En 2002, Donald Trump tuvo su propio videojuego publicado por Activision: sorprendentemente, no era un mal juego

En 2002 Donald Trump Tuvo Su Propio Videojuego Publicado Por Activision Sorprendentemente No Era Un Mal Juego
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Donald Trump siempre ha sido una clase de rockstar: ya sea apareciendo en Home Alone 2 o protagonizando las portadas de Time, el infame político estadounidense no ha dejado de ser un tópico en la cultura pop, así que no es de extrañar haberlo visto hasta en un videojuego. Por supuesto, hablamos de Donald Trump's Real Estate Tycoon, título publicado en 2002 por Activision en Norteamérica, el cual, sorpresivamente, no era tan mal juego.

La llegada de Donald Trump a los videojuegos

En los primeros años de la década de 2000, los juegos de simulación vivían un auge gracias al éxito de franquicias como SimCity o The Sims. Activision decidió aprovechar este momento con una propuesta basada en una de las figuras más polarizadoras y mediáticas del mundo: Donald Trump. El concepto del juego era bastante sencilla: buscaba mezclar la estrategia inmobiliaria con el carisma (o arrogancia) de Trump, quien incluso prestó su voz para el proyecto.

Fue así como, en 2002, nació Donald Trump's Real Estate Tycoon: un simulador de negocios donde el jugador asume el papel de un aspirante a magnate inmobiliario con el objetivo de superar a Trump como el empresario más poderoso del mundo.

Los jugadores pueden invertir en bienes raíces en ciudades como Nueva York, Los Ángeles y París, eligiendo entre propiedades comerciales, hoteleras, residenciales u oficinas. Trump, siempre presente, ofrece consejos y evalúa el progreso del jugador. Y si logras impresionar al magnate, ascenderás hasta lo más alto de su rascacielos virtual.

Donald Trump's Real Estate Tycoon, un juego... ¿divertido?

Lo cierto es que, como buen producto protagonizado por Trump, la recepción de la crítica se dividió. Avery Score de GameSpot, le otorgó al juego una puntuación de 7.2 sobre 10, destacando su atractiva presentación gráfica pero criticando la falta de variedad en la jugabilidad. IGN, por otro lado, destaco la experiencia de simulación inmobiliaria simplificada pero entretenida, haciendo hincapie en los gráficos del título.

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Lo cierto es que, aunque el juego cuenta con mecánicas sencillas y un planteamiento repetitivo, sorprendentemente logra mantener un nivel de entretenimiento. La posibilidad de gestionar inversiones, competir directamente contra Trump y enfrentar eventos inesperados como desastres naturales le dan cierto encanto al juego. Así que, lejos de ser un desastre, Donald Trump's Real Estate Tycoon tiene momentos que lo hacen destacable dentro de su género.

El futuro de Donald Trump

Hoy en día, con Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca y con políticas migratorias agresivas y tensas relaciones con América Latina, Donald Trump's Real Estate Tycoon cobra una curiosa relevancia. El juego refleja el sueño americano de acumular riquezas y poder, pero también expone los peligros de un sistema que recompensa el oportunismo y la ambición desmedida.

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Así como en el juego se compite por controlar ciudades, en la vida real, las decisiones de Trump como presidente parecen estar más enfocadas en dividir que en construir puentes. ¡Basta decir que su llegada a la presidencia de los Estados Unidos afectará incluso el precio de los videojuegos en México!

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