Aunque el anuncio de la fusión entre Activision y Microsoft fue en enero, considerando el tamaño de la transacción, todavía hay varios procesos pendientes, antes de que la compra se formalice. Uno de ellos era la aprobación del movimiento por parte de los accionistas de Activision, acto que se consumó el jueves con 98% de los accionistas votando a favor.
"El voto abrumadoramente positivo de nuestros accionistas confirma nuestra creencia compartida de que, en mancuerna con Microsoft, estaremos todavía mejor posicionados para crear gran valor para nuestros jugadores, todavía más oportunidades para nuestros empleados y para continuar con nuestro enfoque de convertirnos en un ejemplo inspirador de espacio de trabajo abierto, respetuoso e inclusivo", declaró Bobby Kotick, director ejecutivo de Activision.
¿Concluye esto con el proceso? No. Definitivamente no. Todavía falta que la Comisión Federal de Comercio dé su visto bueno, un órgano que ha estado bajo presión de parte de congresistas estadounidenses, quienes consideran que la fusión será perjudicial para la competencia y para las condiciones laborales de los trabajadores.
Eso en Estados Unidos, pero órganos de Europa y Asia también tendrán que aprobar el movimiento, con lo cual, la fusión podría concretarse hasta mediados de 2023, lo cual explica por qué Activision todavía no figura en el showcase de Xbox de junio próximo.
La historia en corto
A mediados del año pasado en California se interpuso una denuncia en contra de Activision que le acusaba de fomentar una cultura hostil contra las mujeres de la compañía. El escándalo no se hizo esperar, los empleados pidieron la renuncia de Bobby Kotick, aparecieron demandas adicionales y, aunque no parece haber relación, congresistas de Estados Unidos aseguran que Microsoft aprovechó el efecto adverso que esto tuvo en el valor bursátil de Activision, para comprarlos.
En enero se dio a conocer que Microsoft compraría a Activision por 68 mil millones de dólares en medio de sospechas sobre acuerdos secretos con Bobby Kotick, acusaciones a sus amigos accionistas e incluso protestas de parte de fiscales que aseguran que el gobernador de California está protegiendo al publisher.