Hace 14 años Dragon Ball Evolution sorprendió al mundo con una de las peores adaptaciones de un anime o manga en el cine… vaya, una de las peores películas en toda la historia. Quedó claro en aquel momento que los responsables de la producción no entendían la esencia de los personajes y que todo era un movimiento comercial, sin alma ni nada que los fans pudieran tomar para sentir un poco de satisfacción. Eso sí. El anime y el manga no eran los únicos con problemas en adaptaciones, pues los videojuegos y hasta los superhéroes todavía tenían tropiezos importantes.
Casi 15 años después, la era de los superhéroes en la pantalla grande se renueva tras años de una intensa taquilla, mientras que los videojuegos se acercan a su mejor momento en cuanto a adaptaciones con Super Mario Bros y The Last of Us. La mala noticia es que el anime y el manga están muy lejos de siquiera imitar el éxito de una cinta regular del MCU o DC Comics, y lo peor de todo es que no parece haber aprendido nada en los últimos años; salvo por Alita de Robert Rodríguez.
Y es así como llegamos a la nueva versión live action de Los Caballeros del Zodiaco una película que repite los mismos errores que la ya mencionada Dragon Ball Evolution y que incluso se ve y se siente como una cinta de hace 15 años. Con lo anterior es suficiente para dejar en claro que no vale la pena ir al cine a ver la película… pero todavía tenemos tiempo para señalar todo lo que hace mal… y tenemos que cumplir con cierto número de palabras.
Guardianes del Universo...
Seiya es un adolescente con una misión muy clara en la vida: encontrar a su hermana. Desde hace varios años la familia fue separada por culpa de una malvada organización que está buscando a los elegidos por el cosmos, quienes están destinados a portar las armaduras de bronce. Claro que Seiya no sabe que su destino es el de un héroe legendario, por lo que su búsqueda lo obliga a recorrer el mundo compitiendo en peleas clandestinas para ganarse unos pesos y no morir de hambre.
Secuencias de acción sin mucho sentido, efectos especiales de principios de los 2000 y un guión con pésimo desarrollo
Hay un par de personas en el mundo que sí saben lo que pasa con el cosmos y conocen el mito de Atenea y sus Caballeros del Zodiaco. Los primeros son, precisamente, los que se robaron a la hermana de Seiya, y los otros son los liderados por Alman Kiddo, un excéntrico millonario que adoptó a una niña caída del cielo y que ha invertido todos sus recursos para cumplir con la leyenda. Hasta este punto no hay mucha diferencia respecto al arco inicial de la obra de Masami Kurumada… no es la adaptación más fiel, pero al menos tiene una base que podemos identificar.
Para no entrar en demasiados spoilers, Alman Kiddo es el padre de Sienna, la reencarnación de Atenea, una joven caprichosa que no puede controlar el poder de la diosa. Mientras que del otro lado tenemos a Guraad, una mujer que desea usar el cosmos para fines personales y está dispuesta a hacer lo que sea necesario para ello. Y, por último, tenemos a Nero de Fénix, el caballero de bronce más poderoso y temperamental, compañero de Guraad pero con sus propios objetivos. Todos estos personajes pelearán por el control del cosmos, con secuencias de acción sin mucho sentido, efectos especiales de principios de los 2000 y un guión con pésimo desarrollo para los personajes.
Entre más avanza la película más se siente la falta de un hilo conductor que pueda amarrar todos los elementos en pantalla
Saint Seiya - El Inicio es una película de acción, por lo que no se preocupa mucho en poner a sus personajes en conflictos emocionales interesantes o en un desarrollo importante de su personalidad. Por lo menos hay un poco de fanservice y un humor que, si bien podría ser involuntario, hace que la sala se la pase bien por algunos momentos. Puede que para muchos ver a Seiya entrenando con Marin o la construcción de las armaduras sea suficiente para que el boleto valga la pena, pero son apenas unos pequeños destellos de emoción dentro de una producción lenta, aburrida y lejana a lo que recuerdas de tu infancia.
Entre más avanza la película más se siente la falta de un hilo conductor que pueda amarrar todos los elementos en pantalla, y las secuencias de acción tampoco ayudan mucho… sobre todo por lo exagerado de los eventos y las pocas o nulas consecuencias que tienen en la historia. Además los efectos especiales se sienten lejanos a cualquier producción inspirada en cómics que hayamos visto en los últimos… ¿10 años? Ni siquiera Marvel en su peor momento muestra explosiones tan burdas e insignificantes.
¿Algo bueno que rescatar? Podríamos decir que la integración de los actores de doblaje originales para el anime ayuda a que la nostalgia se mantenga a flote. Pero no. Marcos Patiño como Nero de Fénix y María Fernanda Morales como Atenea no funcionan en la versión live action, sus voces se sienten ajenas a sus personajes y en vez de ayudar a la producción terminan poniéndo otro punto en contra a todo el trabajo. Para el resto de voces no hay mucho que destacar, ni para bien ni para mal. Eso sí, el guion es tan malo que poco podían hacer los actores… aún así hay diálogos que parecen no tener ni una sola intención.
No vale la pena...
Ya lo habíamos dicho y lo volvemos a repetir: Los Caballeros del Zodiaco: Saint Seiya - El Inicio no vale la pena. La película no está ni cerca del relleno del anime original, pero se siente demasiado similar a los pésimos acercamientos que Netflix ha tenido con la franquicia en los últimos años. Si eres fan y tienes curiosidad seguro vas a aprovechar un tiempo libre para entrarle a la crítica… en caso contrario, mantente lejos de ella y no pidas más adaptaciones.