Thunderbolts ha llegado para cambiar el canon del MCU: eso nos ha quedado bien clarito. Y lo primero que notamos que ha modificado, con la incorporación de Sentry, son las escalas de poder canónicas. El orden de quién puede contra quién, quién amenaza más, y quién puede romper todo si lo desea, ha sido sacudido. Entonces, ¿cómo queda ahora el Universo de Marvel Studios? Acá va un ranking con los nueve villanos más temibles que lo deja todo al descubierto.
9. Gorr el Carnicero de Dioses
Christian Bale le dio un toque siniestro y trágico a este villano, cuya rabia contra los dioses lo volvió prácticamente imparable, mientras que la Necroespada lo conectó con una oscuridad cósmica que no solo lo volvió letal, sino capaz de enfrentarse incluso a alguien como Thor. Su historia terminó con redención, sí, pero durante gran parte de Thor: Love & Thunder fue una amenaza de nivel universal, matando deidades como si fueran insectos.

8. Scarlet Witch
Wanda no solo rompió las reglas del multiverso: las volvió añicos. Su descenso a la oscuridad fue tan profundo como devastador, y su nivel de poder (capaz de enfrentar a todo Kamar-Taj, aniquilar a los Illuminati y manipular realidades enteras) la convirtió en una de las figuras más peligrosas del MCU. ¿Sigue viva? Probablemente. ¿Volverá más inestable aún? No lo dudamos.

7. Ego el Planeta Viviente
Ego fue una bomba de tiempo con forma de padre. Su plan de extenderse por todos los planetas mediante su propia descendencia lo colocó como una amenaza galáctica, literal. Como Celestial, sus poderes iban más allá de lo físico: manipulaba materia, regeneraba su cuerpo y podía aplastar mundos con solo un impulso. Y sí, lo derrotaron, pero el tipo era básicamente un dios.

6. Namor
Rey de Talokan, mutante ancestral y uno de los personajes más brutales que ha pisado el MCU. Namor no solo representa una amenaza física (recordemos cómo dejó a Wakanda temblando), sino también una política y estratégica. Su control sobre el océano, su longevidad y su visión del mundo como campo de batalla lo hacen un antagonista que puede desestabilizar a cualquier nación... o a cualquier héroe.

5. Arishem el Juez
No apareció mucho, pero cuando lo hizo, entendimos quién pone las reglas de verdad. Arishem es un Celestial de escala cósmica, con la autoridad de crear y destruir planetas según considere si sus civilizaciones “valen la pena”. Su presencia tras el final de Eternals, llevándose a Sersi para juzgar a la humanidad, dejó claro que hay entidades allá afuera que no necesitan pelear: simplemente deciden si seguimos existiendo o no.

4. Kang el Conquistador
Sí, tuvo su primera gran caída en Quantumania, pero no hay que engañarse: Kang no es un solo hombre. Es una amenaza multiversal, con variantes infinitas, tecnología inigualable y una visión de dominación total. Lo que vimos con el “exiliado” fue solo un vistazo a lo que viene, si es que se viene algo... esperemos que por lo menos se cierre ese arco argumental. Eso sí: su capacidad para alterar el tiempo y reescribir realidades lo pone entre los villanos más impredecibles y peligrosos.

3. The Void / Sentry
Bob Reynolds fue presentado como una nueva esperanza... hasta que dejó de serlo. El experimento fallido del suero del Supersoldado, con sus poderes de escala Superman, trajo consigo a The Void, una entidad oscura nacida de su inestabilidad emocional. Capaz de trasladar a una ciudad entera a una dimensión onírica y romper el tejido de la realidad, Sentry (y su sombra) pusieron al MCU de cabeza. Y lo peor: sigue con vida.

2. Dormammu
Puede que Doctor Strange haya logrado un trato con él, pero no olvidemos que Dormammu es literalmente una entidad de energía pura que habita una dimensión oscura. Es inmortal, infinito, y tiene el poder de consumir realidades enteras. Solo la trampa del bucle temporal lo detuvo... por ahora. En términos de poder bruto, es de lo más imponente que el MCU nos ha mostrado.

1. Thanos
Porque no es solo lo que hizo, sino cómo lo hizo. Thanos no necesitó gritar para imponer terror. Reunió las Gemas del Infinito, derrotó a los Avengers varias veces, y literalmente eliminó la mitad del universo con un chasquido. Su mezcla de ideología, fuerza física, estrategia y frialdad lo convierte, hasta ahora, en el villano definitivo del MCU. Y aunque ya no esté, su sombra sigue marcando cada paso del universo.

La gran lección que nos deja este nuevo orden es que el MCU está migrando hacia lo cósmico, lo multiversal, y lo emocionalmente inestable. Los villanos ya no solo quieren poder: quieren romper estructuras, cambiar destinos, alterar la esencia de lo que entendemos como realidad. Lo que venga en Avengers: Doomsday no será una simple pelea… será un choque de realidades. Y esto es bastante emocionante, porque justo ahí es donde Marvel siempre juega sus cartas más fuertes.
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