No podemos tener la certeza absoluta, pero luego de la revelación de arte y protagonistas de Call of Duty: Modern Warfare 2 esta semana, hay elementos suficientes como para, al menos, sospechar que México jugará un rol en la trama de la esperada secuela de Infinity Ward. Estaremos, entonces, ante la segunda ocasión en la generación que nuestro país sea eje para un videojuego, pues Forza Horizon 5 lo hizo hace apenas hace un año, pero las formas y las consecuencias harán de este nuevo retrato algo completamente diferente para los fans y los gamers en general.
Ya desde septiembre del año pasado, Tom Henderson, informante cuya reputación es respetable en el ámbito de las filtraciones, reportaba que la entrega de la serie para este año giraría en torno a cárteles de la droga -si bien en aquel entonces, se especulaba que serían colombianos-.
A esa "pista", hoy podemos sumar la identidad de uno de los nuevos operadores de la Task Force 141. El "incorruptible" coronel Alejandro Vargas, perteneciente a las fuerzas especiales de México, es el nuevo fichaje del legendario escuadrón, en cuyas filas tradicionalmente figuran estadounidenses, canadienses y británicos. Poco se sabe de este personaje, pero el solo hecho de que sea mexicano tiene que ser una declaración de intenciones de parte de los guionistas. Nada es accidental en narrativa.
Como algunos influencers ya han descubierto, el rostro de Ghost también oculta, aunque no con mucho esmero, la inconfundible silueta de México. Y no sería la primera ocasión que la saga viaja a Latinoamérica. Call of Duty: Modern Warfare 2 (2009) ya había pasado por estas latitudes en busca de un traficante de armas. Considerando que la nueva saga Call of Duty: Modern Warfare es más bien una reinterpretación de la original de fines de los dosmiles, no sólo sería posible, sino también probable que una encomienda de diseño para el nuevo juego fuese respetar el espíritu latino de la secuela de antaño con un retorno a nuestro continente, aunque ahora un poco más al norte.
No es la primera ocasión que México protagoniza un juego con las características generales de Call of Duty
Todos estos elementos alineados apuntan a que México sea confirmado como una de las locaciones para el juego que debutará el 28 de octubre. Si es así, Infinity Ward, un estudio que no es ajeno a la controversia, tendrá una nueva entre manos, una que quizás es parte del plan mercadológico, pero cuyo efecto se hará sentir de un modo muy particular en nuestro país.
La polémica es una herramienta que el estudio californiano siempre ha sabido aprovechar. A veces lo ha hecho de manera elegante, como ocurrió con Clean House en Call of Duty: Modern Warfare (2019), una misión que si bien incómoda, encajaba con su narrativa y el tono del juego, pero también aportaba algo refrescante en términos de mecánicas. Y a veces lo ha hecho de forma obscena, como ocurrió con la hoy mítica operación No Russian de Call of Duty: Modern Warfare 2 (2009), en la cual la encomienda era "simplemente" perpetrar una masacre en un aeropuerto.
México, ¿territorio perfecto para Call of Duty?
Con todo eso en mente, se vienen a la cabeza varias preguntas y también algo de preocupación ante la posibilidad de un retorno a nuestro país. La primera es, naturalmente, ¿con cuál de los dos Infinity Ward nos encontraremos esta vez, si con el estudio sobrio e innovador o con el escandaloso y vulgar? Lo anterior sería relevante para el retrato de cualquier país, pero lo será mucho más para uno como México, atormentado por la guerra contra el narcotráfico desde hace décadas.
No es la primera ocasión que México protagoniza un juego con las características generales de Call of Duty. Todavía desfilan por mi memoria las imágenes de noticiarios vespertinos mostrando a legisladores inconformes ante el retrato que de México hacía un título tan añejo como Ghost Recon Advanced Warfighter. De nuevo: no es la primera vez, pero el clima político ha cambiado mucho y hoy el aire está enrarecido.
Deberemos prepararnos para la cara opuesta de lo que vivimos con Forza Horizon 5
Para bien o para mal, los videojuegos han sido parte de la "mañanera" varias veces y si Call of Duty: Modern Warfare 2 realmente retrata a nuestro país como parte de operaciones especiales, tráfico de drogas y violencia en general, es casi un hecho que los videojuegos volverán a la agenda pública y no por buenas razones.
Para colmo, mientras escribo esto, Twitter está explotando ante los reportes de otra matanza en los Estados Unidos, ahora en una escuela primaria. Con o sin Call of Duty, Fox News y otros medios conservadores se volcarán sobre los videojuegos como chivo expiatorio y distractor clásico para el debate sobre el libre acceso a las armas en Estados Unidos.
¡Qué ironía! Personalmente, soy fanático de Call of Duty y estoy muy entusiasmado por lo que Infinity Ward nos mostrará en las próximas semanas. Ese ha sido el estudio más serio en su tratamiento de la franquicia y parece que Modern Warfare 2 volverá a ser un juego memorable, con un nuevo motor, 3 mil desarrolladores detrás, etcétera. Pero también sé que las cosas podrían ponerse bastante incómodas y la reflexión sobre los motivos por los cuales México podría aparecer en el juego lo es también.
Quizás, a la mera hora, México no aparezca en Call of Duty: Modern Warfare 2, quizás tenga un rol intrascendente, lo incluyan con otro nombre o termine por ser Colombia. Pero si no es así, los fanáticos de la saga y los gamers mexicanos en general, debemos prepararnos para la cara opuesta de lo que vivimos con Forza Horizon 5. La cara oscura de México convertida en videojuego.
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