Los más jóvenes tal vez tengan pocos recuerdos o no sepan nada, pero antes de la era del streaming con plataformas como Netflix, HBO o Prime Video, había otras opciones populares para ver la televisión. Entre ellas se encontraba la conexión vía satélite y la TV por cable. Estos dos servicios incluían accesorios tecnológicos para su funcionamiento, y uno de ellos es una poderosa herramienta de conexión a Internet.
Al solicitar la instalación para ver televisión por cable o satélite, venía un aditamento clave que se conoce como cable de antena coaxial. Este objeto sirve para enviar señales de radiofrecuencia desde un punto a otro sin que se pierda la calidad de la señal.
Pocas personas pensarían que un cable olvidado en alguna caja con cosas antiguas de estos servicios tendría otra utilidad. Es más, es altamente probable que, si en este momento vas y buscas en tu hogar, encuentres un cable coaxial hecho trizas o bien empolvado. Pero, si aún conservas uno, déjanos decirte que tienes un accesorio valioso para obtener Internet de alta velocidad y te decimos cómo aprovecharlo.
La velocidad de Internet que mereces
Los cables coaxiales son una alternativa cuando no es posible tener Ethernet y se desea una conexión más estable sin procedimientos complejos. Lo que necesitarás es un adaptador coaxial-Ethernet para enchufarlo al módem, y en la mayoría de los casos, la configuración se realiza automáticamente para obtener velocidades que van desde los 100 megabytes hasta los 2.5 gigabytes, si todo sale bien.
Sin embargo, ten en cuenta que la velocidad que alcance tu Internet depende del tipo de paquete o servicio que hayas contratado. Además, también influye que los cables coaxiales estén en buen estado, para que exista una conexión directa entre los puntos que se quieren enlazar. Por cierto, otros dispositivos como amplificadores o repetidores pueden disminuir la rapidez.
Los tesoros tecnológicos en casa
Bien dice el dicho que "la basura de uno, es el tesoro de otro". Nunca nadie llegaría a sospechar que un cable sin chiste que se utilizaba hace décadas, se podría volver una fuente automática de Internet de alta velocidad, y eso es lo que lo vuelve una joya oculta.
Es probable que en tu hogar tengas uno que otro artefacto que consideres como inservible, pero en realidad es un tesoro secreto compatible con tus necesidades tecnológicas actuales. Por ejemplo, no dejes arrumbado el viejo puerto HDMI en tu TV, que en realidad tiene unas funciones ocultas para mejorar la experiencia de audio en videojuegos.
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