El tema de la adicción a los videojuegos siempre ha proyectado una sombra incómoda pero muy real sobre la industria, y ahora una familia de Arkansas está dando de qué hablar por haber demandado a varios de los publishers más populares (entre ellos a EA y a Xbox), argumentando, básicamente, que con sus tácticas engañosas, arruinaron la vida de su hijo.
Presentada el pasado 30 de octubre ante el Tribunal del Distrito Oriental De Arkansas División Norte, por la madre de familia Casey Dunn, en representación de su hijo y su esposo, la demanda va en agravio de Activision, Infinity Ward, Treyarch, Sledgehammer Games, Microsoft, Epic Games, Electronic Arts y de Ubisoft. ¿El motivo? Haber creado juegos, específicamente diseñados para causar adicción.
"Los Demandados están explotando a los consumidores, en particular a menores y jóvenes adultos, a través del uso de prácticas comerciales y conductas injustas, inaceptables y engañosas que priorizan la participación y el gasto de los jugadores por encima de la seguridad de los jugadores. La adicción a los videojuegos afecta a miles de jóvenes y sus familias en todo el país, incluyendo en Arkansas."
La familia Dunn argumenta, entre otras cosas, que ha perdido prácticamente toda esperanza de interactuar con su hijo que no sea a través de los videojuegos; que el menor ha perdido todo interés por la interacción social; su desempeño académico ha sufrido; pesa más de 130 kilogramos; y está gastando hasta 350 dólares mensuales en microtransacciones.
Los culpables específicos de todo esto son, supuestamente, Call of Duty, Battlefield, Rainbow Six y Fortnite. Buena parte de los documentos de la demanda ilustran, mediante capturas de pantalla y texto, cómo es que dichos juegos promovieron la adicción del hijo de la familia Dunn, misma que ahora busca el pago de una compensación monetaria y exige el rediseño de los juegos, así como soporte psicológico para las familias cuyos hijos se han vuelto adictos.
"Nunca imaginamos que cuando nuestro hijo comenzó a jugar videojuegos se volvería tan adicto que su educación sufriría gravemente, perdería todo interés en pasar tiempo con sus amigos y su salud física, y mental estaría en riesgo", dijo Casey Dunn. (...) Como madre, sabía que tenía que hacer algo para asegurarme de que no salieran impunes después de destruir el bienestar y el futuro de nuestros hijos."
Parece broma, pero hay que recordar que la Organización Mundial de la Salud reconoció a la adicción a los videojuegos como enfermedad mental, apenas el año pasado, generando polémica y protestas de parte de la industria de los videojuegos. No es la primera vez que los publishers son blanco de padres de familia, bajo los mismos argumentos.
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