El primer control de la PS3 podría ser el más avanzado de su tiempo, pero no contaba con una función básica muy popular de la época

Sin un ojo entrenado, es común afirmar que PlayStation no ha hecho cambios radicales en sus controles desde su primera generación. La realidad es que con los años, la compañía japonesa mejoró el nivel de sus mandos acorde a las especificaciones técnicas de cada lanzamiento de consola, y el primer control que salió con la PlayStation 3 esconde un curioso detalle.

Cuando se estrenó la la PS3 en 2006, PlayStation presentó un control que contaba un diseño estético, así como un giroscopio y un sensor de movimientos. Se podría clasificar como el mando más avanzado de su época en lo técnico y lo ergonómico, sin embargo, no tenía una función básica que era muy popular entre los jugadores.

Funcionalidad e innovación sobre tradición

El primer control para la PS3 fue bautizado como el Sixaxis, debido a su capacidad de detectar movimiento en seis ejes. Este dispositivo apostó por nuevas formas de interacción al controlar juegos con acciones físicas. No obstante, para lograrlo, la compañía japonesa decidió eliminar los motores de vibración, ya que podrían interferir con la tecnología del giroscopio y también con la precisión en los sensores.

El Sixaxis sí fue algo nuevo, sin embargo, muchos gamers extrañaban esa sensación de sacudidas en sus manos. La vibración era un estándar desde el DualShock 2 en la PS2, ya que algunos juegos dependían de ella para enviar alertas de peligro, temblar en momentos críticos durante las cinemáticas o generar realismo.

PlayStation escuchó a las demandas de sus usuarios y combinó lo mejor de ambos. Así nació el control DualShock 3, el cual mezcló los sensores de movimiento y el giroscopio del Sixaxis con la vibración. Este cambio permitió que los desarrolladores ofrecieran videojuegos más inmersivos, sin tener que sacrificar la innovación. 

¿En qué se diferenciaba el Sixaxis del control de la Wii?

Durante la séptima generación de consolas, la Nintendo Wii fue famosa por su control basado en la detección de movimiento. Sin embargo, este manejaba una tecnología muy diferente al Sixaxis de la PS3. El Wiimote incluía un acelerómetro con un sistema infrarrojo y una barra con sensores que permitían apuntar con precisión a la pantalla. En otras palabras, uno agregaba inmersión, mientras que el otro transformó las formas en la que se jugaba.