La estatua de The Game Awards es la creación más personal de Geoff Keighley: un reflejo profundo de sus temores sobre el periodismo de videojuegos

Considerado el galardón más importante del gaming, The Game Awards se ha encargado, año con año, de premiar solo lo mejor de lo mejor en la industria de los videojuegos. Lo que pocos saben es que la estatuilla que obtienen todos los ganadores del certamen tiene un significado oculto: es un reflejo de los temores de Geoff Keighley sobre el periodismo de videojuegos.

El trofeo que aspira a ser eterno en la memoria del gaming

Con el objetivo de premiar y reconocer lo mejor en la industria de los videojuegos, desde el año 2014 Geoff Keighley se ha encargado de organizar The Game Awards. En este sentido, uno de los objetos más icónicos de este certamen es la estatuilla que reciben los ganadores de cada categoría.

De acuerdo con el organizador de TGA, la idea de entregar una estatuilla como esta a los ganadores proviene de sus reflexiones en torno a la perdurabilidad de la crítica periodística de videojuegos: un elemento que, a su parecer, no es capaz de adaptarse a la inevitable mutabilidad del tiempo.

"Sabes, he sido periodista de videojuegos por mucho tiempo y es divertido escribir artículos sobre juegos y cosas así, pero no perduran mucho: la gente los lee y sigue adelante. Lo genial de esto es que realmente espero que la estatua sea algo que resista la prueba del tiempo, que cuando entre en la oficina de un desarrollador ahora, sea genial ver el trofeo de los Game Awards", mencionó al respecto Keighley.

Para darle forma a este mítico trofeo, Geoff Keighley trabajó en colaboración con WETA Workshop en Nueva Zelanda, empresa conocida por su trabajo en El Señor de los Anillos. Keighley propuso la idea de un ángel formado por bloques digitales en “8 bits”, lo que para él simbolizaba la evolución de los videojuegos desde sus humildes orígenes hasta el futuro. Por este motivo la estatuilla tiene ese aspecto de low poly.

Su miedo al paso del tiempo y su intención de ofrecer un galardón imperecedero llevaron a Geoff Keighley a dar forma al premio más importante de la historia de los videojuegos. Una cosa es clara: tras diez años de arduo trabajo, The Game Awards se ha convertido en el escenario más relevante para reconocer y celebrar los logros más destacados de la industria.