Irvin Escalona
EditorAmante de la cultura pop, los videojuegos y el anime. De muy pequeño descubrí que se podía vivir de escribir y aquí sigo. Aún pienso en el final E de Nier: Automata.
Desde inicio de los dos mil, la llamada "guerra de consolas" se divide en tres frentes: Nintendo, PlayStation y Xbox. En el pasado, la batalla estaba muy definida por el tema de los juegos exclusivos y la potencia tecnológica, pero en la actualidad esto se diluyó, dando paso a una ecosistema de videojuegos más compartido. Sin embargo, Microsoft haría un ataque sorpresa que hasta la fecha se mantiene como un estándar de la industria.
En el presente, ser gamer es más caro que nunca y al mismo tiempo, con menor recompensa. Pagamos por servicios, microtransacciones, juegos de ediciones Deluxe, accesorios y un largo etcétera. Antes habían cosas que no te cobraban y Xbox supo cómo monetizar algo a lo que ni PlayStation ni Nintendo pudieron resistirse de replicar .
La jugada maestra de Xbox
Para los que vivieron en la época de la PS2, la Xbox original y la GameCube, las partidas online todavía no eran algo necesario. Con base en ello, es que Microsoft tomó la idea de cobrar por jugar en línea proveniente de la Sega Dreamcast y lo implementó con mejoras en su primera consola con un servicio que costaba más de 40 dólares al año.
El Xbox Live fue el modelo que estableció el estándar actual de pago para jugar mediante Internet. Sin embargo, ambas compañías japonesas dejaron pasar la oportunidad de implementar esta tarifa extra tanto en sus dispositivos de sexta como de séptima generación.
No fue hasta con la PS4 en 2013 que PlayStation cambió su política, y comunicó que era obligatorio tener una suscripción activa a PlayStation Plus para jugar online, un sistema sospechosamente parecido al de Xbox. Los de PlayStation argumentaron que dicho cobro permitía mejorar la infraestructura y la estabilidad de los servidores.
Nintendo todavía tardó más. Su primer servicio de paga se llamó Nintendo Switch Online y salió en 2018 con un precio inicial de 20 dólares anuales. La empresa de Kioto se justificó al afirmar que esto era más que un simple cargo adicional, ya que lo presentó como una suscripción con diferentes beneficios.
El online fue gratis y no lo apreciamos
Durante mucho tiempo, el juego en línea en consolas fue gratis y pocos se detuvieron a pensar en lo que eso significaba. No había membresías, niveles premium ni servicios plus, solo fue la conexión y juego. Por otro lado, los usuarios en PC disfrutan de servidores online sin cuotas mensuales. Lo que empezó como una mejora terminó siendo un negocio recurrente y sin darnos cuenta, los jugadores ayudamos a consolidarlo.
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