El final de una serie siempre es un momento agridulce, especialmente cuando se trata de una obra que ha marcado a generaciones de fans. El lanzamiento del volumen 42 de My Hero Academia no solo pone punto final a la historia de Izuku Midoriya y sus amigos, sino que también ofrece un epílogo especial que ata los cabos sueltos que dejó su polémico desenlace. Este nuevo capítulo, titulado “Más”, no solo cierra ciclos, sino que también nos invita a reflexionar sobre los sacrificios, el amor y las decisiones personales que definen a cada héroe.
Advertencia de Spoilers: A continuación encontrarás spoilers del último capítulo del manga My Hero Academia, que se publico el 4 de diciembre del 2024 en Japón.
Ochako y los sueños que nunca desaparecen
Uno de los puntos más emotivos del capítulo gira en torno a Ochako Uraraka. Desde que la conocimos, Ochako ha sido el corazón cálido de la historia, y su evolución como heroína ha sido tan fascinante como conmovedora. Sin embargo, este epílogo nos muestra que su viaje no ha terminado.
En su vida como heroína y asesora de peculiaridades, Ochako ha estado soñando recurrentemente con Himiko Toga, una conexión que se siente como una cicatriz emocional. A pesar de la aparente paz en la sociedad, estos sueños revelan que algunas batallas no terminan en el campo, sino en el corazón. Y aunque la serie deja claro que Ochako sigue esforzándose por ayudar a los demás, también sugiere que finalmente está comenzando a pensar en ella misma, algo que sus amigos comienzan a notar.
El reencuentro con Deku también agrega profundidad a su arco. Sus sentimientos por él, que durante años permanecieron en segundo plano, ahora emergen con mayor claridad. Este cambio no solo es una evolución lógica para Ochako, sino también una muestra de que incluso los héroes merecen permitirse ser vulnerables de vez en cuando.
Deku, Bakugo y la redefinición del heroísmo
Mientras Ochako encuentra espacio para el autodescubrimiento, Deku enfrenta su propio dilema existencial. Desde el primer episodio, Izuku Midoriya fue un símbolo de dedicación y sacrificio; un héroe dispuesto a cargar con el peso del mundo. Sin embargo, este capítulo nos muestra a un Deku diferente: uno que finalmente ha aprendido a equilibrar su deseo de proteger a los demás con su propia necesidad de vivir una vida plena.
Su decisión de rechazar la oferta de Bakugo para trabajar en su agencia y, en su lugar, dedicarse a la enseñanza, es un giro sorprendente pero profundamente significativo. Deku ya no se obsesiona con ser el héroe más fuerte; en cambio, encuentra satisfacción en formar a una nueva generación de héroes, mientras actúa como protector en sus propios términos.
La conversación con Bakugo es especialmente reveladora. Aunque este último siempre ha sido presentado como un personaje explosivo y agresivo, aquí muestra su lado más perceptivo. Su comentario sobre la tendencia de Deku a tratar a todos de manera especial, pero descuidar a una persona en particular, no solo resalta la madurez de Bakugo, sino también su comprensión de los sentimientos que Deku y Ochako tienen el uno por el otro.
Amor, amistad y tiempo para uno mismo
En un tono más ligero, el capítulo también nos regala confirmaciones y guiños a relaciones que los fans llevaban años especulando. La revelación del romance entre Kuroiro y Kinoko es un momento dulce que equilibra la intensidad emocional del resto del capítulo.
Finalmente, la serie culmina con un mensaje poderoso: la sociedad ha cambiado. Los héroes ya no son indispensables en cada esquina, lo que les permite algo que nunca tuvieron antes: tiempo para descansar, para reflexionar, para ser felices.
El capítulo “Más” no solo ofrece un epílogo para los personajes, sino también para los fans. Después de años de luchas, sacrificios y corazones rotos, es un alivio ver a Deku y Ochako finalmente permitiéndose ser egoístas y hacerse especiales el uno al otro. La paz que lograron no es solo externa, sino también interna, y esa es quizás la mayor victoria que un héroe puede alcanzar.
Aunque siempre habrá debates sobre si este es el final que la serie merecía, no cabe duda de que este capítulo ofrece algo que muchas historias olvidan: una resolución emocional. My Hero Academia no solo cierra con un mundo más pacífico, sino con personajes que finalmente tienen la libertad de ser quienes quieren ser.
Ver 0 comentarios