Se necesitaron más de 170 mil fotogramas pintados a mano y 70 artistas para terminarla: es la película más artesanal de Studio Ghibli y puedes verla en Netflix

Se Necesitaron Mas De 170 Mil Fotogramas Pintados A Mano Para Terminarla Y Puedes Verla En Netflix
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Ayax Bellido

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Ayax Bellido

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Escribo sobre videojuegos y anime, y me siento muy afortunado por ello. Editor en 3DJuegos LATAM. ¡Llegó el momento de la espada y el hacha, llegó el momento de la locura y el desdén!

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Studio Ghibli es el gigante de la animación japonesa porque a diferencia de otros estudios su alma radica en el trabajo artesanal. La visión de Miyazaki y Takahata requiere esfuerzo, pasión y una devoción máxima por la animación e imaginación como refugio, medicina y agente de cambio. Su grandeza no reside en el despliegue técnico o en la maquinaria digital, sino en algo mucho más humano: el pulso de los artistas que, fotograma a fotograma, construyen mundos que parecen soñados y, sin embargo, tan cercanos como la propia infancia.

Cada una de sus películas es un manifiesto sobre el poder de la imaginación, y entre ellas, Ponyo (2008), del propio Hayao Miyazaki, brilla con fuerza pues encarna esa idea de que Ghibli es casi un un taller de alquimistas, una fábrica de ideas y un estudio que entiende que la esencia del arte está en el trabajo y corazón de los humanos.

Ponyo, un lienzo en movimiento

Si algo distingue a Ponyo de otras películas de animación, es su carácter absolutamente artesanal. Con más de 170 mil fotogramas pintados a mano, la cinta se convirtió en un hito en la historia de la animación. No hubo ordenadores de por medio, sino lápices, pinceles y una paciencia casi monástica de un equipo de 70 personas que trabajó durante seis meses para dar vida a un storyboard que Miyazaki pintó a acuarela.

El resultado es un filme de 103 minutos donde cada línea respira y cada movimiento parece fluir como agua, con una naturalidad imposible de lograr con la rigidez de lo digital. Ver Ponyo es como abrir un libro ilustrado que de pronto se anima frente a tus ojos, sin perder la textura, la calidez y la imperfección hermosa de lo hecho a mano.

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La película es un festín visual: las escenas del tsunami que arrasa con el pueblo costero no solo sorprenden por su energía, sino porque transmiten una mezcla de belleza y terror primitivo, como si el mar se convirtiera en un personaje vivo, caprichoso y desbordante. En contraste, la calma posterior, donde aparecen criaturas marinas que parecen salidas de otra era, remite a la idea de un renacer, de un ciclo natural que trasciende al ser humano.

Aunque carece de la complejidad filosófica de otras obras de Miyazaki, Ponyo encuentra su fortaleza en otro registro: la ternura. Es una película que recuerda cómo se siente tener cinco años, cuando el amor y la amistad eran suficiente para enfrentar tormentas.

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Entre mitos y ternura, una historia disponible en Netflix

El argumento de la película se mueve en aguas familiares y, al mismo tiempo, míticas. Narra la amistad entre Sosuke, un niño de cinco años curioso y noble, y una criatura marina con rostro humano a la que decide llamar Ponyo. Lo que comienza como un encuentro inocente pronto se convierte en un vínculo indestructible que desafía las fronteras entre mundos.

La historia se complica cuando Fujimoto, el padre de Ponyo, intenta regresarla al océano para mantener el equilibrio natural. Pero Ponyo, deslumbrada por la experiencia humana y el afecto que siente por Sosuke, se rebela y, utilizando los poderes de su linaje divino, se transforma en una niña para vivir en tierra firme. Esa decisión, sin embargo, desata un desequilibrio que amenaza con inundar el planeta y despertar criaturas marinas prehistóricas.

En esta fábula, Miyazaki entrelaza el folklore japonés con el cuento clásico de La Sirenita de Hans Christian Andersen, pero lo hace a su manera: sin villanos absolutos o moralejas impuestas, y con un profundo respeto por la inocencia de la infancia. Un imperdible de Ghibli sin dudas, que como gran parte de la filmografía del estudio, puedes encontrar disponible en Netflix.


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