Desde su debut en el manga y anime, el Kamehameha se ha convertido en la técnica insignia de Goku y, sin duda, en uno de los ataques más icónicos de toda la historia de Dragon Ball. Pero lo que vimos en el episodio final de Dragon Ball Daima nos dejó sin palabras: la versión más destructiva de este ataque jamás vista, reafirmándolo como el poder más impresionante de toda la saga.
El Kamehameha definitivo del Super Saiyajin 4
El capítulo final nos mostró la batalla culminante entre Goku en su forma de Super Saiyajin 4 y el temible Rey Gomah, el villano más poderoso que ha enfrentado en esta entrega. Con el destino del Reino Demoníaco en juego, nuestro héroe decidió recurrir a su técnica más confiable: el Kamehameha. Pero esta vez, no fue cualquier versión del ataque, sino una completamente potenciada por la transformación en SSJ4, lo que desató una onda de energía capaz de causar estragos no solo en su enemigo, sino también en el mismo Reino Demoníaco.
La animación dejó claro el nivel de poder que Goku desató. Al cargar el Kamehameha, las ondas de energía distorsionaban el espacio a su alrededor, y el color del aura era tan intenso que parecía consumir todo a su paso. Cuando finalmente lo lanzó, la explosión fue tan grande que el impacto directo en el cuerpo del Rey Gomah no solo lo destrozó parcialmente, sino que provocó una fractura dimensional en el Reino Demoníaco. Las secuelas de la batalla dejaron en claro que este ataque estuvo a otro nivel, superando incluso algunas de las técnicas vistas en Dragon Ball Super.

Este episodio sirvió para confirmar algo que los fanáticos ya intuían: el Kamehameha sigue siendo el ataque más confiable y poderoso de Goku. A pesar de que con el paso de los años ha aprendido nuevas técnicas, como la la Genkidama, siempre termina recurriendo a su ataque insignia en los momentos más decisivos. Es una técnica que no solo ha evolucionado junto con el personaje, sino que se ha adaptado a cada nueva transformación, ganando más potencia y espectacularidad con el tiempo.
Además, el hecho de que Goku siga confiando en esta técnica, la primera que aprendió bajo la tutela del Maestro Roshi, es un guiño a sus raíces. A pesar de haber alcanzado niveles divinos de poder, su esencia sigue siendo la misma: un guerrero que confía en su instinto, en su entrenamiento y en las enseñanzas de sus maestros para superar los obstáculo.

Con este despliegue de poder, Dragon Ball Daima nos dejó con una de las escenas más memorables de toda la franquicia, dándonos un cierre espectacular y recordándonos por qué el Kamehameha sigue siendo el ataque más impresionante de toda la saga.
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