Si viviste intensamente la década de los noventa, es probable que octubre de 2025 haya sido un mes lleno de nostalgia por las mascotas virtuales y los monstruos de bolsillo. Pareciera que Digimon y Pokémon se pusieron de acuerdo para celebrar a los millennials, pues sus últimos lanzamientos son un apapacho al corazón para todos aquellos que están cruzando el umbral de los 30 años. Digimon Story Time Strangers fue una carta de amor para el Digimundo, y ahora toca el turno de conocer lo más nuevo de Pikachu y compañía, una aventura que juega con la nostalgia de dos generaciones distintas, al mismo tiempo que intenta resolver sus últimos errores. ¿Vale la pena Pokémon Legends Z-A? Aquí te lo contamos.
Pokémon es una de las franquicias de videojuegos más exitosas de todos los tiempos. De hecho, al menos hasta 2025, es la franquicia de entretenimiento que más dinero recauda; entre videojuegos, anime, juguetes y el uso de la licencia para todo tipo de productos. The Pokémon Company posee una de las propiedades intelectuales más grandes del planeta. Así que no debería haber pretexto alguno para entregar un juego de calidad en su línea principal. Pocas cosas podrían justificar un producto inferior a nivel técnico, narrativo y con poca o nula innovación. Quizá no siempre se debe apuntar a la perfección, pero la exigencia no debería ser menor a la de otros juegos AAA en el mercado. Y todo eso, sin contar el simbiótico apoyo de Nintendo.
Teniendo en cuenta lo anterior, Pokémon Legends Z-A no es un juego a la altura del enorme legado de Pikachu y compañía. Sí. Estamos por encima del decepcionante Scarlet and Violet, pero la vara estaba tan abajo que ni siquiera se siente como una victoria real. Y aunque parece que se ha retomado el camino correcto, estamos muy lejos de la buena racha que la saga vivió del Game Boy al 3DS. Hoy en día, Pokémon en consolas de Nintendo sigue lejos de su mejor momento, a pesar de que la cultura pop sigue infectada por la fiebre amarilla. Pero, la costumbre es más fuerte que el amor, y eso puede jugar en favor de la mediocridad.
La aventura Pokémon nunca termina
Pokémon Legends Z-A nos trae de regreso a Ciudad Luminalia, la metrópoli más grande e importante en la región de Kalos. Una vez más, los jugadores podremos tomar el control de un niño de poco más de 10 años que hará todo lo que esté en sus manos para mejorar el mundo para humanos y Pokémon. Teniendo en cuenta que ésta es apenas la segunda iteración de la saga Legends, las reglas todavía no se definen por completo, así que nos encontramos con una combinación entre torneo abierto de batallas Pokémon y un montón criaturas salvajes que no dudan en atacar a los ciudadanos. Lo mejor de ambos mundos… con algunas limitantes.
Con mecánicas de juego simplificadas, sin la variante del competitivo en su máxima expresión y una historia con ecos de nuestra realidad actual, Legends Z-A es un juego perfecto para conquistar a una generación de nuevos jugadores, causar nostalgia en los que empezaron en la era de la Nintendo 3DS y, de paso, mantener entretenidos a los que presumen a su niño interior con cada nuevo juego.
Tendrás una experiencia más nostálgica si tu primera consola fue una 3DS con Pokémon X/Y
Tras pasar varios días inmersos en Ciudad Luminalia, no cabe duda que hay una cosa que Pokémon siempre hace bien: ser encantador. Hay una magia que logra trascender entre los jugadores sin importar los problemas técnicos y los precios exagerados. Adentrarse al mundo de Pokémon es regresar a una época más simple. Porque todo sigue igual: ataques, criaturas, dinámicas y el mensaje de dar lo mejor de ti para que el mundo sea un lugar mejor. Pokémon es simple en su propuesta, pero consigue lo que pocos productos del entretenimiento pueden presumir hoy en día: permanencia. No vende millones de copias por ser un juego excelente, lo hace porque ha logrado crear ese vínculo entre entrenador y Pokémon.
Y ya para cerrar este apartado, tendrás una experiencia más nostálgica si tu primera consola de videojuegos fue una 3DS con Pokémon X o Pokémon Y. Aunque el juego nos contiene únicamente en Luimous City, hay una buena dosis de referencias, historias que continúan y un montón de melodías que conducirán a hermosos recuerdos de tu niñez. Podríamos decir que cada juego de Pokémon busca ser un intercambio generacional, pero Legends Z-A tiene un foco más personal sobre esta idea. Con más de 16 millones de copias vendidas en la portátil, tiene sentido que no se quiera perder el lazo emocional con los nuevos veinteañeros. Pero tranquilo, el golpe de nostalgia pega casi con la misma fuerza si estás cerca de los cuarenta.
La leyenda comienza y hay nuevas reglas
Pasemos, entonces, al apartado jugable. Pokémon Legends Z-A hereda muchas de las ideas que vimos en Legends Arceus: desde un intento de mundo abierto con espacios que dividen la civilización de las criaturas salvajes, hasta una narrativa más compleja que la típica aventura por las ocho medallas de gimnasio. La historia funciona. Pero el gameplay tiene buenas ideas con muchas áreas de oportunidad.
El gran cambio en Z-A son las batallas, mismas que, erróneamente, han sido señaladas como lo más similar al anime. La mayoría de los enfrentamientos suceden en tiempo real, tanto contra entrenadores como con Pokémon salvajes. Para esto, la ciudad se divide en dos: las denominadas Zonas Salvajes, donde encontrarás la fauna local, y donde puedes tener combates clásicos para ir sumando datos en la Pokédex o levelear entre misiones principales. Y las calles de la ciudad, donde puedes encontrar entrenadores y rivales que buscan pelea tanto en un callejón oscuro como en una cancha deportiva o el techo de un edificio.
¿El problema? La armonía de todos los elementos. Los Pokémon tienen una escala de tamaños que no siempre es compatible con un callejón o una sección del parque llena de árboles, por lo que muchas veces la cámara no muestra las acciones, y, en el peor de los casos, las criaturas se desvanecen entre edificios. Incluso en los techos despejados hay problemas con el lugar en donde los Pokémon se acomodan, quedando ambos en dos edificios diferentes o con muchos obstáculos entre sí para que la batalla fluya de forma correcta.
Para complicar más las cosas, Z-A retoma la idea de atacar al protagonista en las batallas Pokémon. Esta dinámica viene de Legends Arceus, y en aquel juego se justificaba a partir de la historia, donde los Pokémon salvajes comenzaban a ser domesticados. En Z-A la idea puede funcionar en situaciones muy específicas, como contra un Pokémon Alfa o una mega evolución descontrolada, pero en todos los demás combates, la ejecución es torpe o innecesaria.
Hay estrategia, pero es más divertido entregarse al caos de una batalla en medio de la ciudad
Durante las batallas tienes libre albedrío, o sea, que no hay combate por turnos, sino la posibilidad de moverte en tiempo real para atacar y esquivar. Seguimos teniendo cuatro ataques disponibles por criatura, pero la dinámica es más similar a un juego de Naruto. Es ahí donde los escenarios citadinos no dan el ancho para un sistema de combate entretenido. Espacios cerrados o pequeños, un montón de obstáculos que se roban el apuntado automático y un ritmo que tarda mucho en sentirse estratégico.
Cada batalla se complica cuando descubres que el Pokémon depende del movimiento del entrenador, pues los dos van avanzando al mismo tiempo; excepto cuando hay una pausa para lanzar un ataque y el Pokémon queda rezagado unos segundos. Después del ataque, el Pokémon correrá detrás de ti, dejando a un lado la batalla y la posición que había ganado para pelear. Y así sucesivamente. De hecho, no puedes quedarte en un solo lugar, pues la misma batalla te obliga a buscar refugio de un ataque o a buscar una mejor posición para tu Pokémon o para ver la pelea.
No tardarás mucho en sentir que todo ese caos funciona, pero es imposible dejar de pensar que al dejar fuera al entrenador o asignar un espacio para las batallas, pudimos tener una verdadera imitación del anime. La mala noticia es que no veremos mejoras en este apartado hasta el próximo juego de la serie Legends, porque estas ideas ni de broma van a sustituir al competitivo.
Cuando logras dominar el caos, las cosas no son muy diferentes respecto a otros juegos: tienes que seguir la tabla de tipos, debes poner atención a los stats de cada criatura, puedes buscar por horas la naturaleza perfecta o puedes confiar en tu inicial y pasarte todo el juego con un solo Pokémon en nivel alto. El cambio que sí o sí debes considerar es que cada ataque ha sustituido los Puntos de Poder por unos segundos de recarga, con el fin de mantener todo en tiempo real. De igual forma, hay que entrenar los reflejos, pues tienes la opción de cambiar criaturas en cuestión de segundos, y hasta invocar la mega evolución más de una vez por enfrentamiento. Así que sí: hay estrategia, pero es más divertido entregarse al caos de una batalla en medio de la ciudad.
¡Te extrañe tanto, mega evolución!
Hablando de la mega evolución, la realidad es que es un regreso bastante conservador. A grandes rasgos, un evento dentro de la historia está provocando que los Pokémon salvajes sufran una mega evolución descontrolada, y nuestro héroe es el único que puede evitar los daños a la ciudad y, al mismo tiempo, proteger la integridad del Pokémon. En gameplay esto se traduce a una serie de misiones en las que enfrentaremos a las mega evoluciones por toda la ciudad: desde las alcantarillas hasta el techo de los edificios. Dichas batallas nos recordaron las incursiones de Pokémon GO o Scarlet and Violet, pero con una dificultad bastante relajada.
A diferencia de las batallas normales, los enfrentamientos contra criaturas descontroladas tienen una arena especial en la que nos enfrentamos dos contra uno. Aquí la estrategia toma un rumbo más claro, con la posibilidad de guardar nuestra mega evolución para los momentos de vulnerabilidad del rival u optar por quedarnos sin criaturas en el campo para esquivar los ataques especiales contra el entrenador. Incluso vemos un escenario de batalla más limpio, donde podemos combatir sin preocuparnos por la posición de la cámara o por lanzar un ataque contra un obstáculo salvaje que no tiene ningún propósito.
Seamos honestos, nunca estaremos contentos con la cantidad de mega evoluciones presentadas en los juegos, simple y sencillamente porque siempre habrá un Pokémon al que no le tocó cuando, según nosotros, se lo merecía. Sea como sea, los nuevos agregados funcionan muy bien, como es el caso de Mega Hawlucha, Mega Greninja o Mega Emboar. Y aunque hay otros que pueden ser muy criticables... preferimos tener una mega evolución más que simplemente dejar en el olvido esta mecánica. Eso sí. Te seguimos extrañando, Ash-Greninja.
La ciudad que nunca duerme
A diferencia de Legends Arceus, Z-A propone una serie de actividades que le dan vida a la aventura de forma menos monótona y con historias casuales y entretenidas. En primera instancia están los Juegos Z-A, un torneo abierto para toda la ciudad, mismo al que corresponden la mayoría de las batallas que vamos a tener en el juego. La idea general es avanzar por la competencia en dos fases por categoría. La primera es una recolección de puntos durante las noches de Ciudad Luminalia, en donde debemos pelear contra la mayor cantidad de entrenadores posibles, al tiempo que cumplimos una serie de retos para sumar más puntos.
Los Juegos Z-A se sienten como el arco de Ciudad Batallas de Yu-Gi-Oh! Por lo que una vez que consigues los suficientes puntos, debes enfrentar a un rival para subir de categoría. Empiezas en la Z y terminas en la A… así que hay muchas peleas en tu futuro. Y ojo, porque solo las peleas nocturnas en las áreas designadas, son válidas para la competencia. En cuanto a dificultad, la realidad es que la mayoría de las peleas son muy simples, con entrenadores que van muy cercanos a tu progreso. El chiste es dominar el sistema de batalla y disfrutar de las animaciones.
Luego están las misiones secundarias asignadas por la profesora Pokémon en turno, Mable, a quien algunos reconocerán por su pasado en Pokémon X y Pokémon Y. Las misiones aquí son las más básicas que te puedas imaginar: desde capturar una criatura en específico para que un NPC la conozca, hasta tener una batalla que se basa en los ataques de estado. Nada fuera de lo normal, pero con suficientes recompensas interesantes para querer limpiar el mapa de todos los encargos. Eso sí. Todas las misiones son menos aburridas y repetitivas que las de Arceus.
La trama consigue transmitir el sentimiento de una aventura que todos quisiéramos tener a los diez años
Y por último está la historia principal, la aventura clásica de Pokémon con la corporación que busca un futuro mejor para humanos y Pokémon, un equipo de inadaptados que usa el color morado para provocar miedo en la sociedad y un montón de compañeros que necesitan nuestra ayuda. Una vez más, toca reconocer el buen trabajo de Game Freak con la campaña principal, pues no solo encontramos un argumento entretenido, sino también algunas capas interesantes que nos recordaron temas de gentrificación, desplazamiento o lo que pasa cuando no pagas una deuda a tiempo. Cosas que no pensamos encontrar en Pokémon, pero que están ahí y funcionan.
Además, el diseño de los personajes es de los mejores que hemos visto en mucho tiempo. Cada uno de nuestros compañeros tiene una personalidad interesante, con problemas internos en el grupo y un toque de humor que de verdad nos hace gracia. Aunque las aventuras son exageradas para niños de esa edad, la trama consigue transmitir el sentimiento de una aventura que todos quisiéramos tener a los diez años. Lo único que nos hace falta es la interpretación de los diálogos, pues se nota que hay secuencias animadas que tendrían un enorme extra con actores prestando su voz.
¿Y qué tal funciona Ciudad Luminalia? Mejor de lo que esperábamos. Durante las primeras horas, recorrer los pasillos de esta interpretación de París fue un poco aburrido, pues el tutorial nos tenía atrapados y había pocos NPC a nuestros alrededores. Varias horas después nos dimos cuenta que, entre más avanzamos en la trama, más personajes aparecían en las calles, con nuevos Pokémon, más misiones secundarias y globos de texto que se cargan de referencias, chistes o comentarios inesperados.
Es extraño que un juego de Pokémon no nos permita recorrer praderas, bosques y montañas de nieve, pero la ciudad tiene suficientes secretos y Zonas Salvajes para soportar la campaña principal. Además, hay algunos lugares en las alcantarillas y los tejados que puedes explorar, más una buena cantidad de cafeterías, tiendas y edificios que están disponibles para visitar. De nueva cuenta, estamos ante lo mínimo que debería ofrecer un juego con estas características, pero al menos funciona y será entretenido para los que se adentren por primera vez al mundo Pokémon. Y el viaje rápido siempre está disponible, lo que hace más simple nuestro paseo por la ciudad.
Pokémon y su mayor rival: el rendimiento
Para esta reseña pudimos probar la versión de Nintendo Switch 2. Es así como nos encontramos con un juego que funciona a 60 cuadros estables, y que se despliega en 4K. Se ve muy bien en una televisión, y funciona todavía mejor en la pantalla de la Switch 2. Pero los apartados técnicos son su peor argumento. Legends Z-A se ve como un juego de PS2 o, cuando mucho, PS3. El diseño de arte mejora mucho en comparación del espantoso Scarlet and Violet, pero todavía hay mucho que hacer para llegar a los estándares de 2025.
Mientras que los Pokémon y los entrenadores se ven bien, y las animaciones en batalla cumplen con su cometido, nos encontramos con texturas borrosas para el pasto, arquitectura repetitiva, un diseño escenarios simplón, iluminación pobre y edificios que solo tienen pintados los balcones. Este apartado es el que nos deja con un juego que se siente mediocre. Independientemente de que tanto lo podamos disfrutar por ser nuestro primer juego o por caer ante la nostalgia, Game Freak se queda extremadamente corto con lo que ofrecen a nivel técnico. Y no debería ser el caso. Otra vez: es una mejora de lo que vimos en 2022 con la región de Paldea, pero hay decenas de juegos en Switch y Switch 2 que se ven mejor y que, seguramente, tenían menos presupuesto que los creadores de Pokémon.
El desempeño general es el correcto, al menos en la versión de Switch 2.
En el audio toca repetir la queja de las voces, pues hasta Zelda ha dado ese salto para poner diálogos y elevar la narrativa. Aquí pasa lo mismo que con Digimon: hay secuencias desaprovechadas que tienen el potencial de un anime. Eso sí, la banda sonora es increíble, y aprovecha para actualizar las melodías de 3DS, así como para retomar las canciones clásicas para adornar los encuentros salvajes o las batallas. Hay melodías nuevas, que funcionan igual de bien, sobre todo cuando encontramos personajes importantes para la trama. Pero sí podemos hacer una petición, los sonidos de los Pokémon podrían actualizarse después de casi 30 años.
Sobre el desempeño poco hay que decir, pues funciona correctamente. No hay caídas en las animaciones y el juego se desenvuelve con una mejor armonía que Escarlata y Púrpura. Hay un poco de pop up, pero no está mejor disfrazado y hay buena fluidez al recorrer el mapa o entrar y salir de una Zona Salvaje. La única interrupción se da con el inicio y el final de la noche, pues cambian algunos personajes y Pokémon. El desempeño general es el correcto, al menos en la versión de Switch 2.
¡Pokémon en español latino, es una realidad!
Por último, este es el primer juego de la línea principal de Pokémon en tener localización al español latino. Después de años de jugar en inglés o en español de España, los jugadores de México y Latinoamérica pueden disfrutar de la aventura en su mismo idioma, con palabras, chistes y algunos modismos propios de LATAM. El trabajo, definitivamente, es intachable. Con la misma calidad y buen humor que el visto en Breath of the Wild o Super Mario Wonder. Teníamos años esperando y ha valido la pena por completo.
Desde hacer canon el “vamo' a calmarno'”, hasta rendir homenaje a Chespirito: Pokémon Legends Z-A nos entrega la adaptación que nos hubiera encantado jugar en la década de los noventa. Adiós al Placaje. Hasta nunca al “coger”. Y hola a una nueva era para disfrutar Pokémon. Eso sí. Los nombres de las Pokébolas pudieron mantenerse en inglés, pero se siente como como el Hyrule y el Irule: una cuestión de la marca. Sea como sea, nos morimos de ganas por jugar un remake de Pokémon Red y Pokémon Green con esta localización.
¿Vale la pena Pokémon Legends Z-A?
Entonces, ¿vale la pena Pokémon Legends Z-A? Respuesta rápida: sí. Sí vale la pena. Pero no estamos nada cerca del mejor juego de la serie y mucho menos el mejor juego de Pokémon en Switch o el mejor juego de Pokémon en los últimos años. Si estás buscando un RPG por turnos hay mejores opciones en el mercado. Y si estás buscando un juego para revivir tu infancia, te recomendamos que le eches un ojo Digimon Story, que propone mejores ideas para el género. Pero si te gusta Pokémon igual que a nosotros, desde hace casi 30 años, es imposible escapar de Ciudad Luminalia. Pokémon ha comenzado a reponer el camino, pero todavía tiene un largo camino por delante. Las ventas lo podrán acompañar, pero sabemos que nos merecemos un juego de mejor calidad.
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