Los grandes momentos de Dragon Ball siempre llegan cuando menos los esperamos. Justo cuando creíamos haberlo visto todo, el episodio 18 de Dragon Ball Daima nos ha entregado una de las transformaciones más esperadas en la historia de la franquicia: el Super Saiyajin 4 finalmente es canon. Esta icónica forma, que hasta ahora solo había existido en Dragon Ball GT, ha hecho su esperado debut en la línea oficial de la saga y nos ha recordado por qué la obra de Akira Toriyama sigue siendo un fenómeno global.
Goku contra Gomah: un enfrentamiento épico
La batalla contra el Rey Gomah ha sido una de las más intensas en lo que va de la serie. Goku, ahora en Super Saiyajin 3, parecía tener una ligera ventaja gracias a la ayuda del Tamagami Número 1 y Majin Duu. Sin embargo, la situación cambia drásticamente cuando Gomah desata el poder del Tercer Ojo Demoníaco, revirtiendo la ventaja de los guerreros Z y dejando a nuestros héroes contra las cuerdas.
Con Majin Duu, Vegeta, Glorio, Shin y Piccolo debilitados la derrota parece inminente, y la desesperación se apodera del campo de batalla. En ese instante, surge la figura de Neva, el enigmático namekiano que ha acompañado a Goku en esta aventura, quien decide dar el paso definitivo: usa su magia para restaurar la cola de Goku, permitiéndole acceder a una podera transformación, el Super Saiyajin fase 4.
El Super Saiyajin 4: un regreso esperado con algunas sorpresas
Desde su primera aparición en Dragon Ball GT, el Super Saiyajin 4 ha sido una de las transformaciones más queridas por los seguidores de la saga. Su diseño imponente, su estética bestial y su increíble poder lo convirtieron en un ícono de la franquicia, aunque sin ser parte del canon oficial. Pero ahora, con Dragon Ball Daima, la historia cambia por completo.
Con su nuevo poder, Goku cambia por completo el rumbo de la batalla. La superioridad del Super Saiyajin 4 es evidente desde el primer instante, y el antes invencible Rey Gomah empieza a verse superado. Incluso Vegeta, quien ha presenciado muchas de las transformaciones de su eterno rival, queda atónito ante el despliegue de poder del saiyajin.
El combate se intensifica en un frenesí de golpes y energía, con una coreografía que nos recuerda por qué amamos Dragon Ball. La animación y los efectos visuales elevan cada escena, brindándonos un espectáculo digno de los mejores momentos de la saga. La combinación de velocidad, fuerza y estrategia de Goku finalmente logran hacerle frente a Gomah, y el saiyajin le asesta un devastador Kamehameha que parece haber sellado la batalla.
Un giro inesperado y un final abierto
Pero en Dragon Ball, la victoria nunca es tan sencilla. Justo cuando todo parecía haber terminado, el Rey Gomah desata el verdadero poder del Tercer Ojo Demoníaco, transformándose en una versión aún más monstruosa y gigantesca de sí mismo. La situación da un giro radical y, por primera vez en toda la pelea, el poder del Super Saiyajin 4 no es suficiente.
Goku se ve abrumado y pierde la ventaja, quedando nuevamente en una situación desesperada. Pero cuando todo parece perdido, Glorio y Arinsu revelan un as bajo la manga: las Esferas del Dragón. La invocación de Porunga cambia por completo el panorama y Glorio, en un acto misterioso, pide un deseo en namekiano. Justo en ese instante, el episodio llega a su fin, dejando a los espectadores en vilo ante la incógnita de qué ha pedido Glorio y cómo afectará esto al desenlace de la serie.
Con solo dos episodios restantes, Dragon Ball Daima está entrando en su recta final con uno de los momentos más impactantes de la saga. La canonización del Super Saiyajin 4 no solo ha emocionado a los fans, sino que ha abierto la puerta a nuevas posibilidades dentro del universo de Dragon Ball.
¿Qué implicaciones tendrá el misterioso deseo de Glorio? Son preguntas que quedarán en el aire hasta el episodio 19, que promete ser un punto de inflexión en la historia. Y es si algo nos ha enseñado la obra de Akira Toriyama a lo largo de los años es que siempre encuentra la manera de sorprendernos. Solo queda esperar y disfrutar del desenlace de esta épica aventura.
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