El frente opositor contra la compra de Activision por parte de Microsoft es, claramente, liderado por Sony, pero ha sido poco lo que se ha escuchado de terceros, desde que el órgano regulador brasileño divulgó algunos documentos al respecto. Pues bien, ahora toca turno a la Unión Europea, cuya comisión antimonopolio ha enviado un correo a múltiples compañías, pidiendo su opinión sobre la maniobra desde diferentes frentes.
De acuerdo con Reuters, el cuestionario de 91 páginas, cuyas respuestas se esperan para los próximos días, incluye preguntas sobre cómo podrían ser las estrategias de exclusividad implementadas por Microsoft, si Microsoft podría degradar el funcionamiento de ciertos juegos en las consolas de competidores, si la transacción podría impactar en los precios, si existen alternativas a Call of Duty que un publisher podría ofrecer, el impacto sobre el ámbito del juego en la nube, etcétera.
Como mencionamos antes, no es la primera vez que un órgano regulador recurre a este tipo de sondeo, pues Brasil lo hizo a mediados de año. Dicho eso, especialistas de CNBC aseguran que el campo de batalla más importante -incluso más que la Comisión Federal de Comercio- es el del Reino Unido, pues su órgano regulador, CMA, es más inflexible en todo sentido.
¿Cuál es el contexto?
En enero, Microsoft anunció la compra de Activision por casi 70 mil millones de dólares, en lo que se convertirá en la fusión más grande en la historia de la industria tecnológica. De inmediato, congresistas y ejecutivos de Sony empezaron a cabildear en contra de la transacción, hasta que, apenas hace algunas semanas, la Comisión Federal de Comercio de EEUU anunció una demanda que buscará detener la compra.
Microsoft, por su parte, ha dicho que el movimiento es positivo para el mercado y ha tratado de calmar las aguas, ofreciendo acuerdos a Steam, Nintendo y Sony, relacionados con la disponibilidad de Call of Duty, el juego más popular de Activision, pero la FTC hizo caso omiso y se especula que la CMA tampoco vea la maniobra como una verdadera atenuante para las inquietudes monopólicas, implícitas en todo el asunto.