Vivimos en la época de las IP. La razón por la que cada vez nos encontramos con más remakes, reboots y continuaciones, tiene que ver con el miedo de los estudios a crear algo nuevo. Da igual si los usuarios creen que es (o no) necesario, la idea es tener un producto que la gente pueda identificar fácilmente y que la inversión no sea un riesgo… en el mejor de los casos. Generalmente estas ideas no salen muy bien, como con Star Wars o los remakes live action de Disney. Pero Sony ha logrado revivir de manera aceptable una saga que parecía perdida hace una década: Karate Kid.
Cobra Kai fue de más a menos en Netflix, la serie consigue mantener el espíritu competitivo y deportivo en sus protagonistas, haciendo del karate una herramienta para que nuestros héroes sean mejores personas. La premisa es emotiva y sencilla, pero con fuerza suficiente para sobrevivir durante varias generaciones. Tras el éxito de Johnny Lawrence y todos sus pupilos, toca el turno (otra vez) de Daniel Larusso para tomar el rol protagónico, pero en esta ocasión debemos regresar a la pantalla grande. ¿Vale la pena regresar con el karate kid original? Vaya que sí.
Reseña de Karate Kid Legends
Karate Kid Legends es la nueva entrega de esta saga ochentera y llega con la peculiaridad de unir todos los universos que conoces… o casi todos. En otras palabras, Legends es una secuela de Cobra Kai que, a su vez, es una secuela de la trilogía original de Karate Kid. Además, el reboot de 2010, Karate Kid con Jackie Chan y Jaden Smith, se une a la continuidad. Este crossover tiene intenciones muy claras: mantener viva la llama de la franquicia en una nueva generación de espectadores. De algún modo, todo se conjugó para celebrar una serie que pocos esperaban seguir viendo en 2025.
Entrando de lleno a la película, nos encontramos con una suerte de soft reboot al estilo de The Force Awakens o la Mad Max de Tom Hardy, pues prácticamente revivimos la historia de las cintas de 1984 y 2010. Li Fong es un adolescente que tiene que mudarse de Beijing a New York, lo que implica una serie de grandes cambios en su vida. De entrada, tendrá que dejar de practicar kung-fu, y se verá obligado a comenzar desde cero en una ciudad enloquecida por las artes marciales.

A pesar de que la adaptación no parece tan complicada, su corta edad lo involucra en el conflicto favorito de Hollywood: un romance complicado. De la noche a la mañana, Li deberá retomar su entrenamiento, aprovechando una básica legendaria: todo es kung-fu… incluyendo las improvisadas herramientas de una pizzería. Sin embargo, hay un conflicto interno en Li que no le permite desplegar todo su potencial, una tragedia familiar que lo paraliza en momentos clave. Es ahí donde su tío, Mr. Han, llega a Estados Unidos para ayudar a su mejor discípulo, pero también para reconectar con el aprendiz de un viejo amigo: Daniel Larusso.
Sin meterse en problemas con las explicaciones y apelando a la relación de ambos maestros, la aventura de Li comienza a tornarse familiar para los seguidores de la serie. Un romance adolescente, un rival que combina magistralmente fuerza bruta, habilidades natas y un poco de trampa y una secuencia de entrenamiento que usa cualquier elemento de la vida cotidiana para perfeccionar los movimientos de Li. La gran diferencia, en comparación con las otras películas, es que Legends se actualiza con personajes que se sienten reales; figuras paternas que le importan a la audiencia y protagonistas que no son insoportables.

Karate Kid Legends se siente como los mejores momentos de Cobra Kai: buen humor, increíbles referencias a las películas clásicas y adolescentes que quieres ver triunfar en el torneo más importante de sus vidas. Incluso hay cambios más drásticos como las peleas, en donde el ambiente es más callejero, lugares de entretenimiento más casuales y una pasión por el karate más realista que un montón de niños inscribiéndose a un dojo de un día a otro. Aunque importantes y evidentes, los cambios no descarrilan la esencia de la saga.
Además, el formato cinematográfico ayuda a que la historia se contenga en sí misma, y, por lo tanto, cualquiera pueda disfrutar de Legends sin preocuparse por el pasado o el futuro. Lo peor que le pasó a Cobra Kai fue la forma tan innecesaria en que extendió su historia, volviéndose repetitiva, y siendo dividida de forma absurda. Con Legends vamos directo al grano, pero todo avanza con un ritmo perfecto y emocionante.
¿Vale la pena Karate Kid Legends?
Actuaciones convincentes, personajes que pueden importarle a una nueva generación y a los más veteranos, montones de referencias, un escenario tan clásico como Nueva York y un protagonista que rescata lo mejor de Daniel San, con dos maestros legendarios. Karate Kid Legends es un viaje de nostalgia increíble, y al mismo tiempo parece el inicio de una aventura que, en buenas manos, puede llevarnos por grandes historias.
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