Destiny 2 está entrando en su sexto año y mientras la franquicia está cerca de cumplir una década de historia, Bungie nos prepara para el gran cierre de la saga de la Luz y la Oscuridad con Eclipse –Lightfall en inglés– una expansión que incluye una nueva campaña, novedades en el gameplay, un nuevo destino por explorar y mucho más.
Luego de unas semanas jugando lo nuevo de Destiny 2 estamos listos para responder a la pregunta, ¿vale la pena?
Una historia que prometía, pero que pudo aportar más al conflicto final
Iniciemos con la historia. Como inicio del arco final para una narrativa que lleva años en construcción, las expectativas ante la campaña de Eclipse eran muy altas. Fue super emotivo ver cómo cerró la Temporada de los Serafines – justo antes de la llegada de Eclipse– con el Viajero alejándose de la Torre para lo que, claramente, es el inicio del final.
Con la reunión de todos los héroes de la Vanguardia y sus aliados para hacer frente al Testigo como la mayor amenaza que hemos visto en el juego, llegamos a imaginar que Eclipse sería un equivalente a Infinity War de Avengers. Desafortunadamente, la campaña de Eclipse se quedó muy corta para cumplir esa función y se siente más como una historia de relleno, cuyos aportes narrativos son discretos y bastante confusos hasta el momento.
La primera misión logró sorprendernos con un gran cinemático en el que la llegada del Testigo y su amenaza al Viajero acabó en una emocionante batalla espacial con la Tierra al fondo de todo este enfrentamiento. Desafortunadamente, el resto de las misiones no llegaron a nada concreto y nos dejaron en las mismas: sabemos que hay una gran amenaza, pero tenemos más preguntas que respuestas.
La campaña de Eclipse nos llevó a Neomuna, una ciudad en Neptuno de la que los habitantes de la Tierra no habían escuchado desde los tiempos del Colapso. El Testigo envió a su lacayo Calus –un viejo conocido antagonista de Destiny 2– a investigar el Velo, un elemento clave en esta lucha final que se encuentra bajo la ciudad. Es así que los Guardianes viajan a Neomuna para enfrentarse a las fuerzas de Calus, aliándose con nuevos personajes como los Surcanubes de Neomuna para proteger a toda costa este valioso elemento que también es de vital importancia para los habitantes de Neptuno.
¿Qué es exactamente el Velo? No es algo que Eclipse deje muy claro dentro de la campaña y hay que seguir uniendo las pistas presentes en contenidos complementarios como las misiones para obtener armas excepcionales disponibles al terminar la campaña, o las misiones de temporada que se ofrecen cada semana. Una vez más, Bungie ha optado por presentarnos una historia que más que respuestas concretas ofrece una serie de pistas que la misma comunidad se encarga de reunir para explicar lo que está sucediendo.
Dicho todo lo anterior, la campaña de Eclipse nos deja claro que el mal se acerca y la batalla final está por comenzar, pero poco aporta al desarrollo de un conflicto en el que el antagonista principal aparece apenas en contadas ocasiones. Tendremos que seguir esperando para saber lo que va a pasar con este conflicto y la verdad es que esta serie de misiones pudieron haber explicado mucho más al respecto.
Habrá que esperar un poco más para ver cómo impacta el Testigo en esta lucha final con la Vanguardia.
Bungie sigue impulsando las temporadas, a veces con mejores historias que la campaña principal misma
Mientras los Guardianes se enfrentan a Calus en Neomuna, el mal del Testigo también amenaza a la Tierra. La nueva Temporada de la Resistencia muestra personajes como la reina Mara Sov, Amanda Holliday y Devrim Cay protegen el primer hogar de la humanidad de las amenazas de todo este conflicto del Sistema Solar.
Sorpresivamente, algunas de estas misiones de temporada son mucho más ricas en contenido y desarrollo de personajes que las de la campaña de Eclipse, lo que nos deja pensando que Bungie está dando prioridad a este formato episódico sobre sus campañas tradicionales. Esto no está mal para los jugadores recurrentes que cada semana tienen una gran razón para volver, pero no es muy buena noticia para los jugadores ocasionales que podrían pasar por alto estas historias, que son apenas una de decenas de actividades que pueden realizar en el juego. Al menos todos los huecos narrativos que deja Eclipse se podrían ir llenando poco a poco a lo largo del año para dejar los sinsabores de la campaña principal.
Tanto en la campaña principal como en las misiones de temporada, volvemos a usar vehículos.
Las cuerdas son el mejor aporte de la expansión
Pasando al gameplay, tenemos mejores noticias que con la narrativa. Las misiones de la campaña no le llegan en sus mecánicas y diseño de niveles a lo que vimos en La Reina Bruja, pero son un buen entrenamiento para dominar la nueva subclase de cuerdas que se integra como uno de los principales y más valiosos agregados de Eclipse.
El principal aporte de las cuerdas es la presencia de un gancho que sustituye a la granada en esta subclase y que ofrece tanto como una nueva manera de desplazarse por los escenarios, una nueva forma de ganar o reducir espacio en medio de los combates. Lanzarse hacia los adversarios termina en un potente golpe de cuerdas que puede eliminar a varios enemigos de una sola vez y muchos de los adversarios caídos bajo los efectos de este nuevo elemento de Oscuridad dejan marañas de cuerdas que te sirven tanto como punto de anclaje para seguir usando el gancho como un arma arrojadiza para seguir afectando a otros en el campo de batalla. Las cuerdas ofrecen un gameplay ágil y frenético, un poco más dinámico que lo que vimos en otras subclases y esta variedad le viene muy bien al shooter.
La subclase de cuerdas será desbloqueada hasta terminar toda la campaña principal, pero desde las primeras misiones te encontrarás con zonas diseñadas para probar estos poderes de forma casi ilimitada, siendo así una especie de tutorial sobre la marcha para que aprendas a usar estos nuevos poderes. Hay desafíos plataformeros que tienen que ver con el uso del gancho presente en las cuerdas, pero también hay otras misiones de la campaña que aprovechan elementos como el uso de vehículos, así como una memorable batalla final que está entre lo mejor de Eclipse.
Mención especial merecen los atormentadores, un nuevo tipo de enemigos de élite que tienen pocos puntos débiles, temibles ataques melee con sus guadañas, la capacidad de causar estados alterados como el de supresión y hasta el poder de ser el único adversario con la capacidad de sostener a un guardián con sus brazos para debilitarlo. Su presencia en la mayoría de las nuevas misiones que se integran al juego es uno de los puntos positivos de la expansión y podemos considerarlos como un gran añadido. Es bueno saber que dejando la narrativa a un lado, las misiones no dejan de ser divertidas y bien planteadas; en dificultad legendaria ofrecen un desafío muy interesante para los jugadores más entusiastas.
La subclase de cuerdas es el mejor aporte de la expansión.
Neomuna no es el mejor espacio social, pero Eclipse tiene buenos aportes al endgame
¿Qué hay más allá de la campaña? Como bien sabes, el endgame es un componente fundamental de la experiencia de Destiny y aquí hay desde algunas mejoras de calidad de vida, hasta contenidos frescos como un nuevo espacio social, un asalto y una incursión.
El nuevo espacio social es la ciudad de Neomuna y al igual que con la historia, quedamos con sentimientos encontrados. Ir a Neptuno en una locación tan distinta a lo anteriormente habíamos visto sonaba como algo muy interesante, pero al final nos encontramos con un mapa que se siente un tanto vacío y cuya actividad especial no deja de ser una mera variante de los eventos públicos.
Para el nuevo asalto sí tenemos pulgares arriba, pues está divertido y aprovecha los principales añadidos al gameplay que integra la expansión. La nueva incursión, por su parte, aunque es un poco más breve que otras de las anteriores nos dejó encuentros muy interesantes. Nos da la impresión de que las mecánicas en El Origen de las Pesadillas son ligeramente menos sofisticadas que lo visto en anteriores incursiones, pero de todos modos nos está dando muy buenas horas de desafíos cooperativos.
Del lado del equipamiento hay piezas interesantes, muchas de ellas que van de la mano con las cuerdas. Nos quedan decenas de horas de juego para desbloquearlo todo, pero lo que hemos alcanzado a ver nos deja buen sabor de boca.
Destiny 2 es un excelente juego de disparos y eso es razón suficiente para seguirlo jugando.
También hay importantes mejoras de calidad de vida
No podemos dejar de hablar de las mejoras de calidad de vida, donde vemos una reorganización de muchos elementos del juego para ordenar un poco algunas cosas. Los rangos de guardián están diseñados para que los jugadores muestren al mundo su expertise en Destiny, ofreciendo una serie de metas por cumplir que al igual que elementos como los sellos pueden darle una idea clara a los jugadores de qué hacer a continuación en el endgame cuando sienten que ya han alcanzado todos sus objetivos. También tenemos los elogios, que son un sistema de reconocimiento a tus compañeros de equipo en actividades PvE y PvP que no dejan de ser un agregado que se agradece.
Finalmente, tenemos el sistema de Equipamiento 2.0 que nace como una mejora integral a la interfaz que busca facilitar un poco el manejo de las builds. La nueva pantalla de modificadores da una perspectiva clara de todo lo que traes en tu armadura y tener ranuras para guardar varias builds es muy útil, sobre todo para aquellos que han alcanzado el tope de nivel y se disponen a crear las mejores combinaciones para cada tipo de actividad.
Los elogios, rangos de guardián y armamento 2.0 se encuentran entre los mejores ajustes de calidad de vida.
Entonces, ¿vale la pena?
Una expansión por la que el usuario promedio puede esperar un poco, pero que a los jugadores recurrentes les entrega nuevos juguetes para seguir mejorando su experiencia.
Llega el momento de decir, ¿vale la pena? Eclipse es una expansión con algunos contrastes. La historia general de la campaña pierde mucho tiempo en un objetivo que a fin de cuentas nos dejó casi en el mismo punto de inicio de la batalla final contra el Testigo, pero al menos nos presentó misiones variadas y divertidas que desde el punto de vista de la jugabilidad no están nada mal. Neomuna, con todo y sus marcadas diferencias visuales con lo demás que hemos visto en el sistema solar, no es el espacio social más interesante que hayamos visto en el juego, pero por lo menos nos dejó algunas misiones que premian con equipamiento que vale la pena. Destiny 2 sigue siendo un juego brillante en sus mecánicas de juego y eso es lo que nos tiene a muchos invirtiendo decenas de horas completando tareas diarias, de temporada y ahora también para incrementar los rangos de guardián.
Seguimos jugando Destiny 2 porque es de los mejores shooters del mercado, por lo que pese a las flaquezas de expansiones de contenido como Eclipse, también siguen saliendo a relucir elementos brillantes de la jugabilidad que nos siguen conquistando.
Estamos ante una expansión que no es tan sorprendente como para atraer a quienes no se han interesado por Destiny o tiene mucho tiempo que lo dejaron, pero a los jugadores recurrentes nos da juguetes nuevos para mantenernos cautivos. Del lado de la jugabilidad se sigue cumpliendo y eso puede dejar tranquilos a los fans del juego. Esperamos que el próximo año tengamos algo que esté más a la altura de expansiones como La Reina Bruja, pues si seguimos a la baja, entonces sí podríamos empezar a preocuparnos.