En el mundo de los juegos de estrategia, sólo un puñado de nombres puede considerarse verdaderamente legendario: StarCraft, Age of Empires, Total War y Company of Heroes, esta última una saga longeva que se ha ganado su lugar en la mesa de los grandes por llevar al género a la guerra moderna.
Pues bien, a casi una década del lanzamiento de su más cercano predecesor, finalmente tenemos en nuestras manos Company of Heroes 3, y es de nuestro agrado reportar que la espera definitivamente valió la pena. Y lo mejor es que será la primera vez que Relic Entertainment lleve esta experiencia única a consolas (más adelante en el año).
No te culpamos si no estás familiarizado con Company of Heroes, después de todo, es una franquicia que ha ido de la mano con la PC Master Race desde su concepción. En pocas palabras, se trata de un RTS tradicionalmente situado en la Segunda Guerra Mundial -imagina Age of Empires, pero con soldados, en vez de aldeanos; y panzers, en vez de caballería… más o menos-.
Company of Heroes 3: Total War
Dicho eso, existen diferencias muy pronunciadas entre Company of Heroes 2 y Company of Heroes 3, empezando por el hecho de que la nueva entrega se sitúa en el Mediterráneo y el Norte de África, en vez de los frentes europeo occidental (COH) y europeo oriental (COH2) de la guerra. Pero quizá la innovación estructural más importante de Company of Heroes 3 radica en la conversión de su campaña a juego por turnos.
Así luce el mapa de Italia por turnos con la relación de tus compañías, navíos y aviones disponibles en la parte inferior izquierda
¿Qué significa esto? En vez de avanzar por la "historia", una misión a la vez, se te presenta un mapa de Italia. Tus compañías están representadas por piezas que debes ir moviendo para conquistar bases enemigas o pueblos ocupados, mientras liberas a Italia del yugo nazi, un turno a la vez. Algunos enfrentamientos se resuelven en automático, mientras que otros requieren tu intervención directa sobre el campo de batalla, momento en el que Company of Heroes 3 vuelve a sus raíces, pero con otras innovaciones mayúsculas.
Un espectáculo en toda la extensión de la palabra
Si bien Company of Heroes y Company of Heroes 2 tenían lugar en frentes distintos de la guerra, adoptaban, en términos generales, una ambientación similar, dominada por paisajes agrícolas y bosques, con el combate urbano reservado para algunas misiones específicas, abundantes en acción, pero limitadas en términos de gestión y verdadera estrategia. Gracias a nuevos recursos técnicos, Company of Heroes 3 se vuelca mucho más sobre el combate urbano sin abandonar las escaramuzas abiertas, alojadas, en su mayoría, en una operación aislada del Norte de África.
La belleza de la destrucción
Así las cosas, lo primero que llama la atención no es tanto el salto gráfico que dio Company of Heroes 3 -que definitivamente existe-, sino el nivel de detalle que el juego maneja, especialmente en materia de destrucción. Cada granada, cada disparo, cada cañonazo, hará estragos en el paisaje de una manera sencillamente espectacular, que no sólo complacerá a tu pupila, sino que también jugará un rol en la táctica, ante la posibilidad de aplanar cualquier objeto o edificación en el escenario.
Necesitarás una máquina realmente poderosa para que Company of Heroes 3 luzca así en tu setup, pero el nivel de detalle en el juego es asombroso, de cualquier manera.
El primer cañonazo de un tanque hará retumbar los muros de los edificios, reventando cristales y cuarteando paredes, mientras que obuses sucesivos irán derrumbando las paredes, hasta colapsar la estructura completa con sus ocupantes dentro.
Tanto tus escuadrones, como los del enemigo, podrán pertrecharse en edificaciones -cosa que ya era posible- y ser desalojadas por los adversarios, en diminutas maniobras de asalto que requerirán, primero, arrojar granadas por las puertas, para después adentrarse y barrer con los ocupantes. Esto es nuevo y fascinante de ver.
Un juego que recompensa la audacia y la meticulosidad
El castigo de las balas y los lanzacohetes hará mella en tus vehículos acorazados, ennegreciendo su chasis con el paso de las refriegas, mientras que las explosiones de la artillería te harán sonreír con su brutal poder, reduciendo búnkers enemigos a ruinas, en un poema de fuego, escombros y tierra que se alzará por los cielos. Nuestro niño interno -aquel que daba rienda suelta a su imaginación con G.I. Joe y soldaditos de plástico- resucitó con este juego que, en el peor de los casos, es un espectáculo en toda la extensión de la palabra. Normalmente dejamos la presentación para el final, pero acá es algo que amerita atención inmediata y cuya descripción nos permite abarcar algunas innovaciones jugables también.
Mecánicas de guerra
Sobre el campo de batalla, la dinámica esencial de juego es la misma de siempre: conquista puntos específicos del escenario, para recibir munición, gasolina y/o mano de obra, las 3 divisas con las que todo funciona en Company of Heroes 3. ¿Quieres construir un tanque? Necesitas gasolina. ¿Te urgen refuerzos? Requieres balas. ¿Vas a mejorar tu base? Precisas mano de obra. Algunas misiones son contrarreloj, otras de mera conquista, algunas más de defensa, pero el alma de Company of Heroes 3 no ha cambiado. Es un juego que recompensa la audacia y la meticulosidad, y de ahí se desprende la otra gran, gran novedad en esta secuela: la pausa táctica.
La pausa táctica permite dar hasta 8 órdenes a cumplirse en sucesión, aunque todo puede pasar en el proceso
Esto es algo sin lo cual no sabemos cómo sobrevivimos todos estos años, y que también existe en Total War desde hace mucho tiempo. La pausa táctica se distingue de la pausa tradicional en que está pensada para dar órdenes a tus unidades, no para acceder a las opciones. Es un recurso que existía en Company of Heroes 2 de forma poco intuitiva y poco flexible.
En Company of Heroes 3 no solamente puedes detener el flujo de las acciones para escudriñar el campo de batalla y repartir instrucciones, sino que cada unidad soporta varias órdenes sucesivas, así que es posible indicar a un escuadrón que vaya a cierto lugar, se ponga a cubierto y luego lance una granada, por poner un ejemplo. Es un recurso que le sube 10 rayitas a la táctica, abona al espectáculo -porque puedes observar a detalle las explosiones, los tiroteos y tal- y sin el cual te sentirás manco, cuando vuelvas a rendiciones previas de la franquicia, pero no es perfecto.
No puedes escucharlo, pero los efectos de audio también son una delicia
Digamos que das cuatro órdenes, pero te arrepientes de la segunda. Bueno, tienes que cancelarlas todas, lo cual resulta poco práctico. Y, como es común en juegos de estrategia, la lógica tiene sus defectos, especialmente los vehículos, mismos que a menudo dan giros innecesarios cuando se les da una orden, lo cual es desesperante y puede resultar letal bajo circunstancias apremiantes.
Existen cuatro maneras de jugar Company of Heroes 3. La primera es la que describimos hace un par de párrafos, tratando de arrebatar Italia de las garras del Tercer Reich, distribuyendo a tus compañías por el mapa, librando algunas batallas y simulando otras. Esta es una forma muy distinta de disfrutar de un juego de la serie, una que resultará muy familiar para los amantes de Total War o Civilization, y que, sin embargo, conserva ciertas convenciones del campo de batalla, fundamentalmente el hecho de que los asentamientos otorgan gasolina, mano de obra y balas, de modo que conquistar es sinónimo de progreso territorial, sí, pero también de recursos para continuar con el esfuerzo de guerra.
Pero el mapa/tablero de Italia no es sólo una versión gigante de un campo de batalla tradicional. La función de cada asentamiento cambia la capacidad de tu ejército para combatir. Si conquistas un aeródromo, tienes acceso a bombarderos, pero si tu infantería no neutraliza primero las baterías antiaéreas regadas por el escenario, estos no llegarán muy lejos. Del mismo modo, si neutralizas a la artillería costera de los nazis, tus barcos podrán acercarse lo suficiente a tierra como para proveer de soporte a tu infantería. Tus compañías pueden repararse entre sí y también pueden reconstruir pueblos, y existen misiones que van más allá de llegar a un pueblo y librar una batalla ahí, como la de asistir a compañías rodeadas por el enemigo, encontrar suministros perdidos, reparar barcos en zozobra y hasta tomar decisiones.
Tus compañías tienen 3 árboles de habilidades
Además de esto y como también ocurre en una batalla en tiempo real, conforme salen victoriosas, tus compañías ganan puntos a destinar en tres árboles de progresión, uno para habilidades que pueden usar en combate, otro para tener acceso a nuevos escuadrones y uno más para habilidades pasivas. Y tú, como jugador, tienes bajo tu mando a tres generales que representan el carácter aliado de la operación: uno británico, otro estadounidense y una italiana, que representa a la resistencia. Cada uno de ellos tendrá un enfoque distinto y te hará sugerencias individuales, que te obligarán a tomar decisiones. En la medida que atiendas o ignores sus peticiones, ganarás o perderás puntos en un árbol de habilidades alterno.
Por profundidad, tanto dentro como fuera del campo de batalla, Company of Heroes 3 no se detiene, y eso que sus antecesores no eran juegos precisamente superficiales. Si acaso tenemos un reproche es precisamente que no se trata de un juego intuitivo, pero más importante que eso, la interacción entre todos estos sistemas no siempre queda clara. Como tampoco queda muy clara la consolidación de unidades. ¿A qué nos referimos? En Total War cuando llegas a una intersección en el mapa con varios de tus ejércitos juntos, una vez que comienza la batalla, estos ejércitos convergen en el campo, traduciendo tu superioridad numérica en el gran mapa del territorio, en superioridad numérica a la hora de la refriega. En Company of Heroes 3, esto nunca nos quedó muy claro.
Rendimiento
Otra imperfección fue la incapacidad para acelerar o saltarse el turno de los nazis, mismo que, en 50 horas, rara vez fue más allá del vuelo de reconocimiento y la transmisión de propaganda nazi por la radio. Y ya que hablamos del mapa, este fue un elemento del juego tremendamente pesado para la tarjeta gráfica. Por supuesto, este aspecto depende del setup personal y los ajustes gráficos. Nosotros jugamos la mayor parte del tiempo en una laptop Lenovo con procesador Ryzen 5 5600, 16 GB de RAM y una GPU RTX 3050 Ti. Esto nos bastó para disfrutar de las batallas alternando entre valores en High y Medium, corriendo a una tasa de cuadros de 60 por segundo estables, pero en el mapa fue otra historia, cayendo hasta 30 e incluso menos. Demasiado castigo de parte de un elemento relativamente chato y con una tarjeta gráfica digna.
Otros modos de juego
La segunda manera de jugar y que nos sorprendió fue la Operación del Norte de África. Nos sorprendió porque, considerando la densidad de contenido alojada en la Campaña Italiana, no esperábamos que Relic Entertainment incluyera también una modalidad al estilo de los viejos Company of Heroes. La operación del norte de Italia se acopla con el estilo tradicional y "sencillo" de la franquicia, donde se te cuenta una historia y cumples una misión tras otra, adoptando en este caso, el rol del Zorro del Desierto, el general Erwin Rommel, y sus legendarias Afrika Korps.
La operación en el Norte de África recuerda más a los viejos Company of Heroes
Acá el toque narrativo cobra protagonismo, con atractivas cinemáticas, renderizadas con elementos in-game o con pintorescos dibujos, recubiertos con filtros que las hacen ver como un filme de los años 50.
Esta modalidad prescinde del mapa táctico por turnos y el combate urbano, y lo cambia por amplios y áridos escenarios, situados en Túnez, Marruecos y Argelia que recuerdan a los viejos Company of Heroes, no por el bioma, sino por el diseño de los campos de batalla. Hablamos acá de vastas extensiones de terreno, acotadas por formaciones rocosas y pequeños pueblos, donde los vehículos cobran especial relevancia.
Un ejemplo de las cinemáticas de la Operación del Norte de África
Además de este cambio de diseño y énfasis por la narrativa, la operación del norte de África se distingue por aportar nuevas unidades, como el tractor de reconocimiento con radar y los granaderos, capaces de obtener recursos de chatarra, y desafíos particulares, como campos minados, trenes repletos de enemigos, larguísimas trincheras y tal, convirtiéndola en una alternativa refrescante para el agotamiento que la campaña italiana puede llegar a generar con su tremenda complejidad.
Otra unidad propia de los Afrika Korps es la grúa de reparación, capaz de reparar y rehabilitar tanques rápidamente
La tercera forma de jugar es, por supuesto, la escaramuza aislada con 14 mapas para hasta 4 jugadores, ideal para una partida "rápida" (de 45 minutos, como mínimo), pero en la que no notamos nada particularmente innovador. Y la última es, por supuesto, el multijugador/cooperativo Vs. la máquina. No había gente porque llegamos muy temprano, así que sólo probamos el cooperativo contra la I.A., donde formatos tradicionales como victoria por puntos o clásico, están de regreso. El ritmo es frenético, divertido y desafiante, pues no existe la pausa táctica. Es posible alternar entre facciones y aprovechar las capacidades únicas de sus unidades.
Algo que no nos encantó, fue no encontrar cómo modificar la dificultad de la I.A. en el cooperativo contra la máquina. Esto es posible en las partidas personalizadas, y es que el CPU puede ser sencillamente brutal y hacerte pedazos a ti y a tus amigos. No está demás acotar, también, que la comunicación es clave en la administración de recursos y la distribución de fuerzas. El chat ayuda, pero si puedes hacerlo con Discord, mucho mejor. Es un buen reto y una experiencia bien distinta, eso sí... divertidísimo. Ya nos estamos frotando las manos con el multiplayer y con la ilusión de que, algún día, se pueda disfrutar la campaña por turnos con un amigo.
Company of Heroes 3 es un RTS bélico extraordinario
Al margen de las escasas imperfecciones de lógica, diseño u optimización que hemos descrito hasta este punto, notamos también algunas anomalías de texturas en los edificios de los campos de batalla, que a veces las hacían parpadear al girar la cámara, así como la excesiva reaparición de ciertos diseños de mapa a la hora de entrar en batalla en la campaña italiana, donde ciertos pueblos eran, en realidad, pueblos que ya habíamos visto en otros puntos de nuestro recorrido o, cuando menos, compartían varios assets.
Agradecemos a Relic y su agencia por habernos facilitado un código extra para probar el modo en línea
Company of Heroes 3 acierta cuando reinicias una misión porque suele cambiar tu lugar de partida, a fin de evitar que ganes las batallas a base de memorización, pero nos pasó una vez que, en el proceso, una de nuestras tanquetas reapareció en un lugar del cual no podía salir. Y del mismo modo, nos pasó algunas veces que nuestra infantería quedó atascada en la geometría o no registró la instrucción que se le daba, debido a un conflicto con la geometría también. Nada grave, pero pasó.
Company of Heroes viene en inglés con subtítulos y textos en español latino, y su trabajo musical es de primera. Hablamos de composiciones orquestales con un carácter épico, congruente con el tema del juego y que le harán el día a cualquier fan de Band of Brothers. Sin reproches.
Company of Heroes 3 es un RTS bélico extraordinario y un salto muy digno con respecto a sus dos predecesores, sobre todo por la conversión a la estructura por turnos y la evolución en detalle y destrucción. La pausa táctica fue más un adeudo saldado que una innovación revolucionaria, el juego tiene algunos bordes ásperos menores y, considerando que pasaron 10 años desde la entrega previa, siempre se puede pedir algo más, pero nosotros quedamos muy conformes con la profundidad, el volumen de contenido y la minuciosidad que Relic imprimió en este juego, lo que nos deja pensando lo que será la versión para consola y un eventual Company of Heroes Modern Warfare, por ejemplo. Jugamos 50 horas y sentimos que nos faltó mucho por ver, así de grande es este juego, y por menos de 60 dólares, la verdad es que quedamos con una sonrisa de oreja a oreja. Si lo tuyo son los juegos de la Segunda Guerra Mundial y tienes una PC de gaming formal, Company of Heroes 3 es un imperdible y definitivamente vale la pena.