Hay historias que trascienden los límites de la Tierra y nos recuerdan que los videojuegos no solo son una fuente de entretenimiento, sino también un reflejo de la humanidad en su búsqueda por explorar lo desconocido. Una de esas historias tiene como protagonista a Tetris, un clásico indiscutible de los videojuegos, y a Aleksandr Serebrov, el cosmonauta ruso que llevó el entretenimiento pixelado al espacio en 1993.
Aleksandr Serebrov, nacido el 15 de febrero de 1944, fue un pionero en la exploración espacial, pero también, inesperadamente, en el ámbito de los videojuegos. Este cosmonauta no solo realizó importantes misiones en la Estación Espacial MIR, sino que marcó un hito cultural al llevar consigo una Game Boy y su copia personal de Tetris durante su vuelo a bordo del cohete Soyuz TM-17. Así, el videojuego no solo cruzó fronteras culturales, sino también las barreras de la atmósfera terrestre y se hizo acreedor a un Récord Guiness.
Tetris y su viaje al espacio
El 1 de julio de 1993, la consola y el cartucho de Tetris emprendieron su viaje al espacio. La misión era científica, pero incluso en un entorno tan rígido como el de la MIR, había espacio para momentos de esparcimiento. Durante los breves minutos de ocio en órbita, Serebrov aprovechaba para jugar a Tetris en su Game Boy, describiendo esta actividad como una forma de relajarse y desconectar de las demandas de su misión.
En una nota autografiada que acompañó a su Game Boy y al cartucho de Tetris durante una subasta en 2011, Serebrov escribió:
"Como todos los cosmonautas, me encanta el deporte. Mis favoritos son el fútbol y la natación. Durante el vuelo, en los raros minutos de ocio, disfruté jugando a la Game Boy."
La magia de Tetris: un juego universal
Pero, ¿por qué este astronauta decidió llevarse Tetris para su travesía en el espacio? Creado en 1984 por Alekséi Pázhitnov, un programador soviético, Tetris se convirtió rápidamente en un fenómeno global. Su diseño simple, pero adictivo, y su capacidad para desafiar la mente con sus piezas en constante caída lo hicieron universalmente atractivo. Llevado al espacio, el juego demostró que su encanto no tenía fronteras ni geográficas ni culturales.
Además, la Game Boy, lanzada por Nintendo en 1989, era el dispositivo perfecto para la misión. Compacta, resistente y con una batería de larga duración, la consola portátil se convirtió en la elección ideal para un cosmonauta que buscaba un pasatiempo liviano pero significativo.
El hecho de que Tetris fuera el primer videojuego jugado en el espacio simboliza más que una anécdota curiosa, representa un momento en el que la tecnología de entretenimiento se integró con la exploración espacial, uniendo dos mundos que, hasta entonces, parecían completamente separados.
El cartucho del juego y la Game Boy de Serebrov, que eventualmente regresaron a la Tierra, son ahora piezas de colección. En 2011, ambos fueron subastados como reliquias de un evento histórico. Aunque su valor monetario fue significativo, el verdadero valor radica en la historia que cuentan: la de un hombre que, mientras orbitaba el planeta, encontró en un videojuego un pedacito de hogar.
Así, en el vasto silencio del cosmos, con la Estación Espacial MIR girando alrededor de la Tierra, un cosmonauta jugó Tetris, simbolizando cómo el entretenimiento digital puede ser una fuente de consuelo y normalidad, incluso en los entornos más extraordinarios.
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