Desde que aparecieron los videojuegos en formato digital se viene debatiendo si lograrían algún día imponerse al formato físico, coexistir con él o si sucumbirían ante el romanticismo de ir a una tienda, comprar la caja y hacer el unboxing de ese tan esperado juego. Si bien el debate ha sido complicado, los números indican que actualmente se están comprando más juegos digitales que físicos.
Durante esta jornada, el prestigioso sitio Gamesinsdustry ha publicado oficialmente estas cifras, indicando que el 94,2% de todas las ventas de videojuegos realizadas durante 2022 fueron digitales. Lo anterior se traduce en 172,800 millones de dólares, superando con creces a los 10,700 millones de dólares que aportó el formato físico a las ganancias de la industria. Estos números fueron aportados por Newzoo y contemplan compras realizadas en consolas, con la salvedad de que empresas como Nintendo no revelan públicamente sus datos sobre venta de juegos digitales.
¿El fin del formato físico?
Lo cierto es que el formato físico sigue respirando, pero este 2022 no lo hizo con la potencia de otros años, acaparando un 28% de las ventas anuales totales de videojuegos en consolas, mientras que en PC su cuota se redujo solamente a un 2% del total anual.
Con números en la mano, los especialistas llaman, aun así, a ser prudentes con aventurar la muerte del formato físico, argumentando que pueden ser consecuencia de la coyuntura de los primeros años de esta década, donde los confinamientos por COVID-19 impidieron a las personas el libre tránsito, por lo que tuvieron que inclinarse por el formato digital para disfrutar de sus títulos favoritos, por más que fueran partidarios del formato físico.
Otro punto a favor de las copias digitales ha sido su precio, gracias a las constantes ofertas en tiendas virtuales, mucho más baratos que los soportes físicos, además de la aparición de servicios de suscripción como Playstation Store, Xbox Game Pass, Nintendo eShop, Steam y Epic Store, donde, en muchos casos, por el valor de un juego físico se puede acceder a un inmenso y diverso catálogo de videojuegos, aunque sea por un tiempo limitado.
Lo cierto es que, estadísticas allá, análisis allá, pareciera que el formato físico seguirá vivo gracias a los videojugadores más veteranos, quienes aún buscarán perpetuar el ritual de ir a una tienda.
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