La inteligencia artificial está revolucionando todas las facetas de la actividad humana y el gaming no es la excepción. A juzgar por una controvertida patente, presentada por Sony recientemente, la marca fabricante de PlayStation trabaja en una tecnología que habilitará el modo de juego automático, tanto en sus propios títulos, como en aquellos de otras compañías o third-party. Como lo leíste: dejar que la máquina juegue por ti. ¿Para qué? Bueno, ahí está lo interesante.
Documentada por el portal Game Rant, la patente es para un sistema impulsado por inteligencia artificial que, con base en información recabada en servicios en la nube, como PlayStation Network, sea capaz de emular la forma de jugar de los usuarios para poder ahorrarles segmentos repetitivos o de grindeo, por poner un ejemplo concreto. La herramienta se podría activar en todo momento e incluso avisar cuando un segmento de molienda hubiera terminado para devolver el mando al jugador o, en su defecto, continuar "jugando".
De nuestro lado e independientemente de la controversia, podemos imaginar también una herramienta como ésta aplicada a largos trayectos en mundos abiertos, cuya cuota de variedad pueda ser limitada, por ejemplo.
Pero antes de que pongas el grito en el cielo, recuerda que PlayStation patentó, hace tiempo un control que cambiara de temperatura o que detectara el sudor en las manos de los usuarios para modificar los juegos, y nada de eso se ha hecho realidad, así que de la patante a la caja, a menudo hay un trayecto muy largo.
Sobra decir, sin embargo, que de concretarse, esta sería una función tan polémica como lo fue en su momento el modo fácil en los juegos de Nintendo e incluso más.
Dicho eso, inteligencia artificial de este tipo ya está presente en juegos como Gran Turismo 7 o Tekken 8, los cuales la aprovechan para recrear los modos de conducción y de pelea de jugadores humanos, a fin de presentar carreras más realistas o permitir a los jugadores mejorar sus estilos de combate, respectivamente. Y esto es sólo el comienzo. Los desarrolladores ya la empezaron a usar para la creación de los juegos mismos y para la detección de bugs.
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