Hollow Knight: Silksong lleva la exploración y la dificultad al máximo nivel con un metroidvania que trasciende el género. Reseña de la obra maestra de Team Cherry

Hollow Knight: Silksong lleva la exploración y la dificultad al máximo nivel con un metroidvania que trasciende el género. Reseña de la obra maestra de Team Cherry

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Hollow Knight Silksong Lleva La Exploracion Y La Dificultad Al Maximo Nivel Con Un Metroidvania Que Trasciende El Genero Resena De La Obra Maestra De Team Cherry Compressed
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Jesús Zamora

Editor

Como uno de los juegos más esperados de los últimos años, el lanzamiento de Hollow Knight: Silksong resonó por todo lo alto. ¿Pero realmente justifica el gran hype que ha generado? Para responder a esa pregunta, comencemos por decir lo siguiente: Silksong es la continuación natural y necesaria de Hollow Knight. No solo amplía lo que hizo grande a su predecesor, lo lleva a otro nivel, convirtiéndose en una obra que vuelve a redefinir la experiencia metroidvania.

Team Cherry ha creado un título independiente que sirve como lección para la industria: así se hace una secuela exitosa, manteniendo viva la esencia mientras se arriesga a innovar. ¡Toma tu espada, unos rosarios y tus mejores herramientas, y acompáñanos a descubrir por qué Hollow Knight: Silksong merece tanto la pena!

Manteniendo de la esencia e innovando al mismo tiempo en Hollow Knight

Como secuela de Hollow Knight, Silksong hereda la identidad visual y mecánica de su antecesor, aunque tenemos que admitir que las cosas sí que se sienten distintas. No solo Hornet, la protagonista, ofrece un gameplay renovado que transforma por completo la dinámica de juego, sino que el mundo se siente mucho más vivo: tanto en ls detalles visuales que enriquecen los entornos, como en la interacción con los NPCs, que ahora tienen movimientos y objetivos propios, lo que da una sensación de dinamismo continuo.

La historia sigue la tradición de su antecesor: críptica y contada entre líneas, a través de descripciones de objetos y conversaciones con los personajes. En Silksong, tras los eventos del primer juego, Hornet es secuestrada y llevada desde Hallownest a Pharloom, el nuevo reino a explorar, en donde descubriremos de a poco un entramado de historias que se entrelazan con la mitología del lugar y con la identidad de las Tejedoras.

Resena Silksong

Nada hay tan gratificante como vencer a un jefe después de varios intentos

Al igual que en el juego anterior, contaremos con varios aliados: mercaderes que nos ofrecerán objetos valiosos, aventureros que nos acompañarán en nuestros recorridos e incluso un guerrero que también es cartógrafo, y que nos vende mapas de las áreas a explorar, con su canción al estilo de Cornifer incluida.

Los NPCs tienen una mayor relevancia en Silksong, con un nuevo sistema de misiones que, aunque mayormente lineales, ofrecen recompensas valiosas. En este sentido, la interacción con los NPCs es clave. Algunos no te encomendarán misiones hasta que hayas hablado con ellos varias veces. Además, estos personajes se moverán por el mapa según sus propios deseos, lo que aporta al juego un constante sentido de cambio y sorpresa.

El insecto en la habitación: la dificultad de Silksong

En cuanto a los enemigos, Silksong es significativamente más desafiante que Hollow Knight. No importa si te enfrentas a un simple cuervo o a un jefe, cada encuentro pondrá a prueba tu habilidad. La mayoría de los enemigos son insectos zombificados, resultado de un sortilegio que ha afectado al reino de Pharloom, pero hay toda clase de criaturas, algunas tan horribles como las Winter Lanterns de Bloodborne.

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Cada enemigo tiene su propio diseño y patrones de movimiento, siendo los jefes los más complejos en cuanto a dinámicas de juego. Silksong premia la paciencia y el combate estratégico: ningún enemigo se mueve de manera arbitraria, todos siguen un patrón. El Git Gud impera como filosofía de Team Cherry, y si eres esta clase de jugador, los desafíos una vez superados los sentirás increíblemente satisfactorios: nada hay tan gratificante como vencer a un jefe después de varios intentos.

Aunque cada zona parezca el final de un largo recorrido, siempre hay algo nuevo por descubrir

Los enemigos también dejarán recompensas como Rosarios y Fragmentos de Coraza. Esto es muy importante, pues los Rosarios son la moneda del juego y se utilizan para comprar objetos, desbloquear bancas de guardado y activar el sistema de desplazamiento rápido. Los Fragmentos de Coraza, por su parte, crear nuevas herramientas: las nuevas armas arrojables del juego, ideales para complementar nuestras estrategias. Al morir, perderemos nuestros Rosarios, pero no los Fragmentos de Coraza. Para recuperar los primeros, deberemos regresar al lugar de nuestra derrota y atacar solo una vez el capullo de seda que quedó allí.

El mundo de Silksong: una lección de exploración y diseño

Al igual que en Hollow Knight, en Silksong avanzamos por un mundo en miniatura. Si el primer juego ya ofrecía una sensación de vastedad, Silksong lleva esa exploración a otro nivel con una gran variedad de biomas: desiertos, bosques musgosos, castillos decadentes y zonas volcánicas que evocan la nostalgia de Dark Souls 2.

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No exageramos: el mapa es realmente inmenso, y no sentíamos una sensación de magnitud similar desde Elden Ring. Aunque cada zona parezca el final de un largo recorrido, siempre hay algo nuevo por descubrir, lo que genera una constante sensación de maravilla.

A su favor juega el diseño meticuloso de los metroidvania, con un mapeado más complejo y detallada. Las zonas están interconectadas de manera vertical y horizontal, y constantemente te obliga al backtracking para descubrir nuevos secretos, abrir caminos ocultos, derribar paredes o explorar áreas abiertas donde el plataformeo alcanza un nivel de exigencia elevado, un detalle que añade un nivel de dificultad al juego.

Para explorar, como en todo buen metroidvania, necesitaremos desbloquear una serie de habilidades específicas. El dash y el doble salto regresan, pero se suman los saltos por impulso y el modo de correr. Además, nuestra capa puede modificarse para permitirnos descender lentamente desde grandes alturas, o usar nuestra aguja e hilo para fijarnos zonas lejanas a las que queremos llegar.

Resena Silksong

Uno de los cambios más notables se encuentra en nuestro set de movimientos, especialmente en el salto hacia abajo. En lugar del aguijonazo vertical que usábamos en el primer juego para atacar, en Silksong el salto es diagonal, hacia la izquierda o derecha.

Aunque parece un cambio pequeño, transforma por completo la forma en que abordamos las plataformas. Y en caso de que no te guste, podemos optar por el salto hacia abajo vertical gracias al nuevo sistema de Blasones, que nos ofrece distintas opciones de combate.

Resena Silksong

¡Shaw! Descubriendo el nuevo sistema de combate

Algo que descubriremos apenas hayamos encontrado las habilidades más básicas, es que Hornet se siente mucho más ágil que el Caballero. Su set de movimientos recuerda bastante al de Alucard en Castlevania: Symphony of the Night, ppero con la complejidad plataformera de Mega Man X

todo suma para dar una sensación de un mundo más interactivo y vivo

Además de la espada, que podremos mejorar gradualmente, se introduce el sistema de Herramientas: armas arrojadizas, como agujas, granadas y trampas con pinchos, que podremos equipar en nuestro Blasón.

También en el Blasón podremos añadir Amuletos o Técnicas Especiales que definirán nuestro estilo de juego, permitiendo que cada jugador adapte su estilo según sus preferencias. En este sentido, nos gusta pensar que, más que una evolución, el sistema de combate que presenta Silksong es una mutación en favor de la novedad.

Resena Silksong

En términos de dificultad, Silksong sí es un reto mayor que Hollow Knight. El ritmo es más rápido, y los enemigos y plataformas presentan mayores desafíos. No es un juego que invite a nuevos jugadores a saltar sin preparación. La curva de aprendizaje es más empinada, y recomendamos a los jugadores familiarizarse con el primer título para disfrutar la secuela al máximo. Sin embargo, no creemos como muchos que este desafío es injusto; la dificultad es alta, sí, pero también es parte fundamental de la experiencia.

Diseño artístico y rendimiento

El diseño artístico de Silksong profundiza en la estética ya conocida de Hollow Knight, pero la enriquece con mayor detalle. Como en el juego anterior, los escenarios están construidos en múltiples capas, y los elementos de fondo se superponen para crear un sentido de profundidad visual.

Team Cherry ha aprendido de su predecesor y ha sabido expandir su visión de forma magistral 

Hay detalles muy sutiles, pero sorprendentes cuando los adviertes: ver que los insectos que caminan bajo nuestros pies cargan con los objetos que no recogemos, parvadas que abren en vuelo cuando pasamos por puntos clave, áreas destructibles en cada rincón: todo suma para dar una sensación de un mundo más interactivo y vivo.

La música, compuesta nuevamente por Christopher Larkin, es uno de los puntos más destacados del juego, y no nos sorprendería que haya quienes se adentren en Silksong solo para disfrutar de su maravilloso soundtrack. La orquestación empleada se adapta de manera orgánica a los biomas y las situaciones que enfrentamos, con tonos épicos durante los combates y melodías melancólicas en momentos más tranquilos. A esto se suman los cuidados efectos sonoros: el sonido de pisar el musgo, atacar a un insecto o incluso escuchar a un NPC contribuyen a la atmósfera única del juego.

Resena Silksong

En lo que respecta a rendimiento, probamos Silksong en una Xbox Series S, donde se mantuvo a 60 FPS estables a una resolución de 1440p. Una experiencia fluida en todo momento, con solo un pequeño error visual en el que un insecto se convirtió en un manojo de píxeles rosas, algo que se solucionó simplemente con salir y regresar al área. En líneas generales, el juego corre perfectamente bien y no presentó fallos notables.

Hollow Knight: Silksong: ¿vale la pena?

Silksong no solo es un digno sucesor de Hollow Knight: es un experimento victorioso que arroja a la franquicia a nuevas direcciones. No supera al primero, ni tiene la necesidad de hacerlo: se establece como una obra propia, con una propuesta fresca y una ejecución impecable.

Aunque su dificultad más elevada puede resultar intimidante para quienes no han jugado el primer título, Silksong recompensa a quienes se adentran en su desafiante mundo con una experiencia profunda, emocionante y llena de sorpresas como pocas. 

Cada detalle, desde el diseño de los mapas hasta la interacción con los NPCs y el sistema de combate, demuestra que Team Cherry ha aprendido de su predecesor y ha sabido expandir su visión de forma magistral y, por cursi que suene, lo ha hecho con amor y dedicación. Silksong vale muchísimo la pena: es uno de los mejores juegos de los últimos años y una obra imprescindible para los amantes de los metroidvania.

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