Toyotaro se atrevió a burlarse de Dragon Ball GT en una ilustración olvidada que ridiculiza a los Dioses de la Destrucción

Al día de hoy, Toyotaro es considerado el heredero indiscutible del manga de Akira Toriyama y uno de los mejores dibujantes que ha tenido Dragon Ball. Pero cuando el artista apenas comenzaba su carrera como mangaka, su desenfado con la franquicia era tal que no temía burlarse de ella de forma descarada. De hecho, Toyotaro se llegó a mofar de Dragon Ball GT en una ilustración que pocos recuerdan y que ridiculiza por completo a los Dioses de la Destrucción.

El dibujo olvidado de Toyotaro que se burla de Dragon Ball GT

Quizá no muchos lo recuerden, pero en los primeros episodios de Dragon Ball GT apareció un personaje colosal llamado Rudo, quien llevaba el imponente título de “Dios de la Destrucción”. Lo cierto es que, a pesar de esta introducción tan dramática, el personaje fue rápidamente olvidado tras finalizar el anime.

Sin embargo, años después, con el lanzamiento de Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses y la presentación oficial de personaje como Bills, el verdadero Dios de la Destrucción, Toyotaro no dejó pasar la oportunidad de rescatar la curiosidad de DB GT. De esta manera, con bastante humor y un poco de mala leche, el mangaka reinterpretó al viejo “dios falso” de GT con una ilustración que hoy funciona casi como una crítica velada.

La imagen fue dibujada en 2013 por Toyotaro y publicada por Shueisha como parte del contenido promocional de La Batalla de los Dioses. En ella, se ve a Beerus furioso con Whis tras conocer a su contraparte como Dios de la Destrucción, mientras el “dios” de GT aparece caricaturizado, ridículo y encorvado.

Es bastante curioso, pues esta escena se adelantó dos años al manga de Dragon Ball Super que luego ilustraría Toyotaro, pero ya entonces nos demostraba cómo el artista ya estaba pensando en las nuevas jerarquías divinas del universo Dragon Ball.

Toyotaro logró convertir una broma en una declaración sobre la evolución que ha tenido la franquicia, y su comentario es exquisito. Quizá con esta ilustración el mangaka no logró las cotas de calidad que más adelante tendría, pero ya se deja ver el tipo de arte que el ilustrador terminaría entregándonos con Dragon Ball Super.