El día tres en el histórico juicio entre la FTC y Microsoft, vino marcado por la comparecencia de Jim Ryan, cabeza de PlayStation, quien fue convocado como testigo e hizo muchas revelaciones. Entre ellas estuvo que no considera la polémica exclusividad de Starfield como un acto anticompetitivo, reforzando,entonces, la narrativa de que todo gira en torno a Call of Duty.
La ironía del asunto es que buena parte del caso de Sony y de la FTC en contra de la fusión entre Microsoft y Activision, está construida sobre el tema de la exclusividad y la mejor evidencia de ello es Starfield, el cual hubiera sido multiplataforma, de Bethesda no haber sido comprada por Xbox hace un par de años.
Dicho eso, durante su testimonio, Ryan dijo no tener objeción a las exclusivas como diferenciador.
"No me gusta, pero fundamentalmente no tengo ninguna disputa con ello (Redfall como exclusiva) (...) No me gusta, pero no lo considero como algo anti-competitivo (Starfield como exclusiva)."
Así las cosas, se refuerza la noción de que el problema real es Xbox Game Pass y Call of Duty, cuya exclusividad o la posibilidad de que salga día uno en la suscripción de Microsoft, sí que preocupa a PlayStation. No sólo eso, sino la idea de que Xbox lance una versión del shooter de peor calidad en PlayStation. Ambas, tanto la hipótesis de la exclusividad como la de la discriminación contra PlayStation han sido desmentidas en repetidas ocaciones.
Como parte de su testimonio, Ryan también habló del rol que juega Nintendo Switch en la industria, así como el motivo por el cual PlayStation jamás ha lanzado sus juegos en la consola de la Gran N; la nube; y el PS6.