Si alguna vez has sentido que un anime no solo cuenta una historia, sino que te observa, te escucha y te devuelve la mirada con una reflexión sobre tu propia humanidad, entonces ya sabes por qué Frieren: Beyond Journey’s End es más que una simple caricatura. Se trata de una conversación silenciosa entre espectador y personaje que, capítulo tras capítulo, nos recuerda que vivir no es simplemente avanzar en una línea recta, sino mirar hacia los costados, detenerse, recordar, sentir.
La obra a cargo de Madhouse busca alzarse como Anime del Año en los Crunchyroll Anime Awards 2025, siendo uno de los seis nominados, y para ser honesto, presenta grandes credenciales para alzarce con dicho reconocimiento.
Frieren, un viaje conmovedor y filosófico
Hay series que te atrapan por su ritmo, otras, por su acción. Algunas te sacuden con giros argumentales, con gritos, con sangre, con monstruos. Pero Frieren no grita, susurra al oido. Y ese susurro, en vez de pasar desapercibido, se te mete en el pecho, late contigo, vibra. La historia de esta elfa inmortal, que comienza donde otras acaban (tras derrotar al Señor Demonio), no es un relato de grandes gestas heroicas, sino una larga y contemplativa meditación sobre el tiempo, el duelo y la conexión humana. Un homenaje a lo que dejamos pasar mientras creemos que la vida es algo que vendrá después.

No es un isekai más, ni quiere serlo. En una industria saturada de animes que apuestan por fórmulas repetidas y fan service sin alma, Frieren: Beyond Journey’s End escoge un camino inusual: el de la introspección. La victoria inicial del grupo de aventureros con el que viajó Frieren —y que cualquier otro anime habría usado como clímax final— no es más que el punto de partida para un viaje mucho más profundo: uno hacia el interior.
El ritmo es otro distintivo de la serie: no tiene prisa y no la necesita. Y, paradójicamente, cuanto más lento avanza, más rápido nos atrapa emocionalmente. Mientras otras series revelan sus objetivos en minutos, como Fullmetal Alchemist con la Piedra Filosofal o Attack on Titan con la venganza de Eren, Frieren apenas comienza a vislumbrar su verdadero propósito después de varias horas. Porque conectar con los humanos no es una misión concreta, es una transformación. Una que toma tiempo, una que vale cada segundo.
Fern y Stark, compañeros de Frieren en este nuevo viaje, no son simples sidekicks. No están ahí para llenar huecos narrativos ni para ser contrapuntos cómicos. Son reflejos de lo que la elfa no entendía y funcionan como puentes. Fern, con su serenidad y su madurez precoz, le muestra a Frieren el valor de la compañía. Stark, con su torpeza y coraje involuntario, la obliga a reconocer la belleza de la vulnerabilidad. Ambos son personajes completos, complejos y profundamente humanos.

Una animación de primer nivel
Madhouse hace magia aquí, literalmente. Cada fondo, color y movimiento está cuidado hasta lo obsesivo. Y no porque busquen deslumbrar —aunque lo hacen, y de qué manera—, sino porque entienden que el mundo de Frieren debe sentirse vivo para que sus emociones tengan peso. La animación no solo acompaña: amplifica y eleva la narrativa a nuevas dimenciones. Las escenas de acción, aunque esporádicas, son explosiones que nos recuerdan que cuando hay que luchar, Frieren también sabe hacerlo con fuerza. Pero incluso allí, hay contención: no hay ruido gratuito, solo precisión.
Y si hablamos de precisión, hay que hablar de Evan Call y su banda sonora. Celta, melancólica, épica, íntima. Hay piezas que podrían formar parte de una película de fantasía clásica y otras que parecen compuestas para escucharse mientras cae la nieve sobre una ciudad que ya no existe. La música no adorna: narra. Acompaña a Frieren como si fuera un personaje más. Y no es exagerado decir que algunos episodios se sienten como videoclips poéticos. De esos que te dejan quieto al terminar.

Al final, no se trata solo de si merece el Anime del Año. Se trata de reconocer qué tipo de historias queremos que definan nuestra época. Porque hay algo profundamente valiente en una serie que no quiere gritar más fuerte, sino hablar más claro, que no apuesta por lo inmediato, sino por lo duradero, que no seduce con espectáculo, sino con verdad.
Frieren: Beyond Journey’s End es, sin exagerar, uno de los animes más humanos que he visto en mi vida. Y eso lo dice todo, viniendo de una historia protagonizada por una elfa inmortal.
¿Dónde ver Frieren?
Si quieres ver Frieren: Beyond Journey’s End la serie está disponible en diferentes plataformas de streaming como Crunchyroll, Amazon Prime Video y Netflix. La primera y única temporada hasta ahora cuenta con un total de 28 capítulos.
¿Cuándo y dónde ver los Crunchyroll Anime Awards 2025?
Si quieres ver los Crunchyroll Anime Awards 2025, serán transmitidos en vivo a través del canal oficial de YouTube y Twitch de Crunchyroll. El evento se lleva a cabo el próximo domingo 25 de mayo a las 2:00 am (horario de la Ciudad de México).
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