Street Fighter es la saga de videojuegos de peleas más importantes y la que marcó el inicio de una fiebre por este género, fuera en las antiguas arcades como en las consolas de sobremesa. No obstante, no todo en su laureada historia fue éxito tras éxito; también ha tenido sus caídas… unas muy feas.
No estamos hablando de la polémica que hubo con la entrega de contenido a cuenta gotas de SFV. Ni siquiera vamos a caer en el lugar común de la mala película protagonizada por Jean Claude Van Damme lanzada en 1994. Eso sería ir a lo fácil.
Estamos hablando de una infamia más grande: un cómic homónimo lanzado por Malibu en 1993 que quiso colgarse del éxito de SFII fracasando épicamente en el intento. Estos cómics se basaron en los eventos de este juego y buscaron explorar las historias de los guerreros mundiales y sus relaciones entre sí. Los autores del cómic fueron Len Strazewski y Don Hillsman II.
Aunque solamente se alcanzaron a publicar tres números, llamó la atención por su estilo gráfico más estadounidense y su violencia explicita. A pesar de su acercamiento "maduro" a la serie, no le alcanzó para lograr ventas que le permitieran justificar su existencia. Capcom canceló el proyecto casi de forma inmediata al ver lo que habían hecho con su popular franquici.

¡Esto no es Street Fighter!
A pesar que el estilo gráfico provocó que los fans se quisieran sacar los ojos, lo que más motivó su rechazo hacia este cómic fueron las modificaciones que hicieron al lore de la franquicia.
La trama del cómic tiene lugar después del primer torneo, el de la entrega original. Todo auguraba para bien, puesto que los personajes se habían presentado siguiendo su historia original, como Ryu entrenando para ser el mejor guerrero del mundo, Chun Li uniéndose a INTERPOL y Ken Masters casado.
Pero cuando el cómic revela que Ken fue asesinado por Sagat, quien lo apuñaló tras una monumental paliza, se pudrió todo e hizo a los fanáticos gritar furiosos que esto parecía más Mortal Kombat que Street Fighter. De ahí, todo lo que vino fue otro clavo al ataúd donde yace actualmente esta historieta.

Otras “propuestas” que los seguidores de la saga odiaron fueron que Ryu y Chun-Li iniciaban una relación amorosa (aunque solamente se mostraban besos entre ambos); Bison tenía una hija y su plan malvado era crear dobles de los guerreros mundiales; la adición de un personaje llamado The Ferret, creado por la editorial como estrategia de marketing; Blanka usando gafas y la mención a un campeón de lucha libre llamado Mike Hagar (no Haggar).

No todo fue tan malo…
El dicho dice que de todo se puede rescatar algo bueno y el cómic de Street Fighter de 1993 tampoco es la excepción (aunque no lo creas). A pesar de su fracaso, entregó elementos que terminaron incluyéndose al canon de la serie: la primera vez que Chun-Li realizó su movimiento especial bola de fuego, la primera versión de Sheng Long, la primera aparición del falso Sheng Long y el nombre de la prometida y ahora esposa de Ken Masters: Eliza.