Quienes conozcan Fallout por primera vez gracias a la serie de Amazon Prime Video, podrían creer que los bunkers de protección contra bombas nucleares llamados Vaults -también conocidos como Refugios o Bóvedas- están destinados a proteger a la población en caso de guerra nuclear y así garantizar la supervivencia de la humanidad... pero están muy equivocados.
Los veteranos de la franquicia saben que, en realidad, los Refugios sirven a un propósito oscuro diferente. Los búnkeres establecidos por el gobierno de Estados Unidos. bajo el proyecto Refugio Seguro, sirvieron como laboratorios de prueba para recopilar datos sobre la colonización de otro planeta.
Durante el aislamiento después de la Gran Guerra, se llevaron a cabo experimentos sociales aberrantes en muchas de las instalaciones subterráneas con los desprevenidos habitantes y sus descendientes. Así también en el Vault 11.
El Refugio 11: un viejo conocido por los fans de Fallout: New Vegas
Este Vault está al oeste de Boulder City y la presa Hoover. Cuando entras por primera vez, encontrarás las paredes de las áreas residenciales cubiertas de carteles electorales. Pronto queda claro que aparentemente se llevó a cabo una elección para determinar a la persona más odiada. También encontramos restos humanos en los pasillos...
Al explorar el búnker, descubrimos a través de entradas en terminales y holotapes que Vault 11 era un refugio experimental diseñado para investigar qué se necesita para que las personas rompan colectivamente las reglas.
Cuando las puertas blindadas se cerraron y el fuego infernal nuclear devastaba el exterior, el supervisor reveló a los habitantes que debían sacrificar a una persona de entre ellos cada año, de lo contrario, se desactivaría el sistema de soporte vital del búnker. Una mentira, pero, por supuesto, los habitantes del Vault no podían saberlo.
Fallout: New Vegas
Furiosos, decidieron celebrar una elección para determinar el primer sacrificio humano, y para sorpresa de nadie, el supervisor inicial fue elegido.
Una tradición que continuó hasta llegar al límite
A partir de entonces, en el Refugio 11 se elegía cada año a un nuevo supervisor, que era sacrificado al final de su mandato. Naturalmente, nadie quería morir voluntariamente, y así, las elecciones se convirtieron en un instrumento para deshacerse de personas no deseadas. La campaña electoral fue feroz: se formaron verdaderos partidos con sus propias ideologías, líderes y carteles electorales.
Este círculo vicioso solo terminó cuando una supervisora decidió cambiar el sistema electoral. Dado que los supervisores tienen poderes correspondientes, Katherine Stone emitió la Orden del Supervisor 745. Esto establecía que los supervisores futuros serían designados no por elecciones de los habitantes, sino por la computadora.
Como los partidos en el Vault no querían perder su poder, provocaron una revuelta en la que finalmente todos, excepto cinco habitantes del búnker, perdieron la vida. Estos estaban tan consternados por los asesinatos, que decidieron no querer sacrificar a nadie más.
La computadora del refugio felicitó entonces a los habitantes restantes por su decisión y les dijo que eran un ejemplo brillante para la humanidad. Al colaborar y desafiar las reglas, habían pasado el experimento. Con eso, también se abrieron las puertas del Refugio.
Para los sobrevivientes, sin embargo, esto no fue un consuelo real. Traumatizados y perturbados, no tenían interés en vivir en libertad. Cuatro de los cinco decidieron morir voluntariamente. Del último habitante no se ha encontrado rastro hasta el día de hoy, pero es probable que también haya perecido pronto en el páramo de Mojave.
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