Lanzado el 8 de agosto, Mafia: The Old Country es una propuesta que mezcla tradición y modernidad, y que, aunque no rompe el molde jugable, sabe construir una atmósfera tan absorbente que resulta difícil dejar el mando. Tras pasar por sus calles, viñedos y callejones empedrados, puedo decir que esta nueva entrega no solo es un homenaje a la saga, sino también a toda la tradición cultural y cinematográfica que ha convertido a la mafia siciliana en un mito, por lo que aquí te comparto ocho cosas que debes saber antes de empezar.
1.- Una historia con el aroma del Mediterráneo
La trama nos lleva a la Sicilia de principios del siglo XX, en plena efervescencia del crimen organizado. Encarnamos a Enzo Favara, un joven que, empujado por las circunstancias, termina en las filas de la organización criminal de Don Torrisi. Lo que más impresiona no es solo la narrativa, sino la recreación visual: el Etna humeante al fondo, los campos de olivos, los mercados con frutas frescas, los callejones. Hangar 13 ha construido una carta de amor a la isla y no es una postal idealizada, sino una Sicilia viva, marcada por la pobreza, la violencia y las tradiciones familiares.
2.- Inspiración que va más allá de El Padrino
Es inevitable pensar en El Padrino de Mario Puzo y Francis Ford Coppola, pero The Old Country bebe de muchas más fuentes. Hay ecos del cine italiano de los años 70, de la dureza de Goodfellas de Scorsese, y de la literatura crítica de Leonardo Sciascia con su libro El Día de la Lechuza. Incluso se percibe un guiño a Mafia de Petra Reski en la forma en que el juego expone la corrupción incrustada en las instituciones. Esto no es una simple historia de gánsteres: es un retrato social de una época y un lugar donde la mafia no era solo un enemigo, sino parte del sistema.
3.- No es mundo abierto, pero hay espacio para explorar
A diferencia de Mafia III, aquí no tenemos un mundo abierto tradicional. La historia se desarrolla en una estructura lineal que prioriza el ritmo narrativo. Sin embargo, tras el prólogo se desbloquea un modo exploración que permite recorrer el mapa sin presión, recolectar coleccionables, descubrir trajes y coches, y admirar la Sicilia digital con calma. Es cierto que este modo no ofrece misiones adicionales, pero es perfecto para los que disfrutan perdiéndose en los escenarios y cazando secretos. Eso sí, algunos objetos solo aparecen en capítulos concretos, así que conviene explorar con atención.
4.- Jugabilidad heredada de las Definitive Edition
No hay grandes revoluciones mecánicas. La fórmula se mantiene fiel a lo que vimos en las ediciones definitivas de Mafia: tiroteos intensos, secciones de sigilo, combates cuerpo a cuerpo y exploración moderada. Esto puede ser un punto negativo si buscas algo radicalmente nuevo, pero para los fans de la saga es como volver a casa. Los controles son precisos, el ritmo de la acción está bien medido y las misiones logran variar lo suficiente para no sentirse repetitivas.
5.- Una duración que se agradece
En tiempos donde parece que todo juego necesita 40 o 50 horas para justificar su existencia, The Old Country ofrece una campaña de unas 15 horas. Es un relato compacto que no se alarga innecesariamente y que sabe cuándo poner el punto final. Personalmente, lo veo como un acierto: es un soplo de aire fresco en una industria que a veces confunde duración con valor.
6.- No cualquier computadora puede con la Sicilia de 1900
No nos engañemos: esta Sicilia digital no se mueve con cualquier PC. El juego exige un procesador y sistema operativo de 64 bits, un SSD y, como mínimo, una AMD Ryzen 7 2700X o Intel Core i7-9700K, junto con 16 GB de RAM y una tarjeta Radeon RX 5700 XT o NVIDIA RTX 2070. Para verlo en todo su esplendor, lo recomendado es bastante más alto: 32 GB de RAM, procesadores de última generación y gráficas como la RTX 3080 Ti. La buena noticia es que, si tu máquina está a la altura, la calidad visual es impresionante, si no, verás como sufre al cargar las texturas, particularmente las de las caras.
7.- El arma que cambiará tu experiencia
Entre las armas disponibles, hay una que destaca por encima de todas: el Modelo de vocero 8. Es cara, sí, pero su daño, alcance y cadencia la convierten en la herramienta perfecta para las misiones más difíciles. Mi consejo: prioriza conseguirla lo antes posible. Te ahorrará muchos intentos frustrados.
8.- Un guiño especial a los fans veteranos de la saga
Sin entrar en spoilers, hacia el final se revela el apellido de un personaje llamado Luca, y esto conecta directamente con uno de los nombres más importantes del primer Mafia. Es un detalle que no cambia la historia principal, pero que para los seguidores de la franquicia funciona como un lazo entre generaciones de juegos.
Mafia: The Old Country no es un experimento arriesgado, pero tampoco lo necesita. Es un juego que entiende su lugar en la saga y que apuesta por lo que mejor sabe hacer: contar una historia de crimen, lealtad y traición en un escenario que respira autenticidad. Si vienes buscando un sandbox lleno de actividades secundarias, quizá te sepa a poco. Pero si lo tuyo es una narrativa bien construida, un protagonista con motivaciones claras y una ambientación cuidada hasta el último detalle, este viaje a la Sicilia mafiosa merece cada minuto.
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