Lara Croft iba a ser hombre y con apellido latino, pero su creador fue presionado para cambiarlo y crear así un ícono femenino

La imagen de Lara Croft es un ícono de la cultura popular, y una bandera del empoderamiento femenino. Tomb Raider llegó a lo alto de la industria del gaming gracias a su presencia, destacando como una de las primeras protagonistas femeninas en un juego. Sin embargo, el plan original de Core Design era diferente, y la tuvo que evolucionar para crear al personaje que hoy conocemos.

Lara Croft no iba a ser la bandera de las mujeres en los videojuegos

La primera entrega de Tomb Raider demoró un par de años antes de ser lanzada en PS1. En el proceso creativo, se reconoció la fuerte influencia de Indiana Jones, que en ese entonces era todo un fenómeno en el cine, para crear una aventura de misterios y acción. Toda la historia se pensó originalmente para girar entorno a un protagonista masculino, que llevaría sombrero y un látigo en sus expediciones.

Este concepto era demasiado similar a Indy, así que Jeremy Smith, miembro fundador de la desarrolladora y alto mando en el proyecto, pidió a sus diseñadores ser más "originales".  Toby Gard, quien era el artista en jefe, tuvo que buscar más inspiraciones para su personaje, encontrándolas en una arcade dedicada a Virtua Fighter. Ahí se percató de que la gran mayoría de enfrentamientos entre jugadores había al menos una mujer como peleadora. 

Un primer paso que lo llevó a intentar toda clase de modelos mujeres, desde musculosas a con rasgos asiáticos. Al final fue formando a Lara Corft con pruebas y errores, escuchando de la retroalimentación que Jeremy y demás encargados le hacían, y llegando a la versión que hoy todos conocemos. Su aporte catapultó a la franquicia a lo más alto de la industria, con millones de copias vendidas y una marca en la memoria colectiva de la sociedad. No obstante, antes de que eso pasara, había un detalle por ajustar: el nombre de la protagonista.

Laura Cruz: la verdadera protagonista de Tomb Raider

La historia orginal de Lara Croft iba a estar completamente ligada a sus raíces sudamericanas: en un principio, la idea de buscar a su padre tuvo un mayor peso, al conectar las ruinas en el Amazonas con lazos sanguíneos. En este punto, el nombre pensado para ella era Laura Cruz, que haría todo el sentido con los primeros guiones. Pero con el pasar del desarrollo, el equipo ajustó su pasado, mudándolo de Latinoamérica a Reino Unido.

Así que se decidieron en buscar un nuevo nombre, y como ha contado Paul Douglas, otro de los creadores del juego, en diversas entrevistas, la respuesta estaba en un libro de nombres para bebé:

"Lara tenía una derivación más interesante que Laura, así que elegimos esa. Lara proviene de la misma derivación que Larisa, que a su vez deriva de Larissa en Grecia, y significa “ciudadela”. Pensé que eso encajaba bien con su personalidad: enigmática y reservada. Cruz se cambió a Croft bastante después en el proyecto, por Vicky (guonista). Eso salió de la guía telefónica de Derby. Cruz era español/portugués para “cruz”, y no estaba tan lejos pasar de Cross a Croft"

Los más adentrados en la saga sabrán que hay rastros en promocionales, documentos y archivos del juego que corroboren esta historia. Como menciona Paul, fue bastante avanzado en el proyecto que se decidió el nombre "Lara Croft". Por lo que hay toda clase de pistas con el nombre "Cruz"que son testigos de la historia de desarrollo detrás de Tomb Raider.

Así, la historia de Lara Croft es también la historia de cómo Tomb Raider encontró su identidad definitiva en medio de ajustes, dudas y decisiones creativas clave. Lo que comenzó como un proyecto inspirado en arquetipos masculinos terminó dando forma a una protagonista única, cuyo nombre, origen y personalidad se pulieron hasta convertirse en un símbolo del videojuego moderno.