Crunchyroll es, sin lugar a dudas, el servicio de streaming dedicado al anime más poderoso del mundo. A lo largo de su vida ha visto como rivales prometedores terminaron cayendo en el fracaso o manteniéndose a una distancia considerable. Pero la historia detrás de su creación pareciera esconder la clave del éxito: así fue como lo que comenzó con un sitio de piratería se convirtió en el gigante de la industria.
Crunchyroll: un sueño (ilegal) de unos estudiantes universitarios
Pareciera que es mentira afirmar que Crunchyroll inició como un sitio ilegal de anime, pero cuando el servicio llegó a nuestra región ya se había convertido en todo un magnate. Sin embargo, fue uno de los fundadores y ex-CEO de la compañía, Kun Gao, que reveló 2008 cómo fue su camino al éxito. Todo comenzó en 2006, cuando él y su grupo de amigos que conoció en la universidad de UC Berkeley se rencontraron años después de haberse graduado:
"Todos estudiábamos ingeniería electrónica y ciencias de la computación. En ese entonces, el anime empezaba a hacerse muy popular por todos lados —en los dormitorios, en el campus, la gente lo veía mucho [...] Eventualmente nos reencontramos y decidimos trabajar en un proyecto de anime en nuestras noches y fines de semana como una pasión. Aún teníamos nuestros trabajos de día, pero estábamos invirtiendo bastante de nuestro propio dinero y saturando nuestras tarjetas de crédito"

En un inicio, Crunchyroll se concibió como una plataforma y un foro para fans, en donde cada usuario podía aportar con series, normalmente subtituladas por ellos mismos, para el consumo gratuito de Internet. Esto se prestaba para que una gran parte del contenido en la plataforma no contara con el debido permiso para su distribución fuera de Japón. Como cuentan nuestros compañeros de Espinof, el sitio estaba repleto de anime pirata, lo que lo catapultó a una fama importante para la época.
El salto de calidad fue fruto de una inyección de dinero
Sin embargo, no pasaría mucho tiempo, en 2007 para ser exactos, para que uno de los fondos de inversión más importantes de Estados Unidos, el de la Familia Rockefeller, realizara "una importante inyección de capital", como lo describe Gao. Es entonces que los fundadores comenzaron a movilizarse para, en primer lugar, convertirse en una marca y después en adquirir la mayor cantidad de licencias posibles.
A la par, el equipo que cada día se hacía más grande se esforzó para eliminar todo contenido pirata, que para ese entonces se contaba por miles, y así tener una mejor imagen frente a los distribuidores. El tiempo pasó, y Crunchyroll eventualmente se convertiría en el gigante que conocemos ahora, con oficinas propias en distintos países, pero con su centro estratégico ubicado en Japón.

La historia de Crunchyroll es un claro ejemplo de cómo la pasión, cuando se combina con visión y determinación, puede transformar un proyecto informal en un referente global. De ser un sitio construido con esfuerzo en las noches y financiado con tarjetas de crédito, a convertirse en la plataforma legal más importante del anime a nivel mundial, su camino no solo refleja el cambio en la industria, sino también en la mentalidad de los consumidores y creadores.
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