para comenzar, la Wii mini no se podía conectar a Internet, es decir, se quedó sin funciones online, como el multijugador o descarga de juegos. Además, perdió toda la retrocompatibilidad con la GameCube, no venía con los puertos para los controles y las tarjetas de memoria de esa consola. Por si fuera poco, la calidad de imagen era peor que en la Wii estándar. 

La carencia técnica en el pequeño dispositivo de Nintendo provocó muy malas ventas. En un artículo de TechRadar se señala que los jugadores estaban tan desinteresados en las Wii mini que las tiendas en el Reino Unido prefirieron no mostrarlas al público y decidieron no venderlas ni promocionarlas.

En defensa de la Wii mini 

Hay que estar conscientes que la Wii mini tiene más defectos que virtudes. Sin embargo, aún tiene aspectos positivos más allá de su bajo costo, que rondaba unos 99 dólares de la época. Por ejemplo, se fabricó para ser más resistente que la edición original, ideal para los niños y transportarla era más fácil gracias a su peso y tamaño.