Pikachu no es el Pokémon más popular de México: la nostalgia gana con un inesperado compañero de Ash Ketchum en el anime

Pokémon es, sin duda, una de las franquicias más queridas en México. Desde que los videojuegos llegaron a nuestras consolas a finales de los noventa y el anime comenzó a transmitirse en televisión abierta, la fiebre por estas criaturas fantásticas nunca se apagó.

Tres décadas después, seguimos hablando de ellos, coleccionando cartas, descargando juegos móviles y celebrando cada lanzamiento como si fuera un reencuentro con viejos amigos. Sin embargo, hay un dato que sorprende incluso a los más fanáticos: Pikachu, el ratón eléctrico que se convirtió en la cara de la saga, no es el Pokémon más popular entre los mexicanos.

El Pokémon más buscado por los mexicanos

Durante la exposición Japón: del mito al manga, que actualmente se exhibe en el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, un mapa llamó particularmente mi atención. En él se muestra cuál es el Pokémon más buscado en Google en cada país. A nivel global, los nombres que más se repiten son Pikachu y Eevee, dos de los favoritos indiscutibles. Pero en México la historia es distinta: aquí la corona se la lleva Squirtle.

Este pequeño Pokémon acuático, uno de los tres iniciales de la primera generación, se ha ganado un lugar muy especial en el corazón de los mexicanos. Y no es tan difícil entender por qué. Squirtle no solo carga con el peso de la nostalgia de quienes comenzaron su aventura en Pokémon Red o Blue, sino que también ha trascendido gracias a la cultura digital. Hace algunos años, su imagen protagonizó un meme que se viralizó en nuestro país: el famoso “vamo a calmarnos”, que convirtió a la tortuguita azul en un ícono de humor y simpatía.

El fenómeno refleja algo más profundo: los mexicanos no necesariamente eligen al más obvio o al más comercial, sino al que conecta con su identidad y su sentido del humor. Pikachu puede ser el emblema global, pero Squirtle es la muestra de cómo una comunidad reinterpretó a su manera el legado de Pokémon. Tal vez, en el fondo, lo que encontramos en Squirtle es un símbolo de cercanía, de ternura con un toque rebelde, que resuena con nuestra forma de ver la vida.