La muerte dentro del género superheroico es un tópico tan manoseado que, hoy en día, es casi imposible creer que un superhéroe muerto permanecerá realmente muerto. Esto es algo evidente incluso en el MCU, donde, aunque Capitán América e Iron Man están retirados, no es raro ver variantes de estos personajes ocupar un lugar que, por lo menos durante algunos minutos, creímos irremplazable. Sin embargo, en el pasado las cosas no eran tan previsibles y Marvel Nemesis: Rise of the Imperfects demostró que una historia de superhéroes realmente podía ser definitiva, brutal e irreversiblemente desesperanzadora.
El juego que mató a los superhéroes de Marvel
Desde la muerte de Superman en los años noventa, el género de los superhéroes adoptó un enfoque recurrente hacia la “muerte” de sus grandes iconos, un recurso que rápidamente se convirtió en una estrategia para generar expectación y, por supuesto, dinero. De esta manera, los héroes morían temporalmente solo para regresar poco después con algún nuevo giro o elemento que nos hacía creer que su resurrección les otorgaba un giro definitivo. Sin embargo, este dicho acabó diluyendo el impacto de las muertes de nuestros personajes favoritos, volviéndola una mera forma de marketing y sin consecuencias reales.
Afortunadamente, no toda la narrativa de superhéroes se ha regido por esta fórmula, y en 2005, Marvel Nemesis: Rise of the Imperfects ofreció una visión genuinamente oscura y perturbadora sobre la muerte de los héroes de la Cada de las Ideas. Desarrollado por EA Games, este título para PS2 y Xbox presentó una historia que no dudó en poner a los héroes más grandes del universo Marvel en una situación verdaderamente irreversible.
Marvel Nemesis: la desesperanza hecha realidad
La premisa de este juego era bastante sencilla: un grupo de superhéroes corruptos, los Imperfects, creados por una inteligencia artificial, desatarían el caos al enfrentarse a los héroes más poderosos de la Tierra. Es así como desde la misma cinemática de introducción, los jugadores son testigos de la brutalidad con la que los Imperfects terminan con la vida de figuras como Capitán América, Punisher y Hulk.
Este arranque tan violento dejaba claro el tono sombrío del juego, algo que se volvía dominante mediante la jugabilidad, que aunque enfocada en la lucha, mantenía esa sensación de estar atrapados en un conflicto sin salida. Y al final, aunque los héroes ganan, lo cierto es que los hechos ocurridos nunca se revierten, dejándonos un mensaje claro y una buena lección a la industria del entretenimiento: cualquier medio puede seguir adelante, incluso si despoja a sus personajes más emblemáticos de su esencia o si sencillamente se deshace de ellos.
Marvel Nemesis logró lo que muchas otras historias no se atreverían a hacer: mostrar que, incluso en un universo de superhéroes, la muerte puede ser irreversible. Un ejemplo de cómo las historias pueden ir más allá de los clichés y realmente dejar una marca duradera en el espectador, y una lección que esperamos, de verdad, aprendan los grandes medios que manejan a los personajes que tanto queremos.
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