A lo largo de los años, The Legend of Zelda ha tenido muchas aproximaciones en su apartado gráfico, algunas han sido más queridas que otras, pero al final cada uno de los ‘Links’ han tenido su encanto.
En tiempos recientes una de las recreaciones más simpáticas de Hyrule la tuvo el remake de The Legend of Zelda: Link’s Awakening que Nintendo publicó en 2019. Curiosamente, el responsable del diseño de esta adorable aventura es el mismo artista detrás de Toon Link, protagonista de The Legend of Zelda: The Wind Waker que no convencía inicialmente a muchos fans y al mismísimo Shigeru Miyamoto. Su nombre es Yoshiki Haruhana y es uno de los diseñadores más veteranos de Nintendo, quien desde su entrada a la empresa en 1994 ha sido responsable de la imagen de muchas de las exclusivas de la compañía.
En una entrevista que se realizó cerca del lanzamiento del remake, Haruhana señaló que con la nueva versión querían conservar la sencillez de los gráficos del Game Boy, pero ¿cómo podían lograr eso con los gráficos modernos? La respuesta fue el diseño de diorama que todos conocimos en el remake.
“The Legend of Zelda: Link's Awakening salió a la venta por primera vez en Game Boy hace ya más de 20 años, y es un juego del que mucha gente guarda muy buen recuerdo. Con esto en mente, nos propusimos renovar los gráficos, pero sin que desentonaran con el resto del juego. En vez de recrear el juego con gráficos modernos, nos decantamos por capturar la sencillez de los gráficos pixelados de aquel entonces.”
Link mediría 10 centímetros si existiera en el mundo real
Cuando surgió la idea de que el juego se viera como una pequeña maqueta, Haruhana y su equipo pensaron en que la mejor manera de recrear los gráficos fue imaginar que ese mundo existiera en el mundo real, ¡incluso pensaron en el tamaño que tendría Link!
"Nos marcamos como objetivo que el mundo del juego fuera como un pequeño diorama. La idea durante el desarrollo era crear un mundo al estilo de un diorama en el que Link fuera una figurita de unos 10 centímetros, más o menos. Desarrollamos el juego como si el mundo existiera de verdad en forma de maqueta, y procuramos encontrar el equilibrio entre dos ideas bastante contradictorias: por un lado, conseguir una creación detallada y con encanto; y por otro, tener en cuenta la escala que habíamos imaginado para Link y evitar añadir detalles superfluos. ¡Lo cierto es que lograr dicho equilibrio nos costó mucho más de lo que nos imaginábamos!"
Al final no tuvimos que imaginar mucho cómo se vería el mundo de Link’s Awakening en la vida real, pues hubo una hermosa recreación real de los escenarios del juego en el booth de Nintendo en E3 2019. Esto causó un poco de temor en el diseñador del juego, pero al final terminó por corroborar que sus decisiones en cuanto al estilo gráfico del juego fueron acertadas:
"Cuando me dijeron que iban a crear varios dioramas, me sentí un poco intranquilo ya que, en cierto modo, con ellos se demostraría si habíamos logrado nuestro objetivo con los gráficos. Sin embargo, la increíble obra final nos confirmó que habíamos tomado la decisión correcta y redobló nuestros ánimos mientras entrábamos en la fase final del proyecto"